El espejismo de la renovación de NC Telde

En el último comunicado de Nueva Canarias de Telde, se habla de "renovación". De una transformación interna necesaria, según dicen, tras el descalabro electoral de mayo de 2023. Aquel que redujo a la mitad su representación en el Ayuntamiento de Telde, pasando de ocho a cuatro concejales. Pero lo que realmente refleja ese texto es otra cosa: una maniobra para desviar responsabilidades y blanquear errores pasados sin asumirlos.

Resulta profundamente inquietante —por no decir insultante— que el discurso oficial del partido insinúe que las culpas del varapalo electoral deben cargarlas figuras como Carmen Hernández, Celeste López o Agustín Arencibia, mientras se absuelve tácitamente a quienes ahora están al frente del comité local, José Luis Macías y Sergio Suárez como presidente y vicepresidente primero, respectivamente, pese a que formaban parte activa del mismo equipo político que perdió la confianza de la ciudadanía.

No hablamos de meros acompañantes. José Luis Macías ejerció como asesor directo de la alcaldesa Carmen Hernández, en una posición clave dentro del núcleo de toma de decisiones. Por su parte, Sergio Suárez fue primero cargo de confianza del gobierno municipal y luego concejal durante el último año y medio del mandato, tras la dimisión de Auri Saavedra. En resumen: no son recién llegados ni observadores externos. Son copartícipes plenos del modelo político que los votantes castigaron en las urnas.

¿Dónde queda la autocrítica? ¿Dónde está la coherencia política y moral? ¿Cómo puede hablarse de renovación cuando los renovadores son en realidad corresponsables del declive? Macías y Suárez no emergen de una ruptura ni de una limpieza interna: son parte del problema, no la solución. No basta con cambiar nombres en los cargos si las prácticas políticas permanecen intactas.

Y por si fuera poco, la forma en que se ha gestionado la destitución de Celeste López como portavoz del grupo municipal ya trasciende lo político. Es un escándalo institucional. Utilizar su firma digital sin autorización mientras se ausentaba por un asunto familiar delicado no solo es una indecencia: puede rozar lo delictivo. Sin embargo, ni una disculpa. Ni un gesto de rectificación. Solo huida hacia adelante y silencio ensordecedor desde la dirección nacional. Sólo Agustín Arencibia y Minerva Alonso han tenido la valentía de decir públicamente lo que piensan. Hay otros que rechazan abiertamente el proceder con López, pero no se atreven a airear su opinión.

Esta no es una crisis por las formas. Es una crisis por la falta de valores, por el oportunismo, por el descaro con que se pisotea la trayectoria de quienes construyeron durante años el proyecto político de NC en Telde. Si el partido no es capaz de mirar hacia adentro y reconocer la corresponsabilidad de todos, especialmente de quienes hoy empuñan la bandera de la "renovación", lo único que renovarán será su desconexión con la ciudadanía.

Porque si algo está claro es que la ciudadanía ya no se deja engañar con fuegos artificiales. Y la militancia, la que queda, tampoco. Si esta es la regeneración que prometen, más vale que dejen paso antes de seguir enterrando lo que un día fue una alternativa política con sentido para Telde.

Carmelo Ojeda es director de TELDEACTUALIDAD y VALSEQUILLOACTUALIDAD. Fue redactor de Canarias7 en Telde durante 20 años, es catedrático de Greografía e História y posee un Máster en Comunicación y Periodismo Digital.