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Domingo, 23 de Noviembre de 2025

Actualizada Domingo, 23 de Noviembre de 2025 a las 11:36:40 horas

Denuncia por difusión de una imagen íntima en un centro educativo del municipio

Una madre denuncia la inacción de un IES de Telde tras circular una foto manipulada de su hija menor

Afirma que se enteró por otra familia y que el centro activó tarde el protocolo de protección

TELDEACTUALIDAD/Telde Viernes, 14 de Noviembre de 2025 Tiempo de lectura:

La vecina de Telde Rebeca G. ha denunciado públicamente la «falta de respuesta» del IES Casas Nuevas, en Melenara, después de que supuestamente comenzara a circular entre el alumnado una imagen íntima manipulada de su hija de 13 años. Gómez sostiene que fue una madre de otra alumna quien le advirtió del caso, «sin que el centro educativo hubiera informado previamente» de la situación.

 

Según ha relatado a TELDEACTUALIDAD, fue el 30 de octubre cuando tuvo conocimiento de que varios estudiantes estaban compartiendo una fotografía en la que supuestamente aparecía su hija desnuda. Gómez asegura que no sabe si la imagen es real, fruto de un engaño o creada con inteligencia artificial, una práctica que se ha disparado en los últimos meses en casos de menores.

 

"Ni la directora ni el jefe de estudios me recibieron"

Al día siguiente, acudió al instituto para pedir explicaciones. Sin embargo, denuncia que no fue recibida ni por la directora ni por el jefe de estudios, y que fue la orientadora del centro quien le confirmó la gravedad de la situación.

 

«Me dijeron que un niño había pasado la foto de mi hija y que estaba en riesgo porque se habían reído de ella», explica Gómez. La orientadora le informó entonces de que necesitaban autorización del padre para activar el protocolo de prevención del riesgo suicida, acudir a la pediatra y comenzar un seguimiento psicológico. «Yo no entiendo por qué nadie me avisó si la situación era tan grave», lamenta.

 

Un padre ausente y un permiso pendiente

Gómez denuncia también la falta de comunicación con el padre de la menor, titular de la custodia pero «desvinculado de su día a día». Según afirma, el instituto le comunicó que dicho progenitor todavía no había dado su autorización para iniciar la intervención psicológica. «No sé si no le han localizado o si no le da importancia. Pero mi hija necesita ayuda», subraya.

 

La madre asegura que la adolescente muestra síntomas de ansiedad, retraimiento y miedo, además de un profundo malestar emocional: «No quiere hablar conmigo, está nerviosa, se muerde las uñas, esquiva las miradas».

 

Denuncias en Policía Nacional y Fiscalía de Menores

Ante la falta de respuestas claras, Gómez decidió acudir a la Policía Nacional, donde presentó una denuncia tanto por la presunta difusión de la imagen íntima como por la «inacción» del centro educativo. Los agentes le comunicaron que acudirían al instituto y tratarían de contactar con el padre.

 

Posteriormente, la madre también presentó denuncia ante la Fiscalía de Menores, con el objetivo —dice— de evitar demoras en un asunto «de máxima gravedad».

 

«Tengo la impresión de que nadie está actuando, que se quiere dejar pasar a ver si se olvida. Pero mi hija no lo va a olvidar», lamenta.

 

Miedo a que el caso se repita

Gómez asegura que el caso ha despertado en ella «un miedo creciente», alimentado por otros sucesos recientes relacionados con menores y la difusión de imágenes íntimas. «Hoy ha sido un niño del instituto, pero ¿y si mañana es un adulto? ¿y si pasa algo peor?», reflexiona.

 

También critica que «se ponga el foco solo en la víctima», mientras aún desconoce qué medidas —si alguna— se están adoptando contra la persona que habría difundido la imagen. «¿Dónde está ahora esa foto? ¿Quién la tiene? ¿Quién la ha compartido?», se pregunta.

 

“Necesito ayuda. Mi hija necesita ayuda”

Rebeca Gómez insiste en que acude a este periódico porque necesita «visibilizar un problema que se está volviendo cada vez más habitual» y que, a su juicio, el sistema no está afrontando con la rapidez que exige la protección de una menor.

 

«Tengo una mezcla de impotencia y rabia. Solo quiero que mi hija esté a salvo y que alguien actúe. No podemos mirar hacia otro lado», concluye.

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