Aquanaria denunciará el vuelo del dron sobre sus viveros en Melenara

Aquanaria anunció que presentará una denuncia tras la presencia de un dron de la Policía Local de Telde sobre sus instalaciones marinas, un vuelo que, según afirma, “no se ajusta a la legislación vigente” y que les obliga a emprender acciones legales.

La empresa sostiene, según recoge La Provincia-DLP, que “a raíz de esa incursión y de esta inspección, tal como recoge la nota de prensa remitida por el Ayuntamiento de Telde, vamos a presentar una demanda”, que será trasladada a la Guardia Civil “para que investigue y determine los hechos por los mecanismos que estime oportunos”.

Desde la compañía señalan tres motivos principales para esta acción: primero, que hubo una entrada no autorizada a sus instalaciones; segundo, que las jaulas se encuentran en dominio público marítimo-terrestre, fuera del término municipal de Telde; y tercero, que realizar un vuelo de dron sobre un área de trabajo sin notificación previa “pone en riesgo la integridad del personal”, especialmente en una zona de mar donde las condiciones pueden ser ventosas. “Todo esto está perfectamente regulado en las guías de vuelos de drones”, recalcan fuentes de Aquanaria.

Dudas sobre las imágenes difundidas por el Ayuntamiento
La empresa también cuestiona las fotografías difundidas en el comunicado municipal, asegurando que “la situación actual de la granja no coincide con esas imágenes” y que “estamos seguros de que no son de este miércoles”. Tras detectar la presencia del dron, Aquanaria afirma que tomó imágenes propias de toda la instalación y las remitió tanto a la Dirección General de Pesca como al Seprona “para que vieran cuál es la situación real, porque las publicadas son, probablemente, de días anteriores al episodio”.

El origen del vertido, según Aquanaria
La compañía mantiene que el origen de la muerte masiva de peces en las jaulas de Melenara está en el emisario submarino n.º 222, de titularidad municipal y situado frente a la costa. Una versión que choca con la del Ayuntamiento, que ayer difundió un comunicado denunciando la aparición de “nuevos restos de peces muertos” dentro de las jaulas, hallazgo detectado mediante un vuelo de drones de la Policía Local.

Información contradictoria con el Plateca
El comunicado municipal se enfrenta además a la información ofrecida por el Plateca, que en su reunión del martes aseguró oficialmente que no quedaban restos en los módulos de la instalación. El Ayuntamiento, sin embargo, sostiene que tanto los peces muertos como las manchas aceitosas observadas desde el aire son pruebas de que la situación persiste.

La compañia cifra en 2.500 toneladas y 30 millones las pérdidas por la contaminación

Aquanaria ha dado un paso más en su respuesta al Ayuntamiento de Telde y ha hecho público un balance de daños «devastador» tras el episodio de contaminación marina que afectó al litoral este de Gran Canaria desde octubre. Según explicó a Canaruias7  Pedro Sánchez, portavoz de la compañía, el vertido destruyó la producción de dos de sus jaulas en Melenara y provocó la muerte de 2.500 toneladas de lubinas, lo que se traduce en 30 millones de euros en pérdidas. Pese al impacto, la empresa asegura que desde finales de noviembre sus instalaciones han recuperado la normalidad.

La empresa se declara “víctima principal” del vertido
Sánchez subraya que Aquanaria es «una de las principales víctimas» del episodio, cuyo origen sitúa en un vertido de aguas industriales detectado el 3 de octubre, que procedía —según insiste— del emisario submarino 222, de titularidad municipal y ubicado en la zona portuaria de Salinetas. Este efluente habría sido el causante directo de la mortalidad masiva de peces registrada en las jaulas.

Entre las pruebas que sostiene tener la empresa, menciona una inspección de la Consejería de Transición Ecológica del Gobierno canario, realizada a mediados de octubre, que detectó «efluentes no autorizados» y «graves anomalías estructurales» en el emisario, requiriendo su subsanación inmediata.

Fuente: La Provincia-DLP, Canarias7 y TELDEACTUALIDAD.