
Bajo el lema Practicantes de la paz, 335 niños y adolescentes de Jinámar han aprendido la importancia de velar por la comunidad durante la edición 2024 del campus de verano, que contó con 45 voluntarios, incluidos jóvenes, madres, padres y abuelas del barrio.
El campamento urbano, parte del proyecto Construyendo comunidad en familia de la Comunidad Bahá’í en Canarias, concluyó con una comida comunitaria y un festival de clausura. Durante este evento, los adultos participaron en una consulta comunitaria para reflexionar sobre las cualidades nobles necesarias para prosperar y mejorar el entorno.
Los campamentos, apoyados por el Instituto de Capacitación y Desarrollo Comunitario, tienen como objetivo reforzar la identidad y sentido de pertenencia al barrio, y enseñar virtudes y hábitos para el crecimiento personal y social a través de la reflexión, el servicio comunitario, la cultura y el deporte.
Bajo el lema Practicantes de Paz, se promovieron temáticas como vivir en armonía, ser un buen amigo, vivir una vida de servicio y buscar el conocimiento. Los participantes aprendieron sobre los poderes físicos, intelectuales y espirituales, y cómo desarrollarlos.
Desde 2006, la Comunidad Bahá’í de las Islas Canarias promueve un programa educativo integral para todas las edades, apoyando la educación moral y espiritual de los más pequeños y fomentando la convivencia saludable.
La facilitadora comunitaria, Xiomara Hernández, destacó a La Provincia-DLP que "todos somos nobles por naturaleza y podemos mejorar". Este año, 80 adolescentes y 255 niños participaron en el campamento, que también contó con el apoyo de diversas organizaciones locales y entidades como la Fundación LaCaixa.
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