La playa de Salinetas es un enclave familiar. Un lugar de encuentro en verano, y no solo en verano, en el que todos, que se conocen, departen las últimas novedades, se narran las andanzas de unos y otros, juegan a las cartas y comparten los ratos de la vida. No hay chonis. Es un litoral de familias canarias. Para la gente teldense, también para los que se desplazan desde el casco, justo a eso: a veranear. Todo deja una huella, un saber estar, que luego, en momentos complicados donde reina la urgencia, también se plasma. Ocurrió esta semana.
Cómo el vecindario se echó a la calle a echar una mano, sea por ser directamente afectado o por ayudar al local de la esquina o al prójimo de al lado, dio una señal del espíritu de Salinetas y de la costa de Telde; tremendamente perjudicada por las lluvias torrenciales. Ahí estaba el alcalde, Juan Antonio Peña, dando ejemplo y, de paso, recordando que son los servicios públicos (y no otros) los que nos salvan de las catástrofes. Porque más allá del gesto de las vecinas y vecinos, tan respetuoso y digno de admiración, nunca debemos olvidar que la gente no sustituye al Estado; sea este en forma de consistorio, Gobierno autonómico, cabildo o el Gabinete central.
Cuando sobrevenga el próximo verano, que está casi al caer, se otea ya en el horizonte, lo vivido esta semana en Salinetas y Melenara, se recordará con frecuencia allá cuando se imponga el sol de agosto y las tardes sean tan largas que propicien la parrafada y el cotarro. Algunos lo conmemorarán con tristeza o susto, pero todos (al menos) estarán orgullosos del comportamiento de la población en la costa teldense.
Tanto que nos enfocábamos en el problema urbanístico de Ojos de Garza en relación a las afecciones en materia de costa y la proximidad del aeropuerto, con AENA siempre atenta, y en Salinetas se constata cómo la falta de planificación de los barrancos pueden jugar malas pasadas. Una lección para los gobernantes pues recuerda que no todo vale para fabricar y planear en las islas. Gran Canaria tiene un límite. Asimismo el archipiélago. La naturaleza se encarga de reprochártelo de cuando en cuando. Multa los desmanes del hombre. Y no puede pasar desapercibido. Tenemos que limitar el crecimiento o, de lo contrario, sabemos lo que nos aguarda en este siglo XXI en el que, encima, tenemos pendiente encarar la problemática del cambio climático. Son asuntos muy serios, de primero de gobernanza.
Melenara | Viernes, 07 de Marzo de 2025 a las 08:02:17 horas
Si se lo tenemos que agradecer a los vecino@/s.* no a otros qué no hicieron caso de la limpieza y el mantenimiento de los barrancos * ¿cuánto llevamos los ciudadano@s diciendo qué tuvieran limpió los barrancos y sus mantenimiento? QUIEREN MAS LIMPIAR INVERNADEROS ABANDONADOS POR SUS DUEÑOS PRIVADOS qué mantener los causes de los barrancos * hablando de cauce del barraco de las huesas pasando el puente de la antigua Ikea decenboca a las salinetas * todos los años lo mismo por no hacer un cauce dos días llevan la vía cerrada por no prevenir y hacer un cauce * Gracias Cabildo por dejarnos en el abandono tanto años * lo qué tengo entendido el edificio bahía de melenara los qué nacimos en melenara los conocemos cómo la cooperativa los edificio * tuvieron qué poner dinero o.. una señora para traer un tractor para el taponamiento de barraco* ya qué no recibieron medios por parte de el ayuntamiento *** hasta qué no haya una desgracia no poner en orden los Cauces de los barrancos, ;REFLEXIONAR PROFUNDAMENTE Y NO OLVIDARSE LLEVAMOS MUCHOS AÑOS CON EL MISMO PROBLEMA, QUIZÁS NO TENEMOS EN MENTE LO QUE HAN PASADO EN VALENCIA, USSSD
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