La Pardilla

Los vecinos de La Pardilla tienen motivos para estar cabreados por el cierre del acceso al barrio desde la GC-1. Los vecinos de Telde, todos, los 103.000 habitantes del municipio, incluidos los de La Pardilla, llevamos años cabreados, muchos años, por los atascos diarios entre los centros comerciales de Jinámar –Las Terrazas y El Mirador- y el Cruce de Melenara, en los dos sentidos de la circulación de la GC-1.

Después de años de zozobra,  de atascos que se convierten eternos cuando se producen accidentes, al fin se han tomado algunas medidas que, como estamos comprobando, tampoco solucionan el problema. Ni mucho menos. Un problema, ojo, que no solo sufrimos los teldenses y los valsequilleros, si no la población de Gran Canaria que usa la autopista del sur.

La medida, sentido Las Palmas, de impedir el acceso a la GC-1 desde la rotonda Las Terrazas a la altura del Barranco Real no ha resuelto absolutamente nada. Las peloteras por las mañanas son idénticas. El motivo es que ese cuarto carril, para que oxigenara la circulación, tendría que conectar con la GC-1 inmediatamente después del barranco de Jinámar. Para ello, habría que hacer  una obra. Mientras tanto, sigue cumpliendo la función para la que se creo: acceder a Jinámar desde el sur.

La otra medida, sentido Sur, la que ha cabreado a algunos vecinos de La Pardilla, sí resulta algo más efectiva. Es indudable que se oxigena un poco la circulación, pero la densidad de tráfico sigue siendo muy elevada en hora punta. El cierre del acceso a La Pardilla facilita el acceso a Telde, al vial costero y a los barrios de La Estrella, La Garita, Las Remudas. Y desde ahora, también es el acceso para los residentes de La Pardilla. ¿Que tardan tres minutos más en acceder al barrio? Pues sí, pero hasta que no se adoptan las medidas estructurales proyectadas, es un mal menor.

¿Qué me ha motivado a redactar esta opinión? Las declaraciones del alcalde de nuestra ciudad, Juan Antonio Peña, que este miércoles he leído en TELDEACTUALIDAD. Ha tenido la ocurrencia de proponer –con el objetivo de volver a abrir el acceso a La Pardilla-, la reducción de la velocidad a 60 kilómetros por hora en ese cuarto carril. Con todo el respeto al alcalde que, creo, no lo está haciendo mal en líneas generales, esa reducción que propone es una pamplina, ya que difícilmente se superan los 70 kilómetros en ese tramo. 

La medida provisional de cerrar el acceso a La Pardilla se tomó tras varias reuniones de técnicos con responsables políticos. Y contó con el visto bueno de Telde. Lo que no es de recibo es que ahora, para quedar bien, diga lo que ha dicho. Hay que ser serios. Cuando se gobierna se toman medidas, aunque sean impopulares. El bien general tiene que prevalecer sobre el particular.

Lo que tiene que promover Peña es una protesta masiva de Telde en peso, con el apoyo de Valsequillo y los municipios del sur y sureste, para que el Gobierno de Canarias y el Cabildo, de una puñetera vez, liciten la obra integral proyectada para mejorar ese tramo de la GC-1, que sufrimos a diario más de un cuarto de millón de grancanarios.

Posdata. ¿Y con el punto negro de la rotonda de El Calero, qué piensa hacer, alcalde?

Luis Socorro es periodista y vecino de Telde.