El escritor Ignacio Morán, el que fuera profesor y director del CEIP Amelia Vega de Monzón (El Ejido) y presidente del Círculo Cultural de Telde, y autor de San Román del Valle, irrumpe de nuevo en las librerías con un libro escrito desde el profundo conocimiento que tiene el autor del mundo rural, de lo que hemos sido y vivido y de la aculturación que nos está invadiendo, dejando en el olvido las calles vacías de los pueblos, su cultura, sus costumbres, recursos y patrimonio.
La casa de los balcones es un libro con trece relatos, arrancados de una España que agoniza, que tratan de poner el foco en la pérdida de identidad de millones de personas que salieron de los pueblos. Y lo hace en palabras del escritor y editor Luís Folgado de Torre, "...consagrando a su autor como un maestro del relato costumbrista, que se adentra en cada historia con un estilo suelto de escritor veraz".
Cada casa que se cierra, cada pueblo que se abandona –nos dice el autor- perdemos un tesoro inmaterial que no podrá ser sustituido: La comprensión del patrimonio arquitectónico, el uso de remedios naturales, el cancionero, los dichos populares, las costumbres y tradiciones, los conocimientos agrícolas y ganaderos, los aprovechamientos forestales, el uso responsable de los recursos hídricos… No es una entelequia, es la evidencia que trae una aculturización que nos vulgariza y llena de contradicciones.
Entrevista
¿Quién es Ignacio Morán?
Pues... me considero una persona normal. Dediqué muchos años a la enseñanza, siempre cerca del activismo docente, cultural y periodístico. Antes y ahora, considero que el posicionamiento individual y el asociacionismo de la gente activan de manera extraordinaria el progreso de la sociedad; y en esas coordenadas me he movido, con mayor o menor fortuna.
¿Qué podremos encontrar entre las páginas de La casa de los balcones?
Quiero pensar que el lector encontrará en su lectura satisfacción, cercanía, comprensión, y la complicidad suficiente para exigirnos que esos conocimientos, ideas, tradiciones y costumbres que guarda el mundo rural no se pierdan definitivamente en esos lugares que hemos dado en llamar la España vaciada.
¿En qué ingrediente reside la fuerza de este libro?
Las historias que laten detrás de estos relatos tienen la fuerza de la verdad. Entiendo que son asuntos que nos tocan de cerca, que están en el imaginario cultural de amigos, conocidos o familias. Este país, afortunadamente, aún tienen raíces rurales muy fuertes millones de personas y La casa de los balcones trata de ahondar en la idiosincrasia que las alimenta.
¿Qué quieres transmitir a través de este libro?
La pretensión última, desde luego, es poner el foco en la riqueza intelectual, artística, moral y artística que agoniza en pueblos y pequeñas ciudades de España; pero también hacer una llamada a la sinrazón que supondría esa pérdida a manos de una modernidad malentendida. A mí juicio, de acercarnos a la uniformidad que se busca, afectaría negativamente al equilibrio de la sociedad y a las generaciones futuras.
¿Cómo describirías tu trayectoria de escritor desde la primera publicación hasta esta última?
Mis primeras publicaciones tuvieron un carácter divulgativo. Temas relacionados con la pedagogía, la geografía, la historia, la opinión periodística... Poco a poco me fui centrando en la creación literaria, de hecho las últimas publicaciones son novelas: El Valle de Santa María, El vuelo de Ícaro o Madera vieja. El libro que ahora se edita, La casa de los balcones y otros relatos, aprovecha la brevedad de estas piezas literarias para hilvanar el grito de esa España de la que venimos todos.
¿Cuál fue el último libro que leíste?
Un tío con una bolsa en la cabeza, del grancanario Alexis Ravelo. La lectura siempre fue para mí una inclinación rayana en el vicio. Hoy día las nuevas tecnologías han acercado a la gente esa posibilidad de conocimiento, pero el placer de tener entre las manos un libro... Me gusta y me siento bien releyendo los grandes autores contemporáneos en los que, de alguna manera, me reconozco: Delibes, Márquez, Marsé, Matute, Martín Gaite, Chacel, León Felipe, Benedetti, Ramón J. Sénder, pero también leyendo a otros que se hallan en plena creación...
Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?
En este oficio de escribir siempre suele haber proyectos que se quedan en el terreno de las musas. Me ocurre lo mismo, pero, en la idea que expresaba antes, trato de seguir compaginando la prensa con la producción literaria. El empeño que, hoy por hoy, tiene más probabilidades de convertirse en novela es una reflexión literaria sobre algunas aristas de nuestra sociedad que bien podría titularse Decadencia.
Ignacio Morán Rubio, nació en San Román del Valle (Zamora) ha sido profesor, articulista y contertulio de prensa, autor de prólogos, comunicaciones, catálogos de exposiciones…Entre sus obras de divulgación se encuentran: Aprende a Estudiar: Técnicas de Estudio (1981), Aproximación a la Geografía Humana de Telde (1991), Teatro Teldense (1992), Estudios Canarios en Tribuna Telde (1994), Breve Historia de Telde (1995).
Sus novelas hasta el momento, han sido: El Valle de Santa María, Premio Internacional Villa del Libro de novela, Ed. de CyL (2014) y Ed. Dykinson (2015). El Vuelo de Ícaro Ed. Adarve (2017). Madera vieja Ed. Áltera (2019) y La casa de los balcones y otros relatos Ed. Adarve (2021).
Fuente: Interbenavente.es.
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