El catedrático Ricardo Martín de la Guardia, profesor de Historia Contemporánea en la Universidad de Valladolid, puso el colofón el pasado viernes al Curso de Historia de las Relaciones Internacionales de la Casa-Museo León y Castillo de Telde.
De la Guardia ofreció la última de las conferencias de esta XIV edición del Curso que dirige el profesor Javier Ponce Marrero y que el centro museístico teldense acoge en colaboración con la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Una ponencia que llevaba por título Las Relaciones Internacionaleshoy y que el colaborador Jesús Ruiz plasma en una crónica acompañada de reportaje gráfico.
Crónica de la conferencia
por Jesús Ruiz
Con la cuarta y última ponencia Las Relaciones Internacionales hoy, impartida el viernes 25 de marzo por el profesor Dr. Ricardo Martín de la Guardia, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Valladolid, se culmina el programa establecido en esta edición aún de año pandémico 2022, del XIV Curso de Historia de las Relaciones Internacionales que se viene desarrollando desde el martes 22 en la Casa Museo León y Castillo de Telde, curso que dirige el Profesor titular de Historia Contemporánea de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Javier Ponce Marrero.
Interviene el director del Curso, el profesor Ponce Marrero en la presentación del ponente:
“Bienvenidos a esta última ponencia en la que hoy tenemos la suerte todos de contar con la presencia de Ricardo Martín de la Guardia que junto a Guillermo Pérez Sánchez son los ponentes que más nos han acompañado en estos cursos de Historia de las Relaciones Internacionales.
Ricardo Martín de la Guardia es Catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Valladolid. Catedrático Jean Monnet de la Comisión Europea. Especialista en la historia de la integración europea. Ha sido director del Instituto de Estudios Europeos que es el centro de excelencia Jean Monnet de la Universidad de Valladolid, es el mismo Instituto en el que acaba de terminar su mandato el Dr. Guillermo Pérez como comentó ayer en su intervención. Martín de la Guardia es Licenciado en Filosofía y Letras (Sección de Historia) por la Universidad de Valladolid y Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid. Doctor en Historia Contemporánea por la Universidad de Valladolid con premio extraordinario de Doctorado. Diploma de Estudios Avanzados de la UNED. Ha sido Becario del Instituto de Cooperación Iberoamericana del Ministerio de Asuntos Exteriores y de la República Federal de Alemania y de distintos Ministerios de Asuntos Exteriores tanto de Austria, de Italia. Senior Visitor y Senior Associate Member del Centro de Estudios Europeos del Saint Anthonys College de Oxford. Salvador de Madariaga Fellow del Instituto Universitario de Florencia y Profesor invitado en distintas Universidades americanas y europeas.
Es de los autores más prolijos en la Historia de las Relaciones Internacionales, y no solo en esta especialidad, ha publicado diversos libros y más de treinta artículos y capítulos de libros sobre cuestiones cómo la prensa y la propaganda durante la Guerra de la Independencia, La España Franquista, La Alemania Nacional Socialista, y sobre las Relaciones Internacionales y el Mundo Actual, que es uno de los grandes especialistas españoles, ha publicado como autor, coautor y coordinador treinta libros y más de ochenta artículos y capítulos de libros como:
La Unión Soviética de la perestroika a la desintegración (1995). Historia de la integración europea (2001), obra fundamental y de referencia. La Unión Europea y España (2002). La URSS contra las Comunidades Europeas. La Percepción Soviética del Mercado Común 1957-1962 (2005), La batalla de Budapest, historia de la insurrección húngara de 1956 (2006), La Europa Báltica de Repúblicas Soviéticas a la integración en la Unión Europea 1994-2004 (2010). Y entre sus publicaciones más recientes: Europeísmo un reto permanente para España (2015). Konrad Adenauer artífice de una nueva Alemania impulsor de una Europa unida (2015). La caída del Muro de Berlín (2019) obra traducida al portugués.
En los últimos años, además, ha participado en múltiplos proyectos de investigación nacionales e internacionales y de estos temas de Relaciones Internacionales. Ha dirigido muchas tesis. Tiene todos los reconocimientos que se pueden tener en la Academia, en la Universidad española y es un placer que podamos escuchar al Dr. Ricardo Martín de la Guardia”.
Interviene el profesor Dr. Ricardo Martín de la Guardia agradeciendo la bienvenida y presencia una vez más en los Cursos de Historia de las Relaciones Internacionales invitado por el director del Curso, Javier Ponce, un honor estar en estas jornadas que desde hace tiempo viene colaborando y participando desde la Casa Museo León y Castillo en Telde, y en esta ocasión en el contexto actual en el que dichas relaciones están tomando todas las características de un análisis y reflexión como se han venido impartiendo hasta ahora en las ponencias que se han impartido.
Martín de la Guardia expone: La crisis económica de 2008, sin duda la peor acaecida en el mundo capitalista desde la de 1929, volvió a demostrar la naturaleza cíclica del capitalismo y las limitaciones de la globalización. Además de los problemas económicos, las repercusiones sociales y económicas se acentuaron con la pandemia del Covid-19 y, ahora, con la guerra en Ucrania. El fortalecimiento de los populismos y, en parte, el descrédito de la democracia, los fundamentalismos, las desigualdades a nivel mundial, las nuevas formas de hacer la guerra, la emergencia de potencias regionales, en definitiva, el convulso programa mundial nos sirve de marco de reflexión sobre la evolución de las relaciones internacionales en estas últimas décadas.
Título de la ponencia que desde hace justo dos años antes de la pandemia que se iba a realizar aquí y se tuvo que suspender, y en aquel contexto era menos temerario porque aunque la crisis 2008-09 estaba y continuaría estando presente en el ámbito político, social, económico y, por supuesto, en las incidencias de las relaciones internacionales, pero sin haber concatenado esas crisis sucesivas, como bien expuso en su ponencia el profesor Donato Fernández Navarrete, desde la perspectiva económica, y como decimos los historiadores, en la aceleración de los acontecimientos, crisis que con una dimensión mundial que, inevitablemente, hace que en un espacio cronológico muy corto cambien o se modifiquen comportamientos, tendencias que parecían muy estables en ese siempre panorama inestable de las relaciones internacionales.
Después del fin de la Guerra Fría, de ese orden internacional que se había mantenido después de la Segunda Guerra Mundial, hasta prácticamente 1991, hasta la caída del Muro de Berlín, fin de la Unión Soviética y de buena parte del mundo comunista, la realidad más importante que se puso sobre la mesa en las relaciones internacionales fue el proceso de globalización. A partir de finales de los 90 o principio del siglo, los problemas medio ambientales, la paz, la guerra, la extensión o crisis de la democracia, el respeto de los Derechos Humanos, el terrorismo, la economía, la tecnología, fueron ya cuestiones globales y así se considera.
Ese espectacular desarrollo de la red informática que conocemos como Internet, unificó, indudablemente, el planeta tanto o más que cualquier imperio, ideología, antes. Por esto, ya a partir del siglo XXI, se habló de la insistencia en la globalización como característica fundamental de las relaciones inter estatales y en general de los actores internacionales y, por tanto, de las relaciones internacionales.
Se habló de nueva economía, de sociedad de red, de sociedad informacional que trataban, además, por un lado, distinguir la diferencia que cada vez era mas tajante entre la tradicional civilización industrial, de la que todavía éramos herederos que se había desarrollado a lo largo de la contemporaneidad y lo que comenzaba con más intensidad a partir de la globalización. La sensación de euforia, situados en esos años finales de los 90, comienzos del siglo XXI, ante lo que se consideraba en aquel momento el mayor triunfo del capitalismo, se extendió prácticamente hasta la crisis del 2008, que ayer expuso con rigor el profesor Donato Fernández, y esa crisis del 2008, la peor sucedida al capitalismo, sin duda, después de la 1929, vino a recordarnos de forma abrupta, ese carácter cíclico del sistema capitalista y, también, sus límites y sus propias contradicciones.
Todo comenzó con el desplome del sistema financiero y luego fue continuado por profundas alteraciones, no solo desde el punto de vista económico, sino desde el punto de vista político, social, que van a ser muy relevantes para las relaciones internacionales, porque afectaron en general al escenario de los mismos. La liberalización de la actividad financiera tras la caída del Muro de Berlín, no fue acompañada por una adecuada regulación, lo que permitió ese surgimiento y expansión de esos productos financieros, las conocidas subprimes, esas hipotecas de alto riesgo que muchas veces se concedían a personas poco solventes. El estallido de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos provocó la crisis financiera del Estado americano y, por ende, global. El hundimiento de la icónica firma Lehman Brothers en septiembre de 2008 desató una auténtica tormenta mundial, rescates a la Banca con dinero público, intentaron paliar en parte las consecuencias más negativas, nefastas del desastre, pero fue demasiado tarde, el crecimiento del desempleo en algunos países fue espectacular, y en general en crecimiento en todo el mundo desarrollado se detuvo.
La crisis de 2008 vino a mostrar una vez más que ese desarrollo de un capitalismo descontrolado amenazaba también al régimen democrático a los que tan estrechamente unidos estaban, porque delimitaba a los Estados, y cuestionaba la capacidad de maniobra de los gobiernos salidos de las urnas para hacer frente a esos problemas. Por tanto, la crisis puso en marcha una serie de procesos de cambio cuyas consecuencias todavía están vivas hoy. Para los Estados y las relaciones internacionales a partir de 2008, 2009, 2010, se ha asistido a un auténtico desconcierto ideológico de las formaciones o partidos políticos tradicionales, convencionales, en las democracias asentadas, en Europa, América, pero incluso también, en aquellos países de América latina, asiáticos, donde esas democracias que estaban menos consolidadas, pero, había una tradición de fuerzas políticas.
Este desconcierto ideológico estrechamente relacionado con la crisis y sus consecuencias, provocó un hecho histórico del famoso consenso posterior a 1945, en el que prácticamente las fuerzas políticas desde la derecha conservadora hasta la izquierda, fuerzas políticas que habían controlado el espacio político, ideológico y por tanto las relaciones entre Estados y actores internacionales, variaron. Empieza a crecer el populismo, tanto en la derecha como en la izquierda, en todo el panorama internacional unido a la crisis que para muchos la incapacidad de gobiernos convencionales, tradicionales, y por el hastío de una parte importante de la sociedad, el crecimiento del populismo como un factor muy relevante, no solamente para las políticas interiores de los Estados sino para las relaciones internacionales. Estos populismos, tanto de izquierdas como de derechas, se concentran y se extienden a todo el mundo. La solución populista a las crisis, pasan por que los Estados recuperen el control de algunas políticas comunitarizadas o diluidas dentro de las organizaciones supranacionales, estos elementos son enormemente desestabilizadores.
Dentro de este panorama el más grave reto que se plantea hoy a la Humanidad sigue siendo el de la superación de las desigualdades, la pobreza en el mundo está demostrada la capacidad del sistema capitalista para generar riqueza en una escala desconocida, otra cuestión es la capacidad del sistema capitalista para asegurar un reparto más o menos equilibrado entre pobres y ricos. Las relaciones internacionales se enfrentan hoy a tres conjuntos de retos: El crecimiento de la población y los desequilibrios demográficos entre países pobres y ricos en un mundo que ha superado ya los siete mil millones de habitantes se da la paradoja de que aquellas áreas donde se concentra la mayor riqueza son las que poseen unas tasas de crecimiento negativo, mientras que las más pobres son las más densamente pobladas.
El segundo término el conjunto de los retos medioambientales, durante el pasado medio siglo se ha producido un crecimiento exponencial de las emisiones industriales debido a la urgencia en el desarrollo de los países más atrasados. Después de reuniones y cumbres para analizar el problema ha sido las enormes dificultades para llegar a acuerdos entre países ricos y pobres para llegar a un control de las emisiones. En tercer lugar, la revolución tecnológica que está cambiando de manera radical la concepción actual del mundo del trabajo, la biotecnología aplicada a la agricultura, la robótica aplicada en la producción industrial, cambiando la relación del individuo con el trabajo. Las nuevas tecnologías de la comunicación han favorecido el crecimiento de los mercados, financieros, bursátiles, en una dimensión global. Esa revolución no sólo afecta al mercado sino a la política, a la mercadotecnia política.
Con la desaparición de la Unión Soviética la llegada de Yeltsin a la Federación Rusa pasa a ser el Estado sucesor de la Unión Soviética y conserva toda su proyección internacional. A la llegada de Putin se produce un cambio progresivo en la idea de regresar y recuperar la fuerza perdida en el panorama internacional después del desastre de Yeltsin. Tratar de que la OTAN no llegará a una de las zonas como había llegado, en antiguas zonas de influencia rusa. Desde 1999 las doctrinas de política exterior y doctrina militar rusa han ido fortaleciendo militarmente a Rusia tratando de establecer distintas alianzas tanto económicas como estratégicas con algunas de las antiguas repúblicas asiáticas de la Unión Soviética, para evitar el poder de China e influir en la Rusia Blanca, Ucrania, Bielorrusia y la Federación Rusa. Toda una doctrina de influencia para tratar de controlar toda injerencia de la OTAN.
La Federación Rusa, a pesar de sus problemas económicos, ha ido estableciendo y fortaleciendo esas relaciones que hacen que, de ser un socio estratégico para la Unión Europea, en la última comunicación sobre Rusia, ésta se considere ya no un socio estratégico, sino un rival estratégico y las relaciones entre ese triángulo tan relevante para las relaciones internacionales entre Rusia, Unión Europea y Estados Unidos se haya quebrado totalmente. China representa otro de los actores internacionales que ha cobrado una extraordinaria relevancia en estos últimos años y es otro actor en su voluntad de ejercer una influencia notable en las relaciones internacionales”.
Culmina la ponencia con un amplísimo y detallado recorrido histórico, en sus diferentes contextos magistralmente desarrollados en la visión de un experto como el profesor Dr. Ricardo Martín de la Guardia, especialista en las Relaciones Internacionales y su repercusión en los acontecimientos que ocupan las informaciones y atenciones mundiales. Como en todas las ponencias se abre una rueda de preguntas sobre los temas tratados de gran actualidad, testimonio de hechos donde el mundo globalizado es el protagonista de la historia del siglo XXI y, por los estudios, investigaciones y observaciones de los ponentes, se ha llegado a un estado de conocimiento, reflexión y opinión que nos llega de la mano por el XIV Curso de Historia de las Relaciones Internacionales.
Enhorabuena y agradecimiento al Dr. Ricardo Martín de la Guardia por su ponencia, al director del Curso Dr. Javier Ponce Marrero, a la Casa Museo León y Castillo, dirección y personal adscrito por su excelente disposición. Gracias.
Jesús Ruiz Mesa es colaborador cultural de TELDEACTUALIDAD.
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