En el horizonte no lejos del lugar en el que la Asociación de Antiguos Alumnos y Alumnas del Instituto Laboral de Telde celebramos nuestra cita anual el último sábado, 25 de noviembre, recordamos como saludos de bienvenidas y ausencias ante la extensa zona ya próxima al litoral de nuestro municipio de Telde, los colores, aromas y naturaleza agraria que hasta la costa derramaba el paisaje de valles, barrancos, estanques, acequias y la dura labor del mundo del agro canario para el que se nos formó como enseñanzas de nuestra especialidad agrícola ganadera durante la docencia del Instituto Laboral, en las lecciones que cada semana recibíamos con nuestras visitas al recordado Campo de Prácticas de la Cruz de Jerez. Y no en vano como ya muchos ejercían desde sus puntos de origen y legado familiar recordar el respeto a la tradición y a nuestros antepasados que gracias a sus esfuerzos y a su condición social agraria pudimos progresar frente a los conocimientos adquiridos.
De vez en cuando me pierdo por la antigua carretera del Sur con la añoranza de un tiempo importante que pasó a formar parte de nuestras vidas, paso por delante del lugar de aquel campo de prácticas y, tras las verjas, me vienen las imágenes de aquel depósito elevado de agua, las oficinas y las diferentes parcelas que cuesta abajo fueron la tierra, el surco, la acequia y la silueta del icónico tractor, y no amarillo sino verde, en el que aprendimos a cavar el surco mecánicamente, hoy se exhibe en una de las rotondas a la entrada del polígono de Salinetas, y no menos el recuerdo del magnífico cuadro de profesores especialistas aportaban sus conocimientos para un mejor aprovechamiento de las clases teóricas y en el futuro aplicarlas a las profesiones relacionadas con tales materias agrarias.
En este año 2023 ya afortunadamente pasada la crisis sanitaria del Covid 19 y sus restricciones un nuevo encuentro nos convoca a la noticia, a la amena charla y al deseo de narrar el día a día con el corazón y la mente puesta en unos años del pasado siglo XX, en el que el futuro se nos hacía largo. Con el saludo a nuestros compañeros y compañeras presentes y ausentes compartimos la comida anual que celebrada en el Restaurante La Esquinita del Rey, de Las Rubiesas, en excelente compaña y buenos ánimos de un brindis por todo el grupo que en número de 54, motivados por el recuerdo de aquellos alumnos y alumnas que fuimos, hoy, una vez más, compartimos un tiempo de convivencia que nos regalamos con nuestra presencia y deseos de continuidad, sin perder las mañas, en el empeño de mantener la memoria viva del eterno recuerdo del Instituto Laboral y el Telde de nuestros mejores años, los de la juventud e ilusiones para conseguir los retos que el destino nos iría marcando.
El amigo Ángel Torres, magnífico colaborador y organizador como en otras ocasiones en el preámbulo de la comida interviene dando la bienvenida y agradecimiento por la asistencia, excusa las ausencias del colaborador Agustín Naranjo y de la presidenta de la Asociación, Pepa Betancor, por ineludibles motivos familiares. El abrazo y el apoyo siempre para ellos. Con la memoria en los que definitivamente ya no nos acompañan en las personas de Pedro Ramos, componente vocal del grupo musical Los Faycanes y Antonio Luis González Guerra, catedrático de la ULPGC, fallecidos recientemente (In Memoriam). Reiterar la bienvenida a los que retoman su presencia en nuestra cita.
Desde su fundación en 1998 primero como Coordinadora y después Asociación de Antiguos Alumnos y Alumnas del Instituto Laboral, ha pasado por unos períodos en los que la presidencia ha tenido cambios en su dirección, coordinación, iniciando su andadura en la persona de Daniel Pérez Alemán y secretario, José Manuel Suárez Gil. Cumplido este período toma la presidencia Juan Rodríguez Henríquez, secretario Fernando Santana Rivero y coordinación Juan Ojeda Abrante, quien toma la presidencia por unos años, hasta que Pepa Betancor accede a la dirección de la Asociación, secretario Ángel Torres, organizador con la excelente colaboración de Carmen del Pino Moreno Huertas, y el siempre estimado apoyo y disposición de todo el grupo en la realización de estos encuentros.
Josefina Rodríguez Perera dedicó unas emotivas palabras en nombre de la presidenta Pepa Betancor: “Queridos compañeros y compañeras, en el nombre del vicesecretario y compañero Ángel Torres y en el mío propio como presidenta, les damos la bienvenida a este encuentro que organizamos anualmente con el objetivo de que los alumnos y alumnas del Instituto Masculino y Femenino de Telde, podamos compartir este día para recordar nuestras anécdotas, experiencias y vivencias de aquellos años de adolescencia.
Con la fundación del Instituto masculino se tendrán muchas más vivencias que el femenino ya que no teníamos muchos accesos a la formación, pero se nos abrieron las puertas a muchísimas jóvenes de este municipio y de otros que hizo que pudiéramos formarnos e incorporarnos al mundo laboral, adquiriendo así los mismos derechos y oportunidades que los hombres, ya que por aquellos años corrían malos tiempos para formarse las mujeres. Sin más, recordar a todos los compañeros y compañeras como a nuestros profesores que ya no se encuentran entre nosotros. Por los que les dedicamos un fuerte aplauso. Darles las gracias a todos por su asistencia a este encuentro para compartir un día agradable. Gracias”.
Si escribo en los párrafos anteriores el carácter agrario de nuestro entorno y el contexto de aquellos años me remito a los frisos realizados en 1961, en la sala principal de recepción que relatan el legado histórico humano de Telde reflejado en sus actividades agrícolas e industriales, así como destacada entre su numerosa obra artística, los relieves escultóricos y escudo del centro realizados en 1960 que decoran la fachada del Instituto, testimoniados por la creatividad y arte del profesor de dibujo, artista muralista don José Arencibia Gil (Las Palmas de Gran Canaria, 1914-Telde, 1968), del que toma su nombre.
Como bien escribe el poeta, caminante no hay camino se hace el camino al andar, con nuestras mochilas ya cargadas de experiencias y sueños conseguidos o aún por conseguir, sigamos haciendo camino hasta la nueva oportunidad de compartir otro tiempo y otro encuentro. En pie, hoy erguido con el orgullo de un Instituto de Bachillerato José Arencibia Gil, nuestro emblemático centro docente nos saluda al paso del perfil urbano por los senderos de este siglo XXI del eterno Telde que nos acoge, que por su historia, por sus luces y sombras, por la búsqueda de sus huellas sobre la piel urbana y rural que esconde y custodia los ecos de su glorioso pasado y gentes que nos honran, por su geografía tendida al sol desde sus cumbres hasta su atlántico litoral y mar que nos abraza, Telde ahí permanece.
Felices recorridos por los nuevos caminos o por los que tengamos que regresar. Enhorabuena con el agradecimiento a la organización del acto. Abrazos y gracias.
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