
Ya no quedan palabras para describir esta pesadilla, pero lo que sobra es rabia y dolor al ver la gestión de las autoridades la catástrofe de Valencia. Que aún con la ingente cantidad de muertos y desaparecidos, nuestros dirigentes, la oposición y cualquier miembro de una clase política ya totalmente deslegitimada, haya aprovechado para hacer campaña es de una bajeza absoluta.
Ahora no es el momento de buscar culpables, sino de actuar de una vez. Desplegar la UME, el ejército, la Guardia Civil, la Policía Nacional, la Cruz Roja… En definitiva, todos los cuerpos del Estado para reactivar los servicios básicos, buscar a los desaparecidos, reconstruir accesos o despejar las calles anegadas de barro. Hay una colosal cantidad de tarea por delante muchísima más importante que cobrar facturas, acusar y estar jugando al quién tenía que hacer qué.
Ojo, habrá que hacerlo, pero una vez se resuelva lo más urgente. Aquí muchos tendrán que responder porque lo que se ha visto es negligente. Igual ni dimitir será suficiente. Si merecen castigos penales, que así sea. Y me da igual el color del partido que representan; está claro que han fallado todos. Si desde un primer momento la incompetencia de Carlos Mazón se hace evidente negándose a solicitar el Estado de Alarma para evitar que sea el Gobierno Central el que tome las riendas, pues habrá que pasar por encima de él. Ni protocolos, ni burocracia, ni chorradas.
Porque esta inacción y el abandono que aún seis días después de la tragedia siguen padeciendo los valencianos, quienes, alejados de la mínima dignidad que todo ser humano merece, continúan buscando a sus familiares y conviviendo con cadáveres, es por culpa de la inutilidad de los que toman las decisiones. Y, seguramente también, porque el Gobierno de España y la Generalitat Valenciana poseen diferente signo político. Algo aún más alarmante.
En fin, lo único que queda es mandar un grito de fuerza a Valencia, con el miedo que da sentir que lo peor está por llegar cuando se encuentren los cuerpos de todos los desaparecidos. Y a las autoridades, una súplica. Lo han hecho todo mal hasta ahora, pero no gasten más energía en echar balones fuera. Ni, mucho menos, cuando la atención mediática pase, se olviden de esta pobre gente como hicieron con los palmeros afectados por el volcán, que siguen esperando las ayudas prometidas malviviendo en containers.
Si esto volviera a ocurrir le daría la razón a los que, mientras se preguntan a dónde van a parar nuestros impuestos, claman por un cambio drástico y a la fuerza. Y eso sí que sería terrible.
Ronalld Ramírez Alemán, periodista, fue redactor de Canarias7 en Telde.
Olga Maria Rivero Santana | Lunes, 04 de Noviembre de 2024 a las 21:19:21 horas
¡Ciertamente, lo que toca es volcarse en todas las necesidades tremendas que esta horrible tragedia ha generado y lo que queda por ver! ¡En medio de tanto dolor y fustración, tener presentes también (que no lo solemos hacer) a una gran parte de políticos y políticas, (que no son "las celebritis" que salen a ¡lo que salen en los medios de comunicación!) a los que se les "acallan" e "inmovilizan" , aún siendo sus militantes, ésos que ¡sí lo dan todo por sus gentes, independientemente de "su color político": desde las alcaldías, autonomías, etc. ¡Tendrá que llegar el momento de las responsabilidades y los cambios profundos que se tengan que hacer, es algo de justicia y de renovación total en todo, para que ésto no se vuelvan repetir NUNCA!
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