
Sumar es una carcasa ya. Hace tiempo que lo era. Pero el escándalo de Íñigo Errejón lo ha acelerado todo, ha destapado sin tapujos la evidencia de un movimiento de agrupación que nunca ha sido un partido clásico con implementación territorial. Y ahora solo cabe dos opciones: corregirlo o rendirte a la inercia de la irrelevancia progresiva mientras te devora el PSOE y, a medio plazo, Unidas Podemos en alguna medida. Y con estos pasos se va aclarando el panorama electoral. El mismo que, por otra parte, no deja de sentenciar que el PP para gobernar sigue necesitando al neofascismo. Y Vox sigue siendo el mejor antídoto para que las izquierdas no pierdan el aliento institucional.
Yolanda Díaz es una gran ministra de Trabajo y Economía Social. A buen seguro, la mejor del ramo que ha habido desde la Transición. Podía haber ido más allá, siendo más ambiciosa, como recuperando, por ejemplo, que no lo ha hecho, la indemnización por despido improcedente de 45 días y no de 33 que dejó como herencia Mariano Rajoy. Aunque ha logrado avances sociales y rescatado derechos que se fueron perdiendo en la última década. Por no olvidar que los ERTE fueron esenciales para no perder puestos de trabajo durante la pandemia y el confinamiento. Sin embargo, una cosa es ser una magnífica ministra y otra bien distinta una buena líder política. Y podía haberlo sido si no hubiese desplantado a Unidas Podemos, si se hubiera anulado los personalismos (los que sean) dentro de la izquierda y renunciado a vetos inútiles.
El momento álgido de la gallega fue cuando se opuso a las resistencias de Nadia Calviño por no realizar la reforma laboral. Entonces Díaz, que no había roto aún con el universo de Unidas Podemos, tenía todos los ingredientes para ser una líder de la izquierda con mucho recorrido, al estar arropada por una formación y sus cuadros. Sin divisiones. Hoy el panorama es otro.
No se entiende Más Madrid y Más País sin Errejón. Tampoco Sumar. En realidad, lo de Errejón tan solo precipita los acontecimientos. Los comicios europeos dejaron claro que el propósito de Sumar de hundir a Unidos Podemos nunca tuvo fundamento. Lo que suceda a partir de este momento ya depende de terceros. Ni siquiera Yolanda Díaz podrá capitanear el proceso. A ver cómo reconducen la situación. Y si hay o no generosidad mutua.
Olga Maria Rivero Santana | Lunes, 28 de Octubre de 2024 a las 12:34:28 horas
La "proliferación" de partidos, que no han solucionado ¡NADA! ni mejorado tampoco, las graves situaciones que vuvímos, lo que muestra es que han ocasionado más perjuicios aún pues han salido a lo de casi siempre: "asegurarse un puestito" sea como sea, donde la ambición partidista y sobre todo personal, les lleva a la aurodestrucción. Es "irrespirable" la "contamunación" que unos y otros han generado, ahogando cada vez más AK pueblo. ¡Que desaparezcan es lo que mejor nos conviene a la ciudadanía, deseando que los que se queden, pues hay gente muy valiosa también, hagan realmente por la ciudadanía. ¡Necesitamos ya AIRE, y que se acabe todo este disparate que estamos sufriendo, de UNOS Y DE OTROS,!
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