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Telde.- El Gobierno de Canarias ha procedido este lunes a declarar la Noria de Jinámar como Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de Sitio Etnológico. Un ingenio hidráulico que data de 1852 y en el que se han invertido 2 millones de euros para convertirlo en museo del agua, pero que sin embargo fue saqueado, en varias ocasiones, antes de que abriera sus puertas. El Ejejcutivo regional está barajando convertirlo en sede de Patrimonio Histórico en Gran Canaria.
Este malacate, situado en la margen derecha del cauce bajo del Barranco de Jinámar, a unos escasos 25 metros sobre el nivel del mar, constituye uno de los últimos testimonios históricos de la ingeniería hidráulica de esta zona de la Isla y uno de los ejemplos más ilustrativos de las estrategias desplegadas por la población grancanaria para proceder a la extracción, conducción y almacenamiento de un bien tan sumamente preciado como el agua, en este caso destinada al riego de los campos de cultivo.
Dentro del conjunto de la Noria de Jinámar se distinguen cinco elementos: el pozo; las obras de fábrica (torre de mampostería y cantería recubierta por un armazón de madera y dependencias anexas); el mecanismo de elevación de agua situado dentro de las torres y el pozo; el estanque regulador anexo a la obra de fábrica; y, por último, las canalizaciones de irrigación.
El Bien de Interés Cultural tiene un área de 3.104 metros cuadrados y su entorno de protección ocupa 58.483 metros cuadrados. Los criterios que fijan la delimitación atienden a localización de los elementos que forman parte de este monumento, cuyo inmueble principal es el edificio de la Noria y la rampa de acceso, que sirvió para llevar los animales hasta la zona de giro.
Por otra parte, se han incluido en el BIC los elementos que forman parte de esta ingeniería hidráulica y que conforman el conjunto, todo ello dentro de un área que zonifica y protege este espacio para garantizar su conservación preventiva y evitar alteraciones en los inmuebles y en el perímetro inmediato a los mismos. Entre los elementos incluidos en la delimitación se encuentra la acequia matriz, que sirvió de canalización principal para las aguas elevadas por la Noria.
Dentro de este núcleo del Bien de Interés Cultural se encuentran también los inmuebles que sirvieron para albergar los motores de gas pobre y diésel que explican la secuencia tecnológica de esta ingeniería técnica.
Una de las consecuencias que entraña la aplicación de esta figura jurídica es que la Noria de Jinámar, cuya titularidad pertenece al Gobierno de Canarias, cobra automáticamente un mayor grado de protección.

























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