
Era previsible. La obsesión por el protagonismo llevó a la concejala de Vox, Esmeralda Cabrera, a aprovechar la sesión plenaria municipal para lanzar un discurso cargado de ataques frontales al feminismo y a las políticas públicas que han impulsado decisivos avances en materia de igualdad entre hombres y mujeres. Sin embargo, lejos de obtener reconocimiento, Cabrera consiguió aislarse aún más políticamente, provocando el abandono del Pleno por parte de varios ediles que optaron por no legitimar con su presencia semejantes despropósitos, tal y como adelantó TELDEACTUALIDAD.
Desde sus primeros pasos en la institución, Cabrera demostró cuál iba a ser su línea de actuación: la provocación. Recordemos que se negó a levantarse durante el minuto de silencio por las víctimas de la violencia machista, alineándose de este modo con la postura negacionista de su partido, que insiste en minimizar una de las mayores lacras sociales de nuestro tiempo.
El episodio vivido hoy es un claro ejemplo de la estrategia habitual de Vox, basada en la confrontación, la desinformación y la instrumentalización política del sufrimiento ajeno. Calificar como "feminismo radical" las medidas que buscan garantizar los derechos de las mujeres es, además de irresponsable, profundamente dañino para la convivencia democrática. Negar los logros históricos alcanzados en materia de igualdad y acusar al movimiento feminista de fomentar el "adoctrinamiento" y el "despilfarro" es tergiversar intencionadamente la realidad.
El feminismo no es un enemigo, sino un aliado indispensable para lograr una sociedad más justa e igualitaria. La actitud de la concejala Cabrera y su partido, lejos de aportar soluciones, solo profundiza la polarización y evidencia la incapacidad para entender los verdaderos desafíos de nuestro tiempo.
La igualdad de género no debería estar sujeta a debate partidista. Es un principio democrático básico que merece ser defendido desde todas las posiciones políticas. Cabrera optó por el ruido mediático en lugar del compromiso institucional, demostrando así que Vox sigue caminando contracorriente y sin rumbo claro en un asunto fundamental para nuestra sociedad.
Blas Piñar | Miércoles, 12 de Marzo de 2025 a las 10:39:05 horas
La culpa de que esta inepta esté de concejala, la tienen los que votaron por Vox.
En las elecciones al Ayto hay que votar a la persona y no al partido al que pertenece.
En los ayuntamientos NO SE HACE POLITICA, solo GESTIÓN que en un porcentaje elevado está en manos de los funcionarios y trabajadores municipales
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