'El Rincón Canario', de la teldense Araceli Pérez, renace tras la riada en Valencia

El pasado domingo 27 de octubre de 2024, Raúl y Araceli Pérez, ella natural de Teld, cerraron su restaurante El Rincón Canario en Aldaia como si fuera un día más. Pero dos días después, la DANA que azotó con fuerza la Comunidad Valenciana se convirtió en una tragedia que arrasó por completo su negocio, su segundo hogar y el proyecto de vida que habían construido durante 24 años.

El agua superó el metro de altura y lo único que pudieron salvar fue la cafetera. Todo lo demás quedó destruido. Habían invertido hasta el último recurso en una reciente reforma del local. “Fue el apocalipsis”, declaró entonces Araceli. Afortunadamente, ambos lograron ponerse a salvo, algo que no pudieron decir muchos vecinos del municipio, donde se lamentaron víctimas mortales.

A pesar del golpe, no se rindieron. La pareja encontró consuelo y fortaleza en un huerto familiar que Raúl había creado años atrás para ayudar a su madre tras una pérdida. Ese espacio, también cubierto de barro tras la riada, resurgió con fuerza, convirtiéndose de nuevo en un rincón de esperanza y abastecimiento para la cocina.

Días atrás, El Rincón Canario ha vuelto a abrir sus puertas, con alma renovada y con el espíritu de lucha de quienes no se dejaron vencer, según informa el digital Levante. En cada plato que sirven —de papas arrugás, tomates, alcachofas, queso o gofio— hay un pedacito de historia, esfuerzo y resistencia.

Este testimonio de superación nace de una situación dramática que no debe olvidarse. El 13 de noviembre de 2024, TELDEACTUALIDAD informaba de que el restaurante El Rincón Canario, ubicado en la zona cero de la DANA en Aldaia (Valencia), había quedado totalmente destruido. Araceli Pérez, copropietaria junto a su marido, lamentaba haberlo perdido todo justo después de una gran inversión en su reforma.

La pareja reclamó entonces ayuda para reponer la maquinaria básica y volver a trabajar, ya que no contaban con otro sustento. La divulgación por este medio de su situación movió a muchos teldenses a prestarle auxilio y colaboración.