Statistiche web
El tiempo - Tutiempo.net
695 692 764

Viernes, 26 de Septiembre de 2025

Actualizada Viernes, 26 de Septiembre de 2025 a las 14:37:11 horas

Camino hacia la desmemoria (CIII)

Los Llanos de San Gregorio: fe y tradición de un pueblo laborioso

Reflexión del cronista oficial de Telde, Antonio María González Padrón, licenciado en Geografía e Historia

ANTONIO MARÍA GONZÁLEZ PADRÓN Jueves, 24 de Abril de 2025 Tiempo de lectura: Actualizada Jueves, 24 de Abril de 2025 a las 20:22:37 horas
Procesión del Vía Crucis de la pasada Semana Santa en Los Llanos/Iris Morales/TA.Procesión del Vía Crucis de la pasada Semana Santa en Los Llanos/Iris Morales/TA.

El hombre no vive de otra cosa que de la religión o de ilusiones. (Giacomo Leopardi, escritor italiano).

 

Esta escueta cita nos da pie a rememorar un cúmulo ingente de hechos [Img #979636]y acciones que tuvieron como marco geográfico el entramado urbano de Los Llanos de San Gregorio, sector popular y mercantil de la actual ciudad de Telde. Sus pobladores, mujeres y hombres de las más diversas procedencias y status social, desde simples obreros hasta acaudalados exportadores-cosecheros pasando por emprendedores comerciantes, supieron crear, a través de los siglos, una amalgama de gestos comunales con gran valor etnográfico y por ende cultural. En el presente artículo nos referimos a aquellos que bajo el epíteto de religiosos forman parte de la memoria colectiva de los lugareños.

 

El desarrollo urbano de Los Llanos surge a partir de la construcción de una pequeña ermita dedicada a San Gregorio Taumaturgo y Nuestra Señora, bajo la advocación del Buen Suceso. El solar circundante pasó de explanada de tierra apelmazada a plaza pavimentada en las primeras décadas del presente siglo, conservando hasta la mitad de los años cincuenta su también función primigenia de mercado. Ya desde el siglo XVI, XVII y XVIII, existe constancia documental de actividades cívico-religiosas y procesiones, más o menos sonadas, con las imágenes de San Gregorio, Nuestra Señora del Buen Suceso y Santa Rosalía. Una de las referencias más antiguas sobre dichos festejos data de 1675, fecha ésta en que Beatriz Hernández, mujer devota, deja impuesto un aniversario yendo en procesión desde la parroquia San Juan a la ermita de San Gregorio con ministros y ha de hacerse procesión alrededor de la Iglesia con la imagen de Nuestra Señora del Buen Suceso. 

 
Zuaznavar y Francia reseña en su célebre Diario de Telde (1805-1806), como el día 27 de diciembre de 1805 por la tarde hubo mogiganga al regreso de doscientos burros que volvían de la Isleta con malpéis para la iglesia nueva que se está construyendo en Los Llanos.  

 

Otros datos de carácter histórico fueron aportados por el Dr. Hernández Benítez, que en su obra Telde (1959), recoge lo que el cronista Romero Ceballos relata como acontecido en 1807, cuando se trajo desde Las Palmas la imagen lujanesca del Santo Taumaturgo: Y que con tal motivo, se llevaron a cabo diversos festejos públicos en la ciudad de Telde, que duraron nueve días, en ellos hubo representación de comedias, fuegos artificiales y otros muchos entretenimientos, tan diversos que no se recordaba haber visto cosa igual; asistieron el corregidor y el alcalde.  

 

Todas las noticias provenientes de los tiempos pretéritos no tienen por qué ser obligatoriamente del pasado más o menos remoto. Cada día surgen ideas que al llevarse a la práctica pueden llegar a adquirir de acervo. Esto fue lo que sucedió con una serie de actos, unos rutinarios, tañer campanas y otros devocionarios, procesiones, visitas al Santísimo, que jalonaron la vida de los feligreses de la parroquia de Los Llanos.


El año, con sus doce meses, sus cuarenta y ocho semanas y sus 365/6 días llenaban en la cotidianidad de la misa de madrugada: 6.00 a.m. el Ángelus; a las 12.00 a.m. y 20.00 p.m. a un encuentro continuo con la comunidad. A ello había que sumarle el complicado lenguaje de las campanas. Éstas sonaban igual número de veces que horas marcaba el reloj. ¡Ya está Manolito Guerra tocando las 12! Pero había toques que por sus características especiales de sonido y frecuencia recibían nombre propio. Así los había:

a) toque del alba o del amanecer. Nueve grandes con intervalos, hasta dejar de oírse el último toque.

 
b) de rogativas. Realizado a fin de pedir a la divinidad, lluvia, tanto para que viniera como para que cesara. Apaciguamiento o cese de epidemias, plagas de cigarrón, etc. Este toque duraba media hora, alternándose dos grandes y una mediana, ambas de forma pausada.

 

c) arrebato. Toque de alerta destinado a que el vecindario socorriera al semejante en alguna desgracia, casi siempre incendios -idénticas al anterior, pero con una rapidez casi frenética.

 

d) el llamado de visita pastoral, casi siempre del Rvdo. Señor Obispo. Repique prolongado y vivaracho, conocido también como el toque de gloria.

 

f) de bautismo. Se realizaba tan pronto como el neófito recibía las aguas.

 

g) salida del santísimo sacramento; para la extremaunción de moribundos o enfermos, se tocaba una campanada grande y otra pequeña en el momento de pisar la calle el portador del Viático, que iba siempre acompañado de dos monaguillos, uno de los cuales portador de un pequeño campanil que era agitado continuamente para avisar a los transeúntes de que pasaba Tal Alto Señor, y, por lo tanto, deberían ponerse de rodillas y persignarse agachando ligeramente la cabeza. El otro acólito llevaba un farolillo encendido para reafirmar la presencia de la forma sagrada.

 

h) toque de muerte o difuntos; tañido seco, duro y pausado, con diferencia según fuera hombre o mujer, ya que los infantes no tenían tal privilegio. Nueve eran los toques para el varón y siete para las féminas. Esta cuestión se llevaba a cabo desde el momento mismo del óbito hasta el anochecer.

 

i) doblaba; tres veces al comienzo y durante la media hora siguiente dobles pausados. En los segundos se repicaba a gloria en el momento de la llegada de la caja blanca a la Iglesia Parroquial. El domingo por ser el día de la celebración de la resurrección de Jesucristo, estaba terminantemente prohibido el doblete de difuntos.
j) toque de funeral; se realizaba al comienzo con su toque. Al existir funerales de primera, segunda y tercera, variaba el número de toques. Así, en el de primera, el tañido de las campanas duraba una media hora, en el de segunda y tercera aun utilizando el mismo espacio de tiempo, los toques iban decreciendo en números.


k) de aniversario o réquiem; idéntico al de los funerales.


l) procesión; se repicaba desde la salida hasta la entrada de la Santa Imagen, menos los jueves y viernes Santos, que se ponía en funcionamiento un artilugio de madera conocido por la matraca, cuyo sonido era seco y su ritmo continuado. De ahí la expresión popular: ¡Este niño me tiene harto, esta como una matraca!
Durante las procesiones de La Burrita, Corpus Christi, y Santísimo Cristo del Altar Mayor, se mantenía un diálogo entre las campanas de la Matriz de San Juan Bautista y ésta de San Gregorio Taumaturgo.


ll) los llamados toques de misa; han sido otros de los que sufrieron alteración o reforma tras el Concilio Vaticano II. Según Monseñor Pildaín Zapiaín era la verdadera llamada del Señor. El primer toque se realizaba cuarenta y cinco minutos antes de la celebración litúrgica, el segundo treinta minutos antes y el tercero sólo a quince minutos del comienzo de la misa. Dependiendo de que coincidiera o no con otras celebraciones del precepto irían aparejados a otros toques.


m) toque de consagración; momentos antes del alzamiento de la Forma Sagrada se tocaba una campana grande, limpia y sonora. Todos dentro o fuera del templo se ponían de rodillas. A este primer toque le seguían cinco campanadas pequeñas. Y para finalizar otro toque fuerte.

 

n) salmos o vísperas; antes de las misas de madrugada, o solemnes, repique seguido de toques de la mediana más dos toques de la pequeña, contiguos y rápidos durante unos quince minutos.


Manifestaciones públicas de fe, sin igual, eran las procesiones. Las había de todas clases, formas y recorridos. Muchos iban a ellas para cumplir provistos de ternos, chaqueta, chaleco y pantalón, éste último corto hasta los 15 años. Y las chicas con la tradicional mantilla blanca canaria. Unas señoras con mantilla negra, otras, con el velo de misa, toquilla, y, las más sofisticadas, con peineta y mantilla española de encajes y blondas.

 

A ambos lados del trono se disponían en largas colas de a dos, los hombres a la derecha y las mujeres a la izquierda. Procesiones sonadas eran La del Santo Patrono, cada 17 de noviembre. Salía San Gregorio acompañado de la copatrona Nuestra Señora del Buen Suceso y Santa Rosalía. Partía de la Iglesia Parroquial, avanzando por las calles Juan Diego de la Fuente, en cuya confluencia con la de Ruiz, avanzaba por el camino del Caracol y en el lugar conocido como planta de la luz se le hacía reverenciar al campo, tras pedir el sacerdote y el presidente de la Heredad de Aguas de la Vega Mayor que el Santo tuviera a bien bendecir los campos. Durante todo el recorrido, desde las aceras, azoteas, balcones y ventanas se lanzaban puñados de trigo a la cara del Taumaturgo. Con ello se quería incitar al santo en su intercesión y benevolencia para que las lluvias benefactoras llegaran con prontitud y generosidad. Dejando la angosta y longa calle Ruiz atrás, se ascendía por la antigua calle General Franco y Mola desde el Abrevadero hasta la plaza, en donde los feligreses se despedían no sin antes desfilar a los numerosos animales que habían sido expuestos en la feria de ganado. Después de la entrega u ofrenda al Santo, ofrecida por el señor Alcalde-Presidente, concluía la procesión que había dado comienzo a las 13.00 p.m.


Otra procesión de gran tradición en Los Llanos de Jaraquemada fue la llamada Procesión de Marinos. Hasta los años treinta los marinos de Gando, Melenara y la Garita vivían en las llamadas calles de Marinos, en torno a la actual María Encarnación Navarro. Estos hombres de la mar profesaban gran devoción a la pequeña imagen de Nuestra Señora del Buen Suceso, a la que sacaban en andas cada lunes de Pascua de Resurrección. Para agradecer a la Señora las buenas mareas y el pescado abundante, levantaban arcos de palmas, flores y frutas, que daban un variopinto colorido a las tortuosas y empedradas calles de ese sector de Los Llanos Tanto los portadores de la Imagen como la mayor parte de los asistentes, iban descalzos. Al concluir la procesión se acercaban hasta su altar, y, allí, depositaban frutos de la mar y pequeños exvotos en forma de barcas confeccionadas en papel, caña, madera y algunas veces de plata, estos últimos vendidos para afrontar los gastos de la construcción del nuevo y definitivo templo neoclásico.


Durante la Semana Santa la actividad procesional alcanzaba un frenesí inusual en otras épocas del año. El Domingo de Ramos, se bendecían los palmitos y ramos de olivos que iban a blandirse por las calles de la ciudad mientras se gritaba: ¡Hoshanan al hijo de David!¡Bendito El Que viene en nombre del Señor! En medio de la exaltación de chicos y mayores pasaban la Burrita, y, Cristo sobre ella en actitud de bendecir. Esta imagen tan querida por todos pertenecía a las dos parroquias, San Juan Bautista y San Gregorio, guardándose en San Juan y enviándose a San Gregorio cada víspera para que de allí partiera hacia el barrio de abajo.

 

El miércoles Santo tenía lugar la Procesión Magna, llamada también del Encuentro, participaban en ella las esfinges de San Juan el Evangelista, María Magdalena, La Verónica, Simón Cirineo, el Nazareno y Nuestra Señora de los Dolores. Tal cúmulo de imágenes representaban de forma teatral El Santo Encuentro entre el Cristo con la cruz a cuestas y su madre. Relatemos aquí como transcurría el evento.

 
Salía de la parroquia Jesús Nazareno ayudado de Simón Cirineo, colocándose delante de la plaza, La Verónica y María Magdalena junto a San Juan bajaban por las calles Juan Diego de la Fuente, Betancor Fabelo y Ramos Galván. Mientras, la Virgen de los Dolores hacía el mismo recorrido pero llegando a la calle del Abrevadero, tras caminar un trecho de la calle Ruiz. Llegado a la farmacia de don Carmelo Flores, San Juan subía en solitario la calle General Mola hasta encontrarse con el Nazareno. Algo después subían María Magdalena y la Verónica, que, acercándose al Señor sudoroso y martirizado, le limpiaba el rostro, descolgándose un lienzo, obra de Arencibia Gil, que representaba tres veces la Santa Faz. Al concluir este episodio, San Juan corre presuroso al encuentro de María Virgen de Dolores y le comunica que ha visto a su Hijo. María avanza con el predilecto al encuentro de su Hijo. Casi al final del trayecto la Verónica muestra a la Virgen el paño con la Santa Faz, y, juntos, suben para acompañar al Hijo Bien Amado en la hora de su vía crucis. Todas las escenas eran relatadas por el señor cura párroco. Las lágrimas corrían no sólo por las caras de las imágenes, sino por las de los cientos de feligreses que asistían emocionados al acto. Después, todos los tronos bajaban por la calle General Mola y entraban por Ruiz para subir por Juan Diego de la Fuente hasta la iglesia.

 

Jueves Santo, día de gran recogimiento, a nadie se le ocurría ir en mangas de camisa o sin tocar. Jamás se abrían los bares, ni cines, no se escuchaba la radio, no se cantaba, y, mucho menos, se tocaba un instrumento musical. Este silencio se prolongaba hasta el domingo de Resurrección.

 

Junto al monumento que se realizaba en el altar mayor con toda suerte de objetos de plata, alpaca, plata meneses y cirios de cera, oraban los numerosos miembros de las cofradías, de Nuestra Señora de la Caridad de San Rafael, Hijas de María de los Sagrarios, Hijas de la Inmaculada Concepción de María, del Rosario, de los Dolores, del Buen Suceso, del Sagrado Corazón del Jesús, del Perpetuo Socorro, destacando entre todos los varones de la Adoración Nocturna, el penitente y devoto don Nicolás Espino Aguilar. También acompañaban al Santísimo los Cruzados de los jóvenes de Acción Católica.

 

El Viernes Santo, tras el sermón de las Siete Palabras, que era explicado con la fogosa oratoria de algún canónigo catedralicio, recuérdese al Dr. José Azofra del Campo, la procesión del Crucificado con San Juan Evangelista, María Magdalena y la bellísima Imagen de Nuestra Señora de los Dolores salida de la gubia del escultor llanense don Silvestre Bello. Completándose la jornada con la Procesión del Retiro, con San Juan y la Dolorosa. Después, el entierro, previo descendimiento del Cristo de la Cruz. Para ello la imagen del Señor tenía paños engomados a la altura de los hombros, lo que hacía que sus brazos fueran móviles. Dicha imagen, modificada por Arencibia Gil, forma parte hoy del ajuar de la parroquia de Ejido.


Otras muestras de la devoción llanense fueron las llamadas Fiestas de Mayo en honor de la Santísima Virgen. El trece de mayo, la Virgen María, bajó de los Cielos a Coba de Iría, estribillo éste que cantábamos en escuelas, hogares, plazas e iglesias. En las casas, y en otros muchos lugares, aulas, se levantaban pequeños altares con imágenes de Fátima, Lourdes, Los Ángeles. No importaba la advocación, cada uno lo hacía con la que tenía. Monumentos a la Madre entre nubes rosas, blancas y azules de tul. Las azucenas, los lirios, nardos, calas y gladiolos aromatizaban el ambiente. Los niños y niñas representaban autos sacramentales, en los que algunos vestían de ángeles con sendas alas de plumas naturales. También era mayo el mes de la Cruz. Concretamente, el día tres se exaltaba el Madero Santo, colocando crucecillas de flores en frontis o fachadas. No había casa por humilde que ésta fuera, que, bien con flores de jardín o simples ramos silvestres, no confeccionara una de ellas, desde que llegaran, al final de la década de los cuarenta, las hijas de don Bosco. También recorrieron las calles principales del barrio y aledañas de la Urbanización Ascanio los tronos de María Auxiliadora, San Juan Bosco y Santo Domingo Savio.

 

Llegado el mes de junio nos preparábamos para el día de Corpus Christi. El serrín, la arena, la sal y los pétalos de las más diversas flores servían de materia prima para confeccionar bellísimas alfombras, muestras del arte popular y la devoción al Santísimo. Todas las familias competían por realizar la más bella. También existía pugna entre los Scout y los camaradas de la Organización Juvenil Española y las chicas de la Sección Femenina. Muchos hogares abrían ventanales y zaguanes para hacer con la más noble mantelería de lino y calados, un altar digno para que El Señor descansara a lo largo de su procesión, ésta varió con el tiempo, organizándose en diversos recorridos.

 

El día trece se celebraba la festividad de San Antonio de Padua, de gran tradición en Los Llanos. Los diferentes panaderos y panaderas del lugar llevaban hasta la iglesia canastas con panecillos muy pequeños, que, tras ser bendecidos, eran obsequiados a la feligresía, que los guardaba de año en año.


Muchos pensarán que nos hemos dejado tradiciones tan arraigadas como El cordón de San Blas, remedio infalible para los males de garganta. Las velas de Nuestra Señora de la Candelaria. Los escapularios del Carmen que tenían la facultad de sacar a las almas del purgatorio. Los enrames de nichos y sepulturas. El recordar a las almas del purgatorio colocando velas de corcho flotando en un recipiente con aceite de oliva. Recibir, al menos una vez al mes, la capillita portátil de madera con la Santísima Virgen en su interior. La ceniza depositada en las frentes como señal de penitencia. El besa pie del Niño Jesús. La ejecución de los portales de Belén. La exposición y veneración de la Santa Reliquia de San Antonio María Claret. La muestra pública del báculo, mitra y capa pluvial del beatísimo obispo Padre Codina. Y así un larguísimo etc. Manifestaciones de fe, hechas tradición por el paso de los años.

Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.130

Todavía no hay comentarios

Publicidad

X
Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.