El Gobierno de Pedro Sánchez ha cumplido con otro de sus compromisos: sacar adelante una reforma de las pensiones que trata de cerrar las heridas intergeneracionales provocadas por los recortes que llevó a cabo el Partido Popular hace diez años. Una reforma sólida, que fortalecerá la sostenibilidad de nuestro sistema de pensiones durante los próximos años, gracias al aumento de las bases máximas de cotización.
Desde el Partido Socialista, hemos tenido una voluntad inequívoca de diálogo con todos los agentes sociales para llevar a cabo una reforma en sintonía con nuestros compromisos con Bruselas. Nuestro objetivo es que los 11 millones de pensionistas actuales, y los del futuro, tengan amparo en la ley que vincula la revalorización de nuestras pensiones al IPC.
Los socialistas hemos puesto en marcha una reforma que beneficia a la mayoría social de este país, y que protege a los más vulnerables frente a la deriva de una derecha destructiva y sin nada que aportar al debate público. La continua estrategia belicista del PP demuestra, una vez más, la oposición irresponsable que mantienen y que no ha tenido en consideración el espíritu del Pacto de Toledo para alcanzar acuerdos que beneficien a la totalidad de la ciudadanía.
Esta reforma tiene como pilar fundamental conseguir un sistema de pensiones justo y equitativo. Es por ello que incluimos, mediante una cuota solidaria para los salarios más elevados, un mayor aporte que se verá compensado con aumentos de la pensión máxima a futuro, así como un mecanismo de equidad intergeneracional, que garantizará los fondos de reserva de la Seguridad Social.
Frente al vaciado que perpetró el PP en la hucha de las pensiones, este gobierno se ha marcado el objetivo de llenar las arcas del sistema con unos 120.000 millones de euros para comienzos de la década de 2040.
La voluntad de este Ejecutivo por un consenso, fruto del diálogo entre los agentes sociales, ha logrado que pasemos de la imposición de una reforma que condenaba a la precariedad a los más mayores, a un sistema que tiene en cuenta el coste de la vida.
Uno de los aspectos más innovadores e interesantes de este decreto es la inclusión de una serie de medidas para reducir la brecha de género en el sistema público de pensiones. Este gobierno progresista incrementará el complemento a la brecha en un 10% adicional al IPC. Por otra parte, se mejorarán las lagunas de cotización de las mujeres, una muestra más del firme compromiso del Partido Socialista con el feminismo.
En un contexto mundial de incertidumbre económica, el triunfo de esta reforma lanza un alegato por la calma en tiempos de tormenta. Proteger a aquellos que han dado todo por levantar un país como el nuestro debe ser una norma para todos los que nos dedicamos a la gestión del bien público. Por los pensionistas de hoy y los del mañana.
Ramón Morales es senador del PSOE por la isla de Gran Canaria.






















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