El origen del Carnaval se remonta a la época clásica, cuando los romanos festejaban las Saturnales, siendo habituales las bacanales y los derroches. En la Edad Media la iglesia impuso una etimología del carnaval y un periodo de prescripción obligatoria: la Cuaresma.
Cuando hablamos de Carnaval Tradicional, nos vienen a la mente los bailes de piñata, las mascaritas, las tortillas de carnaval o rebanadas y todo un sinfín de atributos más o menos conocidos en los pueblos y ciudades. Con frecuencia se nos olvida que hay otro tipo de manifestaciones no tan conocidas y marginadas en la época reciente que poco a poco van recuperando su espacio , nos referimos a esas representaciones de carácter rural que casi siempre tienen que ver con figuras zoomorfas y que se han recuperado en muchos lugares de las islas como son los Diabletes de Teguise, Los Toros de Tinajo, Las Cabras de La Aldea, Los Carneros de Tigaday… entre otras muchas se están recuperando y poco a poco van adquiriendo cierta notoriedad.
La tradición oral se convierte en baluarte y guardián de tradiciones "olvidadas" que estamos obligados a recuperar. Desde Tyldet, estamos trabajando y poniendo en valor el rico patrimonio inmaterial que atesora nuestro pueblo; fruto de este trabajo es la recuperación de La Tora.
Guilermito Santana, fue el último personaje popular que encarnó el papel de La Tora, figura zoomorfa que salía por las veredas, caminos, calles y callejones de diferentes pagos dispersos de La Pardilla actual. Además fue un entusiasta y valedor del desaparecido Rancho de Ánimas de Telde.
Se trataba de una vaca topona cubierta de pieles o zaleas de oveja o de vaca "lo que hubiera" y unos enormes cuernos, corría embistiendo a los vecinos que se juntaban y especialmente a los jóvenes. Guillermito, corría poco, más o menos 20 metros detrás de los chicos y de las chicas. Agitaba las manos, que eran las patas de adelante, salía con el rancho en carnavales y llevaba un tambor, un tamborito. Para ver, tenía un agujerito y llevaba un palo como de pastor y amarrado a la cintura un cinturón de cencerros.























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