Se alarga la huelga de los letrados de Administración de Justicia y, por tanto, el colapso en los juzgados cada vez es mayor. Se acumulan las notificaciones así como las demandas pendientes de ser repartidas por turno. Todo es un caos que, encima, va a más. Sin embargo la estrategia del Ministerio de Justicia es dilatarlo bajo la esperanza de que los huelguistas acabarán por cansarse y cederán. Y no será así. Los antiguos secretarios judiciales saben que o consiguen este año sus propósitos o ya no habrá manera. El curso 2023 es electoral. Y la organización de la justicia tendrá un coste sobre Pedro Sánchez.
Pilar Llop se ausenta. Aún no ha tomado las riendas de la negociación. Y debería cerrarse en una habitación con el comité de huelga hasta solucionarlo. La táctica es la habitual: Pilar Llop juega a policía bueno y Tontxu Rodríguez, secretario de Estado de Justicia, hace el papel de policía malo. Y así intentan que pasen las jornadas.
La huelga corre el riesgo de extenderse a otros sectores del ámbito de la justicia. El efecto de la bola de nieve se observa en lontananza. Y la ministra está a lo suyo. Tiene que negociar, de verdad, de buena fe. Y a cada propuesta, una contrapropuesta. Y no levantarse de la mesa hasta que se alcance un pacto. El hacer como si no pasara nada, el enviar a emisarios para jugar al gato y al ratón, incrementa el problema. Y no tiene sentido pactar dentro de dos meses cuando lo puedes hacer ya.
Al problema histórico de la justicia (la tardanza en España) se suma el parón que la huelga provoca. El colmo sería que la ministra deje el problema a aquella persona que la sustituya en la siguiente legislatura. A la ausencia de Pilar Llop habría que añadir la dejación total. Todo esto es un sinsentido. Algo que podría resolverse esta misma semana, no tiene razón postergarlo.
El nivel de participación por el que se secunda la huelga es, en términos generales, un éxito. Los letrados de la Administración de Justicia no van a tirar la toalla. Pasado el mes de huelga, que ya es decir, es un desatino que la ministra no tome las riendas del asunto. El planteamiento de posponer va a ir en su contra. La Moncloa está en plan electoral y le sobresale una paralización de la justicia que le va a ir en contra durante la campaña próxima. Y los abogados y procuradores siguen sin cobrar lo que les corresponde. Pilar Llop no puede quedarse parada como el que oye llover. Tiene que actuar. Cada día que pasa, la problemática se agranda. Apremia enmendarlo.























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