
El Cabildo de Gran Canaria y el Ministerio para la Transición Ecológica han iniciado las negociaciones para ampliar la Estación Depuradora de Aguas Residuales (Edar) de Jinámar y construir un emisario submarino en la costa de Telde. El objetivo es duplicar su capacidad actual y garantizar el cumplimiento de las directivas europeas sobre saneamiento y vertidos.
La depuradora de Jinámar, una de las infraestructuras hidráulicas más importantes de Gran Canaria, será ampliada para duplicar su capacidad actual. Así lo han acordado el Cabildo de Gran Canaria y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que ya han iniciado las conversaciones para impulsar este proyecto estratégico en el litoral de Telde.
La presidenta de la empresa pública estatal Aguas de las Cuencas de España (Acuaes), María Rosa Cobo, se reunió recientemente en Madrid con el consejero de Sector Primario, Soberanía Alimentaria y Seguridad Hídrica del Cabildo, Miguel Hidalgo, con el fin de avanzar en un convenio que permitirá redactar los proyectos técnicos necesarios para la ampliación de la Edar y la construcción de un emisario submarino, según informa La Provincia-DLP.
A la reunión también asistieron el gerente del Consejo Insular de Aguas, Carmelo Santana, y el director del Departamento de Infraestructuras, Ricardo Pérez, además de técnicos y responsables financieros de Acuaes. La intervención está orientada a mejorar el tratamiento de aguas residuales que actualmente se presta a los municipios de Telde, Santa Brígida, Valsequillo y parte de Las Palmas de Gran Canaria.
Según detalló el Ministerio, la actuación permitirá duplicar la capacidad de tratamiento de la depuradora, que actualmente procesa unos 6.000 metros cúbicos diarios, pero que necesitaría superar los 10.000 metros cúbicos al día para responder al crecimiento demográfico de las zonas que abastece. La obra también incluye la construcción de un emisario submarino que facilitará un vertido adecuado, conforme a la normativa medioambiental europea.
La Edar de Jinámar, gestionada por el Cabildo a través del Consejo Insular de Aguas, fue construida en la desembocadura del Barranco Real con una inversión inicial de seis millones de euros. Aunque ha sido objeto de mejoras, su capacidad sigue siendo insuficiente, lo que ha provocado históricamente episodios de vertido incontrolado al mar desde núcleos costeros.
El Cabildo ha solicitado financiación estatal para ejecutar las obras, cuyo presupuesto fue estimado en unos 10 millones de euros en 2020, aunque podría haberse incrementado en los últimos años debido a la inflación y a la actualización de los criterios técnicos.
Con este proyecto, las administraciones implicadas buscan mejorar la eficiencia del sistema de depuración y cumplir con las directivas europeas sobre el tratamiento de aguas residuales urbanas, además de proteger la calidad ambiental del litoral teldense.
























Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.143