TELDEACTUALIDAD
Telde.- El poeta y escritor Julio Pérez Tejera recibió el pasado miércoles el premio Telde al Mérito Cultural, que anualmente otorga el Círculo Cultural de Telde para reconocer la trayectoria de personas que se significan por la defensa de la cultura popular canaria. Un acto que el colaborador Jesús Ruiz, desde su particular visión, recoge en una crónica acompañada con un reportaje gráfico.
La tarde del miércoles del ya pre veraniego 12 de junio, y como anualmente se convoca esta cita, un año más el Círculo Cultural de Telde se vistió de gala en su sede del Molino del Conde para el acto de entrega del Premio Telde al Mérito Cultural 2019, en el XXII Aniversario de la fundación del Círculo, en una memorable velada que convocó a socios, amigos, familiares, simpatizantes que llenaron la sala, para dar testimonio y compartir este importante momento del merecimiento de la distinción otorgada y reconocida en la persona de Julio Pérez Tejera, poeta, escritor teldense, y gran divulgador de este género literario en sus trabajos como autor de obras en poesía, cuento, relatos, destacando en el conjunto de la literatura canaria, frecuente animador y colaborador cultural en numerosos foros de encuentros culturales, audiovisuales, homenaje a poetas consagrados y creador de textos y poemas que han sido recogidos, entre otras ediciones y publicaciones, en la Breve Antología Escolar de la Literatura Canaria.
Abre el acto a modo de salutación y bienvenida una magnífica intervención musical a cargo de la especialista instrumental en flauta y sus diferentes tipos de viento y madera, Roser Tomás, integrante del Coro Amati del Círculo Cultural que interpreta las composiciones musicales para cuatro danzas y canciones antiguas para flauta dulce o de pico y travesera. Piezas acompañadas en la percusión por Máximo Riol: Shiazula Marazula, danza medieval renacentista italiana (flauta picolo). Santa María Stela do Dia, de las Cantigas de Alfonso X el Sabio, siglo XIII (flauta tenor). A los maytines era (anónimo siglo XV, del Cancionero la Colombina, Sevilla (flauta soprano). Mit Lieb bin ich umfangen, canción alemana siglos XVI-XVII de Johann Steuerlein (flauta contralto).
Presentada por el presidente de la entidad cultural Máximo Riol Cimas que da la bienvenida a las autoridades y público presente agradeciendo su asistencia, expone: “La Junta de Gobierno del Círculo Cultural de Telde da las gracias por su presencia en este acto de entrega del premio Telde al Mérito Cultural. Acto con el que queremos premiar anualmente a alguna persona que haya destacado en la difusión de la cultura y tenga méritos suficientes en sus diversas vertientes. Este año hemos querido reconocer a don Julio Pérez Tejera por su amor a la poesía y sobre todo por su gran trabajo en la divulgación de este género literario.
Julio ejercita la rebeldía contra un mundo de intelectualidad mísera donde todo funciona con las modas que nos imponen y que nos mantienen en esa feliz estupidez, donde se forjan lenguajes del olvido, donde la obsolescencia programada se ha infiltrado en el conocimiento para que dure cuanto menos mejor, en un mundo vacío en el que todo es mentira, en el que el propio mentiroso se miente a sí mismo y se siente feliz siéndolo, por eso, aparece un creador que nos recuerda que existe otro mundo que sirve para alimentar el pensamiento, el Círculo Cultural de Telde se detiene en sus múltiples actividades y reconoce su trabajo.
Rafael Cadenas (Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana) decía- No quiero estilo, sino honradez-, y aquí está la clave de la poesía de Julio Pérez Tejera. Una poesía que le sale de dentro, que la hace sin darle miedo el exterior, que la protege de influencias, convirtiéndola en una poesía sincera que se puede leer en voz baja y también en voz alta, para poder admirar su belleza y apreciar su arco sonoro y su musicalidad. Julio Pérez Tejera nació en Telde en 1954, inicia estudios de Filología en la Universidad de La Laguna y desde 1980 ejerce de Profesor de Educación Vial. Ha publicado cuatro cuentos en verso en la colección La Aventura de Leer, editada por el M. I. Ayuntamiento de Telde. Ha participado en varias ocasiones en los Recorridos Literarios organizado por el Cronista Oficial de la Ciudad de Telde, D. Antonio María González Padrón. Toma parte en el proyecto Poetas en el Aula organizado por la profesora Pino Monzón en el Colegio Amelia Vega de Telde y en actividades literarias programadas en colegios e institutos de Gran Canaria y Fuerteventura. En los años 2002 y 2005 participa en el programa de Radio ECCA, la voz de los poetas y en la Antología Poesía de Canarias en viva voz, realizada por D. José Antonio González Dávila y que reúne a autores participantes en dicho programa.
Textos y poemas suyos han sido recogidos en Breve Antología Escolar de la Literatura Canaria realizada por Victoriano Santana Sanjurjo y publicada por Mercurio Editorial. También participa en “Ver Sahara-Antología 2016” , editada por el Centro Canario de Estudios Caribeños en Cuadernos La Gueldera Escritos a Padrón, en 2016, publicados por el Cabildo de Gran Canaria y coordinados por César Ubierna y Héctor Moreno; en la publicación colectiva Recital Poético Luis Natera, publicado por NACE Ediciones; en la revista Carta Lírica de Miami que dirige el poeta cubano Francisco Henríquez y en Tindaya, el Monumento ya existe, publicado en 2017 editada por Zambra-Baladre, Libreando ediciones y Coordinadora Montaña de Tindaya.
Colabora en el disco Navidad Canaria del Grupo Arnao con un poema titulado El rey de la ternura. Así mismo el cantautor Rubén Rodríguez ha puesto música a algunos de sus poemas. Es coautor, junto con Ildefonso Rodríguez Ramírez, de sendos audiovisuales creados para homenajear a los poetas Miguel Hernández, Saulo Torón, Pino Blanco Jardín, Francisco Henríquez, Montiano Placeres, Echo Chen conocida por Sanmao, Pedro Lezcano y Pedro García Cabrera, así como a la impulsora de las Veladas Poéticas, Susi Arencibia. Ha publicado el relato Sangre de mi sangre en la revista Barataria que edita la Asociación Cultural La Tertulia de la Granja, de Bilbao. Es autor de los libros Tú no te acordarás…y otros relatos, en 2011, editado por el M. I. Ayuntamiento de Telde. Caleidoscopio narrativa y poesía de 2014, y Amorosa presencia, poesía en 2015 publicados por la Editorial Mercurio, dentro de la Biblioteca Canaria de Lecturas que dirige el profesor Victoriano Santana Sanjurjo. Asimismo, es autor del libro Aprendiendo Contigo, inspirado en la labor que ejerce desde 1980 como profesor de Seguridad Vial y publicado por Beginbook Ediciones. Versos del poema dedicado al Círculo Cultural de Telde:
“El metro nos impone/ la estrechez del lindero…/ El número infinito/ como es eterno el vuelo/ es el alfa y la omega/ sin espacio ni tiempo:/ El principio y el fin/ son solamente nuestros./ Cuando se abren las alas/ sobre todo el conocimiento/ y el libro se despliega,/ resucita el mochuelo/ que revela en las sombras/ luminosos secretos./ Aquel que es el principio/ y el fin al que volvemos/ es el único número/ indecible y perfecto./ Abramos nuestros brazos,/ahuyentemos recelos/ y entreguemos al aire/ las mentes y los cuerpos./Dejemos la guarida/ pues que el libro está abierto/ y tal vez descubramos/ cuánto miden los sueños;/ cuál ha de ser el ángulo/ para tirar un beso;/ qué vale la parábola/ si se tira el recuerdo./ ¡Vayamos pues, volemos!/”.
Quiero terminar dando las gracias a Julio por haber aceptado el premio que le otorgan los socios del Círculo Cultural de Telde y felicitarle por esa labor creadora. El premio consiste en una escultura de Máximo Riol Cimas y un diploma acreditativo. Gracias a las autoridades asistentes, a todos ustedes por participar en este acto, así como a las empresas que colaboran con el Círculo Cultural: Teldeactualidad, Imprenta Tegrarte, Centro Óptico Telde, Grisaleña, Buona Pizza y Romelpe. Buenas noches y muchas gracias a todos”.
Julio Pérez Tejera en su magnífica y expositiva intervención vinculada al agradecimiento y orgullo de sentirse como teldense homenajeado y reconocido por este galardón y al mundo literario desde donde manan sus trabajos literarios y como bien dice Julio, la música y la palabra es la expresión del alma y como ella ha ido evolucionando a través del tiempo y como ha expresado admirablemente la instrumentista de flauta Roser Tomás. Pérez Tejera después del saludo y agradecimiento por la asistencia a las autoridades, dirección del Círculo, amigos, familiares y todos los presentes, inicia su intervención con los versos del poema de Saulo Torón Labor interrumpida de las Monedas de Cobre:
“Sobre la mesa donde estos versos escribo,/ traza un rayo de sol un arabesco extraño;/ en la negrura mate de las tablas pintadas/ el vivido reflejo se patentiza áureo.// Yo he suspendido un punto la labor preferida,/ y he fijado la vista sobre el sutil hallazgo;/ las rayas misteriosas de la luz en la mesa/ me abstraen poco a poco y olvido lo empezado…// Atentos en la vida a cualquier labor seria,/ el más pueril engaño nos deja aprisionados…/ ¡Y así somos, poetas, risiblemente inútiles!/ ¡Y así somos, hermanos, risiblemente vanos!/.
El Círculo Cultural de Telde me concede el Premio Telde al Mérito Cultural y yo, repito, sólo se decir gracias y entretenerme como Don Saulo en jugar con ese rayo de luz que son las palabras. Al fin y al cabo, decimos luz y no por eso se ilumina la oscuridad del cuarto a media noche; decimos agua y, aunque rememoremos su frescura y su canción entre las piedras, no se apaga nuestra sed. Porque, después de todo, la cosa y a palabra que la nombra, pertenecen a dos mundos distintos que se entrelazan, se acercan o se alejan entre sí de modo misterioso porque hay un ser que se atreve a nombrar, tratando de beber de esa fuente inmaterial que es el conocimiento y de la que brota, a veces, también la belleza. Don Saulo se declara “risiblemente inútil” y Platón nos concedía -perdónenme que me incluya- a los poetas, la indignidad del destierro por no contribuir a la ciencia, Destierro aquel que puede estar en el origen de la división entre Letras y Ciencias que tanto daño nos ha hecho a lo largo de la historia.
Mientras que el joven poeta y columnista cordobés, José Miguel García Conde, en un artículo titulado, ¡La poesía es inútil, después de enumerar todas sus razones, terminaba diciendo: “Podríamos seguir con nuestras vidas sin la poesía…pero, qué triste sería!”. Y en esta afición a jugar con las palabras, pienso en el círculo que hunde sus raíces en la antigüedad griega, en la que el término kúklos definía el ciclo, a lo circular, a lo que circundaba. Y pasó luego al latín, transformando en circulus, para cargarse de nuevos significados y hablarnos, entre otras cosas, de la reunión, la asamblea, el grupo… Rodando el tiempo, aquel ciclo dio lugar a lo enciclopédico, que es el conocimiento general de las cosas, el conocimiento que todo lo circunda, y, ¡qué curioso! que al siglo XVIII, el del enciclopedismo, lo conozcamos como el siglo de las luces.
Y este Círculo Cultural de ahora tiene también, como luz, sus Reflexiones, una revista, de la que se editaron nada más y nada menos que 15 números, con indudable carácter enciclopedista dado que recoge trabajos de divulgación científica de extraordinaria altura y de todos los campos del saber. Revista que quizás sea posible recuperar, si ya no en papel, sí en formato digital y, desde esta oportunidad que se me brinda, quiero dejarlo oír porque no desaparezca una obra de tal envergadura. Un Círculo Cultural que, con exiguos recursos económicos, lleva a cabo una extraordinaria labor de divulgación y acoge conferencias sobre los más diversos temas: literatura, astronomía, artes, matemáticas, economía…o promueve actividades tales como conciertos, cursos de fotografía, exposiciones, presentaciones de libros, debates y un largo etc., además de sostener una Coral Amati, que tan magníficamente dirige la profesora Narmis Hernández.
El Círculo cuyo anagrama es la primitiva casa aborigen, hecha metáfora en las manos de Máximo Riol, el elemento arquitectónico protector de la vida, con esa puerta que la pone en comunicación con el mundo exterior al que abre sus brazos en señal de ofrecimiento y acogida. El Círculo que fue molino e impregnó el entorno de la molienda al impulso del agua, que sería de desear, que en un futuro no muy lejano pudiera correr de nuevo para devolvernos, al menos, su canción ya que no el persistente rumor de las piedras transformando el grano. Este noble edificio está ubicado en un entorno que necesita del acabado del Palacio de las Artes y de la puesta en marcha del colindante Centro Cultural y de Ocio, como forma de ampliar el diámetro del Círculo. Y en este punto, no puedo dejar de hacer un guiño a tantas salas de proyección cinematográficas como hubo en Telde y que, por imperativos económicos y el surgimiento de la televisión, se vieron abocadas al cierre. Una mención especial para la familia Santos por su contribución en este campo de la cultura.
Claro no podemos olvidar que hablamos del Círculo “Cultural”, ese segundo término, que proviene, como saben, del latín cultus, el culto, el cuidado, el cultivo en todos los órdenes, sabiendo que cuando el cultivo alcanza la excelencia se logra el arte, con el que las personas que integran esta institución se esmeran en transmitir, en compartir, conocimientos y experiencias. Porque tampoco podemos obviar que, tras la entidad, están las personas y a ellas les debo, antes que a todos, dar las gracias por el reconocimiento que me otorgan.
Claro, uno no llega aquí solo, Detrás están los padres abnegados y silenciosos; los hermanos que en otro tiempo trabajaron para facilitar mis estudios; los maestros, tantos y de tanta calidad, y sin disminuir a ninguno, señalar a la maestra que quiso compartir su vida conmigo y que se convirtió en la pregunta que encendía todas las luces; están mis hijas que me devolvieron al niño que fui y al que debo toda la fidelidad; los amigos (alguien decía: júntate con los buenos y serás uno de ellos. Tal vez, yo no llegue a tanto, pero sí he tenido la suerte de poder decir con Juan Ramón Jiménez; “¡Qué superior eres a mí en todo…![…]Por eso podemos ser amigos tan excelentes.”; y están los alumnos que, en ocasiones, me enseñaron más de lo que les enseñé. A todos, gracias.
Y, en este momento, así, de forma caprichosa, quiero hacer un alto para brindar este premio a dos personajes ninguneados por la historia: Uno es la Cigarra de la fábula de Samaniego. Porque mientras la hormiga se deslomaba trabajando -es cierto-, ella, con su canto le hizo más llevadera la carga, aunque luego no se le reconociera. Seguramente, la hormiga llevaba la cuenta de los granos que almacenaba, ignorando que la cigarra, en su canto, también medía los compases, la duración de las notas, la intensidad del sonido y mantenía el tempo para que su melodía llegara, con el armonioso equilibrio de lo matemático, el alma de los que escuchaban.
El otro brindis va para todos los auténticos “patitos feos” del mundo. Porque, aparte de feos, nunca serán cisnes. Para que sepan que sólo, la honestidad y la fidelidad al patito de su interior, les permitirá picotear algún grano de felicidad. Y, sobre todo porque, en su deseo de ser cisnes, no olviden que no hay nada más hermoso que ser pato, cuando esa es tu identidad. Hay muchos patos que se ahogan en el Mediterráneo y en otros mares quedan tirados en las playas o revuelven en los cubos de basura mientras existen cisnes que se dedican a levantar muros y a colocar alambradas, cisnes que, por más que se acicalen y se arreglen el tupé, nunca serán bellos.
Y para ir acabando vuelvo a la palabra como un regalo, como una luz, que ilumine las cosas, permitiéndonos ordenar la realidad y, con suerte, mejorarla. La palabra que se vuelve metáfora, que traducida significa llevar más allá, colocar más allá. De forma que las canas sean hebras de plata, que el ron sea, el hijo alegre de la caña, del cubano Fernando González Campoamor (metáfora que me acercaron Ismael Santana y Fernando Ojeda) o que Juan Ramón pueda decirle a Platero: Dios está en su palacio de cristal. Quiero decir que llueve, Platero. Llueve. Con esa aclaración que no es sino una muestra de la infinita ternura del poeta.
Luz que, sobre la mesa, nos distrae. Extraño arabesco que nos comunica con nuestro interior en el que también nos revelamos frágiles. La palabra que nos nombra y nos permite nombrar, acaba por participar de nuestra condición, en ese juego que iniciaba Don Saulo y que concluía García Conde, y al que me voy a atrever a añadir una pizca de ironía, para despedirme con los versos de La poesía es inútil:
“Es inútil la poesía,/ inútil como un bebé/que sonríe si me ve/ y no entiendo que sonría./ Uno vi que, el otro día,/me sonreía dormido/ y así, como por descuido,/ lo desperté de su sueño/ pero continuó risueño/ a pesar de que hice ruido.// Aquella bola rosada/ con la cabeza sin pelo,/ igual que la de mi abuelo/ -¡otro que no vale nada!-/ abre los ojos a cada/ tres horas para pedir/ comida, vuelve a sonreír,/ se hace pis donde le cuadre/ y, después de que su madre/ lo cambia, vuelve a dormir.// La poesía es tan inútil/ como ese bebé que llora/ en la noche, a cualquier hora,/ y le cuentan una fútil/ historia que creen que es útil/-¡otra cosa que no aguanto!- / para espantar el espanto,/ y alguien le canta y lo acuna/ pero no existe ninguna/ forma de calmar su llanto./
Pues la poesía no vale/ nada, como ese chicuelo/ que todo lo tira al suelo/ si se lo das, vuelta y dale,/ y la risa se le sale;/ se pasa la vida así/ y yo me pregunto si,/ entre grito y carcajada/ como una caña rajada,/ se estará riendo de mí.// La poesía, inútil es/ como ese viejo de ahí/ -mi abuelo-, camina así/ como arrastrando los pies./ Cuando llega a fin de mes/ me deja algo de dinero,/ me pregunta si lo quiero/ y yo que no sé mentir/ ¿qué crees que voy a decir?/ Le bajo el ala del sombrero.// La poesía no es cosa/ que se pueda aprovechar/ ya ni para enamorar,/ que dicen que es cosa hermosa/ -¡otra habrá más provechosa!-./ El amor es otro invento, cosa de mujeres, cuento:/ Ella se peina, él la espera/ muerto de frío en la acera/ y a eso llaman sentimiento.// Peinada, viene conmigo/ -¡la verdad es que está guapa!-/ pegada como una lapa/ porque se olvidó el abrigo/ y, como un tonto, le digo:/ ¡Toma, ponte mi chaqueta!/ Da gracias, se la encasqueta/ y cuando dice: -¡Amor mío!/ ¡No sé qué le pasa al frío,/ mirándola tan coqueta!./ La poesía no conviene,/ como el amor, al que es pobre/ que, en vez de buscar un cobre/ para aumentar lo que tiene/ -si algo tiene-, lo retiene/ el que ese vicio practica/ o se reúne con su chica/ para mirarla embobado/ lo mismo que el pez engoado/ que, tarde o temprano, pica.// ¿De qué te sirve el amor/ o la poesía -pregunto-/ si cuando te encuentras junto/ a tu novia, con calor,/ no existe un ventilador/ que baje un grado ese fuego?/ Y todo es como un juego,/ en que un diálogo se entabla/ y en el que uno pierde el habla/ que sólo recobra luego./ La poesía es como el tonto/ que vive por aquí cerca/ que, cuando me ve, se acerca/ para ver si yo lo monto/ en mi coche. Así, de pronto,/ te da la mano y te abraza/ y cuando su madre pasa/ -¡él no dio un golpe en su vida!-,/ lo llama, muy presumida:/ -¡La riqueza de mi casa!// Inútil, me siento yo/ -será porque soy poeta-./ Sin mí no estaría completa/ la nómina en que fijó/ lo que vale y lo que no,/ ese talento preclaro,/ por el que ahora reparo/ en versos, viejos, amor,/ tontos, niños, servidor,/ e inútiles los declaro.// Y creo que ya, la poesía,/ les demostré que no es nada,/ como perra abandonada/ seguida de una jauría/ por ver cual la poseía …/ Desde la punta hasta el cabo/ todos van meneando el rabo/ mientras siguen el cortejo …/ ¡Sigan, sigan, yo los dejo,/ porque en este verso acabo!”. ¡Buenas noches y muchas gracias!
Ironía, sueños, metáfora, realidad, sonrisa, humor, temor, paciencia, perseverancia, sinceridad e incluso ciencia, conclusión ante la poesía de Julio Pérez Tejera, talento, reto, inteligencia y rebeldía, resolución y equilibrada descripción literaria ante la página, el verso y la palabra, como definió Máximo Riol al inicio de la presentación. Muchas gracias por tu legado. Julio, no pierdas las mañas como bien nos pronunciamos en nuestra tierra, y ante tal hazaña, el agradecimiento y abrazo sincero de compartir contigo un tiempo, una historia, un tesoro, el legado de seguir en el camino por la palabra, por el verso, por la poesía.
La Concejala de Cultura y Educación en funciones del M. I. Ayuntamiento de Telde, Marta Hernández Santana, interviene excusando la ausencia de la alcaldesa en funciones Carmen Hernández por impedimentos de agenda, y expone:
“Para mí es un placer poder compartir esta mesa con Julio Pérez y Máximo Riol. Lo primero es decir gracias, gracias al Círculo Cultural de Telde, a su directiva, a sus socios, a sus simpatizantes por este trabajo y labor que hacen diariamente y que contribuye a la mejora de la cultura en nuestro municipio. Hablamos el otro día en la presentación de un libro, la importancia que tienen los colectivos y asociaciones, colectivos culturales, musicales, folclóricos, que son imprescindibles en nuestra sociedad por todo lo que aportan y en esto el Círculo Cultural es un referente. Agradecer también a las empresas que colaboran con el Círculo y con este premio.
De Julio poco más puedo añadir, creo que todos y cada uno de los que estamos aquí, creo no equivocarme, estamos por un sentimiento de amistad, familiar, respeto, cariño, empatía, creo que Julio nos Transmite eso y muchísimo más, una vez que lo conocemos nos acercamos a él y lo tratamos, y yo he tenido la suerte de conocerlo desde la Escuela Municipal de Música y ahora en esta etapa en funciones, Julio entra por la piel y los poros y ahí queda. Por esto, creo que este Premio del Círculo Cultural Telde al Mérito Cultural, es más que merecido, y Julio, yo sé que no te gustan este tipo de cosas, pero tu trabajo está ahí, están tus sentimientos, tu compromiso y creo que esto es bonito y agradable premiarlo. Muchas gracias”.
Finalizada la intervención de la concejala, Julio Pérez Tejera agradece la labor del secretario de la Junta de Gobierno del Círculo, Antonio Alemán, a Cristo Naranjo por facilitar y elaborar los arreglos florales de la sala, se procede a la entrega del premio, escultura y diploma acreditativo por parte de la concejala de Cultura Marta Hernández y Máximo Riol, presidente del Círculo Cultural. Finaliza el acto con la actuación musical de Roser Tomás que interpreta las composiciones V’adoro pupille, de Haendel, de la ópera de Julio César (1724). Canción de cuna, de Mozart (s. XVIII). Die Forelle (la trucha) de Schubert (s. XIX). Sicilienne, de Fauré (arr. Jozsef Palfalvi, s. XX). Gabriel’s Oboe, de Ennio Morricone, original musical de la película La Misión (s. XX).
Enhorabuena Julio Pérez Tejera por el merecidísimo premio obtenido por tu labor personal y dedicación a engrandecer, aportar y poner en valor los principios y continuación de la huella literaria legada desde nuestros ancestros, y como continuación a una necesaria divulgación de tu obra que desde tu más profundo sentimiento y sensibilidad creativa nos haces sentir el orgullo de teldenses, grancanarios y canarios en general, contar con tu presencia y entrega a la cultura.
Memorables tus palabras que llenaron la sede del Círculo Cultural de honor y gloria por los presentes y ausentes que disfrutamos como lección magistral y muestra señera el testimonio de tu gran trabajo tu poesía y palabras. Disfruta con los tuyos el Premio Telde al Mérito Cultural que el Círculo Cultural de Telde te ha otorgado por todos tus desvelos por la cultura. Muchas gracias.
Jesús Ruiz Mesa es colaborador cultural de TELDEACTUALIDAD.



































































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