Rafael Calvo, entrenador del CB telde JFA (Foto: Juan Antonio Hernández)El entrenador del CB Telde Joel Freeland Academy, Rafael Calvo, afirmó sobre la derrota ante el CB Las Palmas que el equipo no estuvo a la altura del reto, especialmente en defensa. “Probablemente fue nuestro peor partido defensivo del año”, declaró, reconociendo que se trataba de un encuentro clave para mantener vivas las opciones de entrar en la fase final.
Indicó que la valoración “ha de ser negativa” por la contundencia del marcador y la importancia del partido. No obstante, destacó que “siempre se gana o se aprende” y que el análisis será “útil” de cara a la última jornada frente a San Isidro. “Haremos autocrítica esta semana para afrontar el último partido con todas las garantías de intentar competir contra el segundo clasificado”.
Reconoció que sus jugadores no lograron imponer su juego ni controlar los ritmos del encuentro. “Nos condicionó jugar en una cancha de prestaciones complicadas: poca luz, poco espacio, dimensiones especiales… Eso afecta”. Añadió que, pese a que la ejecución no fue “del todo mala”, faltó claridad: “No estuvimos lo lúcidos que teníamos que estar para hacer las lecturas correctas y ser más contundentes cerca del aro”.
El técnico explicó que el CB Telde no encontró equilibrio entre el juego interior y exterior: “Fuera tampoco estuvimos acertados. Hicimos un 3/25 en tiros de tres, un porcentaje paupérrimo para un partido de esa exigencia”. Subrayó la diferencia clave del partido: el acierto del rival. “Hicieron un partidazo brutal. No solo por su filosofía de juego, muy enérgica y con mucho ímpetu, sino también por el acierto que tuvieron: meter 15 triples de 26 es una barbaridad”.
Comparó esta actuación con la derrota anterior ante el CD Mensajero, “donde competimos hasta el final. Esta vez, no”. Añadió que “muchos” de los triples del CB Las Palmas llegaron tras “errores previos” que generaron lanzamientos de “alto porcentaje”.
Sobre el rival, no expresó sorpresa por su intensidad, pero sí por su efectividad: “Sabíamos que era un equipo que peleaba todo el partido y no se dejaba influenciar por el marcador. Lo más sorprendente fue su acierto colectivo”.
Respecto a la clasificación, indicó que aún hay “opciones reales”, aunque ya no dependen de sí mismos. “Todo es posible. Tenemos que rendir mejor que el rival y esperar que se dé algún resultado. No sería la primera vez que en la última jornada ocurre un milagro”. En cuanto al estado anímico de la plantilla, se mostró tranquilo: “Están entrenando como si hubieran ganado de 30. Nadie ha bajado los brazos. Hay ánimo de revancha personal para mejorar lo que hicimos el viernes”.
Por último, asumió que el partido contra San Isidro será muy exigente: “Nos vamos a encontrar con un contrincante que querrá sellar su segundo puesto en casa de forma contundente. Nosotros tenemos que dar nuestra mejor versión”.



























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