
Vecinos de Jinámar y amantes del patrimonio hacen un urgente llamamiento al Ayuntamiento de Telde, al Cabildo de Gran Canaria y al Gobierno canario para salvar la Noria de Jinámar, un valioso bien cultural que sufre de abandono y vandalismo continuo.
La Noria de Jinámar, una imponente estructura hidráulica del siglo XVIII diseñada para la gestión del agua en las antiguas propiedades de la condesa de Vega Grande, representa un significativo legado de la ingeniería hidráulica de Canarias. A pesar de su designación en 2018 como Bien de Interés Cultural en la categoría de sitio etnológico, y las promesas de transformación en museo, la realidad es que este patrimonio histórico ha sido dejado a su suerte, con accesos abiertos que facilitan actos vandálicos repetidos. según informa La Provincia.
Desolador panorama actual
Los destrozos son evidentes: aseos rotos, puertas y ventanas destrozadas, y una acumulación de basura que ensombrece su dignidad histórica. La carpintería metálica y otros elementos constructivos también muestran un deterioro avanzado por la falta de mantenimiento y vigilancia. Según denuncian los vecinos, que prefieren mantener el anonimato por haber accedido al lugar para evaluar su estado, el sitio ha sido objeto de vandalismo reiterado, incluyendo un atentado en 2014 que destrozó paneles y aseos, tal y como informó TELDEACTUALIDAD.
Un potencial desaprovechado
La propuesta de convertir la Noria en un museo y punto de atracción turística y educativa ha sido una constante en los discursos de las autoridades, pero hasta ahora, estas han sido promesas vacías. "La Noria debería ser un museo y un atractivo turístico y educativo", apunta un vecino preocupado por su estado. La infraestructura, que incluye un malacate y no una noria tradicional, un pozo, y un estanque regulador, junto con su compleja maquinaria de hierro y madera, podría servir como un vívido recuerdo de la historia del agua en Gran Canaria.
Inversiones y proyectos inconclusos
A pesar de una inversión de dos millones de euros por parte del Gobierno de Canarias en 2009 para su restauración y la promesa de abrir como museo, el proyecto nunca se completó. Además, la idea de trasladar temporalmente las oficinas de Patrimonio Histórico a este sitio tampoco se materializó, dejando la estructura susceptible a más daños.
Urgencia de medidas protectoras
Con un entorno de protección que abarca más de 58.000 metros cuadrados, la urgencia de implementar medidas de seguridad y mantenimiento es palpable. La comunidad insta a las autoridades a tomar acción inmediata para preservar este bien de interés cultural, asegurando su conservación preventiva y la revitalización del área circundante.
Este llamamiento a la acción busca no solo proteger la Noria de Jinámar, sino también realzar su potencial como recurso educativo y turístico, garantizando que futuras generaciones puedan apreciar y aprender de este testimonio histórico de la ingeniería hidráulica en Canarias.

































Manu | Martes, 23 de Abril de 2024 a las 07:25:35 horas
Para llevarse el cobre y todo lo k puedan vender en la chatarra
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