
El ascenso de la Unión Deportiva Telde a la Tercera RFEF es, sin duda, una gran noticia para el deporte local. Pero reducir este logro a una simple victoria deportiva sería quedarse en la superficie de una historia mucho más profunda: la de una entidad, que atesora 60 años de vida, que se negó a desaparecer del mapa futbolístico y emocional de Canarias.
La UD Telde no solo ha vuelto a una categoría nacional; ha recuperado su dignidad, su propósito y su lugar en el corazón de un municipio que, durante años, la vio alejarse de lo que un día fue. El mérito no es exclusivo de los goles o las tácticas, sino de un puñado de personas que, cuando el club estaba en su momento más oscuro, decidieron apostar por reconstruirlo desde cero.
No es habitual que un grupo de jóvenes asuma la dirección de un club casi desahuciado. Menos aún que lo haga con visión, perseverancia y una idea clara: devolver a Telde el orgullo de tener un equipo que lo represente, no solo en el campo, sino en los valores que transmite.
Este ascenso es una lección de comunidad, de creer cuando nadie cree, de trabajar cuando no hay garantías, de resistir cuando otros tiran la toalla. Es una prueba de que el deporte sigue siendo, en su forma más auténtica, una herramienta de transformación social. Porque el fútbol también puede ser eso: un proyecto educativo, un escudo emocional, un punto de encuentro generacional.
Y como si el destino quisiera cerrar el círculo, esta misma semana las viejas glorias de la UD Telde se reencontraban en La Breña en un acto de confraternización, demostrando que la historia del club no solo se escribe en el presente, sino que se honra mirando al pasado. Aquel legado, forjado en botas de barro, en gradas de cemento y en corazones azules y blanco, sigue muy vivo.
Desde TELDEACTUALIDAD, que hemos seguido en esta temporada el día a día del equipo gracias a la extraordinaria colaboración y talento del joven periodista deportivo Juan Antonio Hernández, le damos la horabuena a la directiva, al cuerpo técnico, a los jugadores… y sobre todo a la afición. Esa que, aunque silenciosa en muchas etapas, nunca terminó de abandonar del todo el sueño azulón. Que este regreso sirva como recordatorio de que Telde también sabe resurgir, también sabe creer y también sabe ganar.
Sí, somos de Tercera. Pero lo que celebramos hoy está muy por encima de una categoría. Lo que celebramos es el regreso de una identidad. Y eso, no se asciende. Se construye.
Antonio galvan | Miércoles, 11 de Junio de 2025 a las 09:53:39 horas
Jose rafael más pelota. No puede ser .te merece un Oscar al mejor **** LOTA
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