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Jueves, 13 de Noviembre de 2025

Actualizada Jueves, 13 de Noviembre de 2025 a las 19:03:24 horas

La exposición permanecerá abierta hasta el 26 de mayo en la Casa-Museo León y Castillo (Foto Jesús Ruiz Mesa) La exposición permanecerá abierta hasta el 26 de mayo en la Casa-Museo León y Castillo (Foto Jesús Ruiz Mesa)

El pulso escultórico de Riol

TA ofrece crónica y reportaje del acto inaugural de la muestra del reputado artista afincado en Telde

direojed Miércoles, 06 de Marzo de 2019 Tiempo de lectura:

TELDEACTUALIDAD

Telde.- Una exposición con 15 piezas recorre 20 de los 50 años de trayectoria del escultor afincado en la ciudad. El dibujo del acero estará abierta en la Casa-Museo León y Castillo hasta el 26 de mayo. TA ofrece crónica y reportaje gráfico de Jesús Ruiz Mesa.

 

La muestra individual El dibujo del acero, que ha venido a estrenar la nueva sala de exposiciones de la Casa-Museo León y Castillo, en San Juan, es una pequeña antológica de 20 de los 50 años de «pulso escultórico» de Máximo Riol, uno de los referentes del arte en Canarias de los últimos años. Fue su comisario, Jonathan Allen, el encargado de seleccionar 15 piezas creadas por Riol entre 1987 y 2007, la mayoría en acero corten, de ahí el título.

 

«Es también el material que más he trabajado», apunta el escultor. «Me gusta porque va con mi personalidad, fuerte, enérgica, vehemente». Y porque, añade, era también el material de cabecera de dos de los artistas que más le han influido, Chillida y Oteiza.

 

Exposición El dibujo del acero de Máximo Riol

por Jesús Ruiz Mesa

La Casa Museo León y Castillo de Telde institución museística dependiente de la red de Casas Museo del Cabildo de Gran Canaria, inició el miércoles 27 de febrero con la magnífica exposición de esculturas “El dibujo del acero” del artista radicado en Telde, Máximo Riol Cimas, la consecución del proyecto de esta nueva dependencia expositiva dedicada a futuras exposiciones y propuestas artísticas en las que se refleje el devenir cultural de la sociedad.

 

Un espacio que durante años testimonia con el epistolario, objetos, muestras de arte y documentos preservados para este fin la sala 101 de este museo que como Centro de Estudios de Historia Contemporánea, el siglo XIX y XX ocupa el principal objeto de las visitas, estudio e investigaciones de los perfiles biográficos e históricos de sus principales protagonistas de aquel contexto, D. Fernando León y Castillo, político, diplomático, y Juan León y Castillo, ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, próceres a los que les debemos desde sus diferentes funciones, acciones y pensamientos el progreso, avance y desarrollo de Canarias en su posición Atlántica media, gracias al Puerto de la Luz, que precisamente, con fecha de 26 de febrero de 1883 se colocó la primera piedra en aquella primitiva bahía del Puerto del Refugio de La Luz, Bahía de las Isletas, cumpliendo su 136 aniversario en el gran proyecto que significó la realidad económica para Gran Canaria y Canarias en el siglo XX y XXI.

 

Con la presencia de las autoridades insulares, Consejero de Cultura del Cabildo grancanario, Carlos Matías Ruiz, y Director General de Cultura, Patrimonio Histórico y Museos, Oswaldo Guerra, Jefa de Servicios, Alicia Bolaños, director de la Casa Museo Tomás Morales de Moya, director de la Casa Museo León y Castillo, Frank González, que expresa su gratitud a la colaboración institucional y presencia del público que llenaba el patio central y sala de exposiciones, dedicando un recuerdo por los muchos años dedicados al Museo, al anterior director en la persona de Antonio María González Padrón, el comisario de la muestra el historiador y crítico de arte Jonathan Allen y el propio escultor, Máximo Riol Cimas.

 

El comisario de la exposición “El dibujo del acero” y crítico de arte, Jonathan Allen, expone en su intervención el proceso artístico del escultor y su trabajo durante cincuenta años que le ha llevado a conseguir un importante lugar entre la escultura contemporánea insular y nacional, en el texto del programa y catálogo que se ha editado para esta muestra destaca: “Las quince obras elegidas para la exposición El dibujo del acero, abarcan dos décadas de producción, desde 1987 hasta 2007. Algunas son piezas únicas que ilustran la creación única, otras emanan y varían las líneas formales y las estéticas subrayadas en este texto. Tal es el caso de Sima (1987), una pieza de rugosos contornos de acero al carbono, que conecta con la primera euforbia y el domus, explorando la profundidad abisal de la gruta telúrica; la Domus Euphorbica (1995) concreta estas tendencias iniciales. El románico se patenta en el Protector (1990) y en Calor (1992), homenaje a Felo Monzón Geara, con quien el escultor colaboró estrechamente en la Escuela Luján Pérez.

 

La evolución figurativa del románico se puede ver tanto en la Portada (1998), de modo directo, más abstractamente en A dos horas de Formalhaut (1994) y en clave de figuración lineal en la maqueta de Al Padrito (1999). La dinámica del goro y la forma barroquizante, está presente en la homónima maqueta (2001), de la escultura monumental, en Habitat-9 (2003) y ya con una adaptación simbólica en El templo de la música (2003), que es un homenaje a Alfredo Kraus, en el cual el hábitat del goro, funciona como símil de la laringe y alude al origen de la voz humana. La maqueta de Oasis representa el arranque de las palmeras y los palmerales; Paisaje del Sur (2006) es un jardín de hierro único, y Forestas y Prótego (2007) nos remite al gran monumento de Artenara. Obras excepcionales e individuales en su dimensión estética se encuentran en el Cristo (2005), La tarabilla (2001), un ave puramente figurativa y lineal, la Menina y Menino (2002), reflexión sobre el arquetipo de Velázquez que condujo a la monumental escultura en color emplazada en Leganés, y la prueba del Busto de López Botas, cuya versión pública orna la ribera norte baja del Barranco de Guiniguada, recordándonos una faceta nueva de Máximo Riol, su dibujo y su escultura figurativa de los rostros”.

 

Después de las intervenciones el escultor Riol Cimas agradece las atenciones y la cálida acogida de su persona y motivo esencial de la visita a la Casa Museo en la que la Exposición El dibujo del acero, como muestra que acerca al visitante a su gran obra escultórica a lo largo de su vida profesional y artística, fruto de casi medio siglo de dedicación, adquiere una dimensión importantísima que le incluye entre los grandes maestros de la escultura contemporánea de Canarias, arte nacional e internacional, figurando en los catálogos especializados como uno de los artistas más caracterizados en la expresión y tratamiento escultórico del acero cortén, teniendo desde sus inicios a maestros que desde la centenaria Escuela de Arte Luján Pérez de Las Palmas de Gran Canaria crearon y dieron origen a un siglo XX con los problemas propios de los cambios de una sociedad en pleno desarrollo, de un gran escenario artístico en las que hombres y mujeres llenaron el arte en Canarias de la más completa diversificación de estilos y características propias de quienes, gracias a sus estudios, audacia y compromiso con el arte en libertad, ocuparon en aquellos años una avanzada posición incluso frente a las tendencias europeas en un remoto tiempo de espacio, alejamiento geográfico y psicológico.

 

En referencia a la gran aportación de Máximo Riol al arte escultórico del siglo XX, en la actualidad y como bien puntualiza el crítico de arte, comisario de la exposición, Jonathan Allen, en la presentación del catálogo a modo de introducción con el título Dibujar el acero o medio siglo de geometría, arquitectura simbólica y alegoría, editado para esta ocasión expositiva, expresa: “Si Máximo Riol lleva cincuenta años dibujando, ideando, tallando y ensamblando maquetas, supervisando la fundición, corte y acabado con pátinas muchas veces confeccionadas por él, de obras monumentales, éste su crítico lleva treinta siguiendo sus pasos y escribiéndole, reflexionando sobre la historia continua de una pulsión creadora que se debate entre la conjugación de unos elementos establecidos y otros nuevos que invierten o varían el curso previsible de una sintaxis, y a veces, la emergencia de obras absolutamente únicas y no seriables”.

 

En otro campo de las actividades y dinamismo de colaboración y contribución a la función de divulgación cultural, Máximo Riol como presidente del Círculo Cultural de Telde, con sede en el Molino del Conde, y en los años en los que esta entidad cultural inicia su gran proyecto a finales de los 90 del pasado siglo, se han recopilado infinidad de actos culturales que a lo largo de más de veinte años y desde su primera sede, se han celebrado con el éxito y orgullo de haber contribuido a desarrollar una diversidad de actividades en pro de la cultura y su difusión hacia el colectivo de nuestra ciudadanía, local y foránea. Ejemplo de estas actividades fue la creación de la Revista Reflexiones, edición que el Círculo Cultural emprendió como vehículo de publicación de artículos, editoriales, textos especializados de autoría acreditada, académica y profesional, abordando temas de diversos ámbitos, literarios, científicos, periodísticos, artísticos, etcétera, en un proyecto editorial de rigor, calidad y actualidad de todo orden. En el primer número de Reflexiones correspondiente al primer trimestre de 1999, que dirige Lucana Falcón León, se publica un artículo en el que el presidente que hoy rige la entidad cultural teldense, Máximo Riol escultor, como así figura el titular del reportaje, conduce al lector por el amplio y duro camino de aquellas fechas de la expresión escultórica en su especialidad, el acero cortén.

 

Máximo Riol, hoy ocupa uno de los lugares más destacados de este arte en el escenario artístico insular, nacional e internacional como así figura en los catálogos expositivos, conmemoraciones, bibliografía especializada, y extensa obra que se exhibe en espacios urbanos, museos, entidades, instituciones, etc. Previa la inauguración, recorrido de personalidades y público asistente por la nueva estancia expositiva, el acto culmina con la actuación del Coro Tipayla, que interpretan cuatro composiciones músico vocales, bajo la batuta de Fátima Naranjo, coro del que el propio Máximo durante siete años fue componente. La exposición permanecerá abierta hasta el 26 de mayo.

 

Con “El dibujo del acero” en la Casa Museo León y Castillo se inicia una etapa de revisión antológica que en 15 obras seleccionadas de su gran producción nos muestran desde este emblemático rincón museístico teldense, los caminos andados, dibujos y geometrías, volúmenes y espacios perfectamente diseñados de la geometría y perfiles inspirados sobre la dureza del acero, acariciados y sensiblemente tratados, con estilo propio y estéticamente “tallados”, obra de la mente, arte, manos y corazón puestos en la visión futurista contemporánea de la escultura del siglo XX y XXI.

 

Enhorabuena maestro. Gracias.

 

Jesús Ruiz Mesa es colaborador cultural de TELDEACTUALIDAD.

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