Merece la pena mantenerse en vilo durante la madrugada para ver en directo los acontecimientos electorales en Estados Unidos. El transcurso del martes al miércoles, nos dejó el primer cara a cara entre Kamala Harris y Donald Trump. La demócrata ganó enteros y, por su parte, Trump se ciñó a recordarle una y otra vez el nombre de Joe Biden. No estaba presente, se ha retirado de la carrera presidencial, pero es la bala que le resta al republicano para tratar de casar la imagen de la actual vicepresidenta al legado y perfil de Biden. Tácticas discursivas y audiovisuales durante la campaña.
Gracias al canal 24 Horas, en España pudimos seguir el duelo. Una emisión diaria que no concita las grandes
audiencias de las cadenas privadas, en realidad, estas tampoco ya disponen las de antes de la pandemia, pero que en fechas claves como la de esta madrugada, se agradece y se pone en valor que Radio Televisión Española lo tenga en su oferta diaria. Si no existiese el canal 24 Horas, habría que inventarlo.
Enseguida te percatas, y celebras, la importancia que en el debate se le dio a la política exterior. Vladímir Putin salió en diversas ocasiones, al calor de la guerra entre Rusia y Ucrania, la invasión, pero entiendes así cómo aprovecha Trump para alertar de que estamos a las puertas de una Tercera Guerra Mundial. Y en esto tiene razón: basta con repasar los antecedentes de la primera y la segunda, cómo prendió la mecha, para asumir que casi sin querer se puede generar conflictos bélicos. Todo depende de la grandeza y hechuras de los gobernantes que tengamos.
Por eso Harris retrató que Trump miente. El problema está en que los populismos, los mandamases de esta estirpe, pueden ganar los comicios. Nada bueno sería tener de nuevo en la Casa Blanca al magnate republicano. Para evitarlo será esencial que Kamala Harris consiga proyectar su propio liderazgo al margen de Biden. Y en esto las cortapisas de Trump serán numerosas. Solo el republicano podrá retornar al poder si conecta a la vicepresidenta con Biden, si le quita su frescura. Trump estuvo con su habitual estilo. Harris jugó su papel y se expandió. Pero los que decidirán, al final, será la ciudadanía estadounidense. La primera potencia mundial que, haga lo que haga, nos afecta. Y hay varios escenarios bélicos en curso cuyo recorrido y desenlace dependerá, en parte, de quién ocupe la Casa Blanca. Ya queda menos.
























Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.96