
Cuatro operarios de la empresa pública Tragsa han procedido en los últimos minutos a la retirada de las dos bañeras metálicas y de los restos de una puerta, también metálica, que habían sido dejados en el cauce del barranquillo de Salinetas tras los trabajos de ahondamiento ejecutados en días recientes, tal y como denunció TELDEACTUALIDAD esta misma tarde.
Esta intervención de urgencia se produce después de que la Policía Local de Telde, junto con Protección Civil, alertara sobre el peligro potencial que representaban estos elementos para el desagüe de la escorrentía, especialmente ante la previsión de lluvias intensas en las próximas horas debido al paso de una nueva borrasca sobre el Archipiélago.
La actuación de Tragsa en el barranquillo, destinada a mejorar el flujo del agua y prevenir inundaciones, generó polémica al detectarse que dos grandes piezas metálicas, empleadas en las labores de limpieza y ahondamiento, habían quedado abandonadas en pleno lecho del cauce. Esta situación resultaba especialmente sensible en un punto crítico, donde el pasado 3 de marzo se produjo un desbordamiento que anegó garajes colectivos y particulares en la zona.
La paradoja no pasó desapercibida: los trabajos de prevención terminaban generando nuevos riesgos al dejar obstáculos que podían bloquear el flujo natural del agua en caso de lluvias torrenciales.
Tal y como informó TELDEACTUALIDAD, los trabajos de limpieza del barranquillo de Salinetas se iniciaron tras los graves daños ocasionados por la última DANA. A través del Consejo Insular de Aguas del Cabildo de Gran Canaria, Tragsa desplegó tractores, maquinaria pesada y operarios para retirar sedimentos acumulados durante años que obstruían la desembocadura hacia la playa.
La zona había registrado episodios de gran impacto, como el arrastre de contenedores hasta el mar, afectaciones en viviendas y la desaparición de un vehículo, que si bien ya ha sido localizado bajo las aguas, permanece sumergido.
Esta intervención puntual en el barranquillo de Salinetas se enmarca dentro de las acciones que el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, anunció recientemente para adaptar las infraestructuras hidráulicas al cambio climático y mejorar la capacidad de respuesta ante fenómenos meteorológicos extremos, cada vez más frecuentes en las islas.
Con la retirada de las piezas metálicas, se busca ahora garantizar que el cauce esté totalmente libre de obstáculos para evitar nuevos desbordamientos y proteger tanto a los residentes como a las infraestructuras de la zona.
Reportaje gráfico de la retirada de los materiales metálicos dejados en el barranquillo de Salinetas



























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