
El comunicado emitido esta noche por la organización local de Nueva Canarias en Telde entonando el mea culpa por la forma en que se produjo el relevo de Celeste López como portavoz del grupo municipal supone, sin duda, un paso necesario, valiente y saludable para una formación que se reclama asamblearia, plural y comprometida con los valores del respeto y la construcción colectiva.
Quienes en su momento alzamos la voz para advertir que la manera en que se gestionó este relevo no fue la correcta —por su forma y su inoportunidad— vemos ahora cómo la propia dirección local de NC nos da la razón. Y lo hace reconociendo explícitamente que el proceso “no fue el más deseable”, que coincidió con una difícil situación personal de la compañera afectada y que, en efecto, no se gestionó como debió hacerse. No es poca cosa.
Aceptar públicamente los errores cometidos —y hacerlo sin eufemismos— siempre suma, aunque llegue tarde. En política, pedir disculpas es poco frecuente, y más aún hacerlo con nombre y apellidos, reconociendo trayectorias, méritos y aportaciones. Celeste López no fue una más. Su trabajo, especialmente al frente del área de Hacienda, dejó logros tangibles como la cancelación de la deuda histórica del Ayuntamiento, y su dedicación durante más de dos décadas no merece ser empañada por un cierre atropellado.
La nota difundida por NC, avanzada íntegramente por este medio digital, no solo repara una herida, también permite pasar página sin ocultar lo ocurrido. El cierre en falso de un ciclo político suele dejar grietas que a veces terminan desgarrando estructuras internas. Esta vez, el cierre —aunque tardío— se ha hecho con cierta elegancia y eso también es de agradecer.
Con todo, este episodio debe dejar una lección: el fin no siempre justifica los medios, y menos aún cuando se trata de personas con una trayectoria reconocida. Las decisiones estratégicas no pueden deshumanizar los procesos internos ni aplastar los vínculos construidos con años de militancia. La política municipal, más que en ninguna otra escala, se hace con la gente y para la gente. No se puede predicar diálogo hacia fuera y ejercer verticalidad hacia dentro.
Ahora, con las diferencias aclaradas, la formación canarista afirma mirar al próximo Congreso Nacional con unidad, rumbo y cohesión. Bienvenidas sean esas palabras si se traducen en hechos. Porque no basta con proclamar que se avanza desde la confianza y el respeto; hay que demostrarlo, una y otra vez.
Y, aunque la herida pudo haberse evitado, si el cierre sirve para fortalecer las bases democráticas del proyecto político, entonces, como dice el refrán, nunca es tarde si la dicha es buena.


























C.Santana | Viernes, 18 de Julio de 2025 a las 16:05:17 horas
Recordatorio para aquellos@ que se encuentren despistado, qué los últimos cuatro años de ligeslatura sólo gobernó "" dos años "
Qué les pilló una "" pandemia "" que paralizó al mundo entero y además "" una deuda "" de muchos millones que había que pagar poco a poco hasta el año 2032 y NC lo pagó 10 años antes .
Debemos analizar para después opinar .
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