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Telde.- La obra pictórica del artista indigenista Antonio Padrón ennoblece desde la pasada semana varias de las dependencias de la Casa Museo León y Castillo con una curiosa metamorfosis que les ha llevado a convertirse en tallas de madera.
Muestra de Antonio Padrón en la Casa Museo León y Castillo
por Jesús Ruiz Mesa
El salón de actos de la Casa Museo León y Castillo de Telde, institución museística que dirige don Antonio María González Padrón, dependiente de la Red de Museos del Cabildo de Gran Canaria, expone desde el lunes 4 de julio ocho obras pictóricas del artista de Gáldar, Antonio Padrón. Con tal motivo se inaugura esta muestra temporal presentando esta estancia del Museo una cita con otras obras permanentes, entre las que podemos destacar óleos, esculturas en bronces, acero cortén, granito y madera, algunas de ellas de adquisición reciente como el busto del escritor y dramaturgo canario Benito Pérez Galdós, y el de la Reina Regente María Cristina de Habsburgo y Lorena.
La Exposición se centra en la muestra pictórica de estilo indigenista de Antonio Padrón que conforman ocho obras maestras del pintor galdense, cuya lectura es en cada obra diferente, detallando la propia vida de sus escenas, personajes, tradiciones, costumbres, creencias, mitos, en una dualidad entre el paisaje y el paisanaje. Trabajos realizados en óleos sobre cartón, tabla, tablex, sobre lienzo pegado a cartón, títulos exponentes de su expresión y relatos humanos que el artista nos ha brindado como un legado histórico artístico de unas formas de vivir y ver el mundo: Santiguando una niña (1962). Tienda (1960). Alfarera (1960). Mujer infecunda I (1962). Pelea de gallos (1961). Pescador (1960). Los ídolos guanches, y Cañas (1962).En el acto de inauguración intervienen el Director de la Casa Museo León y Castillo de Telde, don Antonio María González Padrón, Cronista Oficial de Telde, que abre la sesión dando la bienvenida a don Juan Sebastián López García, Cronista Oficial de la Ciudad de Gáldar, y don Héctor Moreno Mendoza, gestor de proyectos culturales y comisario de la Exposición, que excusa la ausencia por óbito reciente de su madre de don César Ubierna, director del Museo Antonio Padrón de Gáldar.
Entre el público visitante la representación de la Junta de Cronistas Oficiales de Canarias presidida por su presidente don José Antonio Luján Henríquez, y aficionados al arte que en esta ocasión han podido admirar ocho obras fruto de la maestría y magisterio expresionista de las pinturas del artista de Gáldar, Antonio Padrón.Complementa esta exposición pictórica una serie de tallas en madera obras del tallista, escultor de la madera, don Manuel Díaz Medina que ha seguido las estructuras artísticas de temas diversos inspirados en el estilo del maestro Antonio Padrón, para modelar en sus tallas de maderas escogidas, detalles, formas, volúmenes, que, plasmados sobre el lienzo consiguen realzar las figuras para traernos a otra realidad tangible, extrayendo del expresionismo padroniano el mensaje, la lectura, el leiv motive de lo expresado y creado por el pintor, trazos, pinceladas, líneas rectas que se convierten mediante el tallado sobre otra materia, la madera, las formas esculpidas como otra manera de apreciar, observar, estudiar y comprender lo que ha tratado de explicarnos Antonio Padrón.
El escritor, poeta, Ángel Sánchez en su comentario sobre el tallista Manuel Díaz, que como información adicional de la muestra figura en uno de los expositores expresa: “Manuel Díaz Medina, tallista de inspiración padroniana. Frente a la mecanización actual en los procesos que elaboran productos artesanales-un perfeccionismo automático que no cesa- quedan algunos productos fabriles que siguen trabajando a la antigua, ya sea con hueso, madera, piedra, tierra o metal. Con la fuerza de sus manos y el tino puesto en lo que hacen, sin prisas ni pretensiones de mercado.
Usando con entretenida paciencia su colección de planas, gubias y formones, existe en Gáldar un artesano tallista que pudiera ser uno de los últimos ejemplares fabriles de su morosa manualidad. Se llama Manuel Díaz Medina y es un buen hombre, sencillo y muy trabajador. Procede de la talla aplicada a la carpintería, el detallismo ornamental de muebles de dormitorio y comedor, al que se dedicó muchos años con maestros reconocidos como Francisco Ossorio o Damián, desde que él entrara de chiquillo como aprendiz, y quienes le van regalando las herramientas del oficio. Sus trabajos habituales suelen ser bustos de encargo, tallas religiosas, reproducción de motivos típicos canarios, etc.
Pero sucede que en un momento muy reciente de su vida llega a conocer la obra de Antonio Padrón y se acerca al traslado volumétrico en madera de algunos de sus detalles, previo dibujos, plantillas y cálculo de escala. Las mujeres, sobre todo, en diversas actitudes y con predilección por las que llevan jareas en mano. Cambian sensiblemente las posiciones de sus tallas con respecto a los originales de referencia, pero no el ritmo de las curvaturas en tensión o abandono de las de estilo más avanzado. Su selección reproductiva contempla algunos animales: camellos estilizados al modo padroniano, y una abubilla, qué por aquí llamamos apupú, como onomatopeya de su canto”.
Antonio Padrón Rodríguez nace el 22 de febrero de 1920 en Gáldar, Gran Canaria. Fue el séptimo de ocho hijos que tuvo el matrimonio formado por José Padrón y Josefa Rodríguez. En agosto de 1929 fallece su padre, y en diciembre de 1930 su madre. Se traslada a vivir con sus tías maternas. Entre 1931 y 1934 estudia interno en el Colegio La Salle de Arucas. Entre 1934 y 1938 prosigue el bachillerato en el colegio Viera y Clavijo y en el Instituto Pérez Galdós de Las Palmas, donde tiene como profesor de dibujo a Nicolás Massieu, el pintor impresionista canario. De 1939 a 1945 permanece alistado en el ejército y comienza a cultivar la música y la pintura. En el curso 42-43 aprueba su ingreso en la Escuela Central de Bellas Artes de San Fernando (Madrid) donde tiene como profesores, entre otros, a Vázquez Díaz, Julio Moisés, Enrique de la Fuente Ferrari, Velarde y Ramón Stolz.
En 1949 obtiene el título de profesor de dibujo. Permanece en Madrid hasta 1951, año que regresa definitivamente a Gáldar. En 1950 participa en una exposición colectiva, con motivo del Primer Salón de Arte, en Santa María de Guía. Participaron también Felo Monzón, Manolo Millares, Miró Mainou, Juan Ismael y Plácido Fleitas. Entre 1951 y 1953 regresa a Gáldar y permanece recluido sin apenas contacto con el mundo artístico y cultural de Las Palmas. En 1954 Primera exposición individual el 22 de mayo en el Museo Canario. La muestra la componen 36 obras realizadas entre 1950 y 1954. En 1957 Exposición colectiva organizada por la Universidad de La Laguna, Primera Exposición del Arte Nuevo. Presenta seis obras junto a Toni Gallardo, Felo Monzón, Juan Ismael, Pino Ojeda, etc.
En 1958 Primer Premio de la VIII Bienal Regional de las Bellas Artes en el Gabinete Literario. La obra premiada fue el óleo sobre tabla, pintado en 1957, Ángeles. En 1959 tres obras suyas van a formar parte de la Exposición de Artistas Canarios en París organizado por la Biblioteca Española en dicha ciudad dentro de su programa de Exposición Las Islas Canarias: mujeres y pitas, Pescadoras y Ángeles. Otros artistas participantes fueron: Alberto Manrique, Felo Monzón, Pedro de Guezala, José Aguiar, Chevilly, Pepe Dámaso… En 1960 Primer Premio de Conjunto-Pintura en la IX Exposición Regional de Bellas Artes, en el Gabinete Literario. Presentó La madeja, Bodegón y Camellos. En diciembre, en este mismo espacio, realizó su segunda exposición individual donde presentó 28 óleos y diversas figuras (antropomorfas y zoomorfas en barro cocido). En 1961 Muestra colectiva en el Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz, bajo el lema Artistas Canarios Contemporáneos en Gran Canaria organizado por la Escuela Luján Pérez.
Entre 1962 y 1964 sin abandonar el trabajo figurativo, ejecuta bastante obra de carácter abstracto. Su abandono y posición frente al informalismo quedó reflejado en su cuadro En la exposición, 1964. En 1965 realiza su última exposición individual que tiene carácter antológico en la Casa de Colón. Estaba compuesta de 19 obras realizadas entre 1959 y 1965. En 1966 Exposición colectiva en la Modern Art Gallery de Las Palmas, junto a Plácido Fleitas, Pepe Dámaso, Eduardo Gregorio, Dieter Kovanka, Lola Massieu y Felo Monzón. Su última exposición en vida. En 1967 se dedica intensamente a pintar, desarrollando una gran actividad creativa llena de expresionismo dramático que le seguirá hasta el final de sus días. El 8 de mayo de 1968 fallece, contaba con 48 años de edad.
Antonio González destaca: “Después de la Comisión Insular de la Junta de Cronistas que hemos tenido en este salón, damos la bienvenida a dos ilustres visitantes de la Ciudad de Gáldar y a todo el público asistente, para la inauguración de estas dos exposiciones. La Casa Museo León y Castillo quiere cumplir con una serie de homenajes, una de ellas es traer a un hombre del norte de la isla, de Gáldar a Telde, puesto que jamás ha estado presente la obra del pintor Antonio Padrón en nuestra ciudad, ha estado en forma de litografías pero no en la original tal cual, la pictórico. También porque un mes de julio hace unos años tuvimos la ocasión de hermanarnos con Agáldar, con la Real Ciudad de Santiago de Los Caballeros, en un acto muy especial, tanto el que hicimos en Gáldar como el hecho en Telde, las dos cabeceras patrimoniales de la isla de Gran Canaria. Y después porque queríamos traer a una de las personas que ha interpretado mejor a Padrón desde su trabajo como tallista, persona que trabaja la madera, lo blanco, en lo que se decía antiguamente un ebanista, es el caso de don Manuel Díaz Medina.
La exposición no quería ser de mucha obra, aunque el Cabildo compró la colección que es casi el 90% de la obra que Padrón hizo a lo largo de su vida. Algunas de ellas están expuestas en esa verdadera joya de la museología canaria que es el Museo Indigenista Antonio Padrón de Gáldar. Nosotros queríamos descomponer la idea norte-sur con estos paisajes que vemos aquí, de descomponer la idea de Gran Canaria cuando hablamos de gentes del norte y gentes del sur, del paisaje del norte y del sur. Nuestra isla, para los que han tratado el paisaje de la isla como el Cronista Oficial de Artenara, José Antonio Luján, que lo ha defendido muy bien, es una isla más que de norte y del sur, es una isla piramidal, bien diferenciada en cuanta a flora y paisaje. Toda la costa tiene cierta similitud, todas las medianías y las cumbres, sin importar que sean norteñas o sureñas. Cuadros como el de las cucañas de Padrón, pueden ser identificados en su paisaje en toda la isla donde se cultivaron tomateros.
En cuanto al paisanaje se dan tipos humanos en el norte y en el sur que son muy parecidos, pero hay costumbres ancestrales, las que nos dejan los aborígenes Canarii, las que aportan los europeos de diferentes procedencias, preferentemente los castellanos andaluces, y el componente negro y berberisco de los esclavos que hace de la Gáldar, y del Telde o Telly milenarios, un lugar donde el mestizaje está presente no solo en los rasgos humanos, sino en el sentido profundo de las creencias, de lo misterioso, esoterismo, mística, medicinas alternativas, santiguadoras, esteleras, etc, gente unida a la naturaleza y que han transmitido sus conocimientos. Esto queríamos representar aquí en las pinturas de Padrón e iconos de las tallas expuestas.
Hoy contamos con el apoyo del Ilustre Cronista Oficial de la Ciudad de Gáldar, don Juan Sebastian López, para que nos hablara del Antonio Padrón, niño, hombre, ciudadano, artista, y figura novedosa para la ciudad, creador de su obra y por otro lado el Comisario de la Muestra, don Héctor Moreno, mano derecha del director de la Casa Museo Antonio Padrón, don César Ubierna. Antonio Padrón ha creado unos tipos humanos y paisajísticos inconfundibles, y como creador adquiere unas dimensiones universales, aunque hay que sacarlo para su máximo conocimiento. Agradecer a la ciudad hermana de Gáldar la generosidad que tiene con Telde en los proyectos que hacemos”.
En su intervención el Cronista de Gáldar, don Juan Sebastián López expone: “Gracias por la invitación y el saludo a la representación de la Junta de Cronistas en Telde y a todo el público en general y a los dos artistas de Gáldar que nos visitan. La obra de Antonio Padrón y don Manuel Díaz Medina. Museos como el de Telde, León y Castillo y el del Museo de Gáldar, Antonio Padrón Centro de Arte Indigenista, muy integrados en la vida cultural de la ciudad, y si hoy vemos la exposición de Manuel Díaz aquí, es gracias a esa vocación de ser centros vivos, creadores, fomentadores de la contemporaneidad, creando patrimonio para el futuro, este es el gran reflejo, tenemos Antonio Padrón con su gran obra y el Museo que ha sido el motor de nuevos artistas y desconocidos se han hecho visibles gracias a estas actividades de las Casas Museo, con una gran labor de dentro afuera. Contamos en Gáldar actualmente con la magna exposición del escultor canario Manolo González y sus esculturas aéreas.
La obra de Padrón no ha salido demasiado, pero va siendo un pintor mucho más conocido, desarrollándose un gran interés por la pintura de Antonio Padrón en los seminarios americanos, en Méjico. Antonio Padrón ya es muy conocido en Méjico, donde han surgido investigadores han empezado a publicar sobre su obra y además a buscar y cotejar el indigenismo que es un foco de investigación y muchas conexiones con América y entre artistas desconocidos. Es un pintor que a nadie deja sin llamar la atención. Es reconocido como uno de los pintores más importantes de Canarias por su originalidad y la marca indigenismo es una marca de muchas tendencias y orientaciones y en América tiene muchas dimensiones y orientaciones. Antonio Padrón es reconocido entre todos los canarios, teniendo varias vertientes en otros artistas de Gran Canaria siendo una isla pequeña, no es el mismo indigenismo de Telde, el de Antonio Padrón que el indigenismo popular de Oramas, como el de Plácido Fleitas.
Antonio Padrón ofrece un paisaje de vinculación con el hombre, el paisaje humanizado, tanto sureño como norteño. Siendo yo un niño conocí a Antonio, su casa era centro de reunión y de tertulia de literatos. Aquí se ha hecho una selección de ocho obras importantes como conocimiento y preparación cultural generacional en el conocimiento de que sigan siendo centros vivos, dinámicos de cultura. Desde el paisaje cultural prehispánico una de las fuentes de todos los artistas galdenses hasta las líneas de indigenismo depurado, actualmente hay una influencia artística en los nuevos valores que han bebido de las mismas fuentes del indigenismo de Gáldar, hay un hilo conductor siendo cada uno un hombre de su tiempo, como Cristóbal Guerra.
Antonio Padrón tiene esta línea de convergencia de los distintos paisajes y paisanaje, tanto en lo arqueológico, en la ciudad y corte de los Guanartemes y Guayarminas, como el cuadro que representa los ídolos guanches en los que figura el ídolo de Tara. Luego el papel de la mujer, artesanía, alfareras, de Hoya de Pineda o de La Degollada, y el paisaje cultural transformado, con los productos que nos llegan como el tomate, paisaje inherente a este cultivo reflejado en la obra cañas. El paisaje platanero, frutos y quesos reflejados en el cuadro Tienda, características tropicales, en una tropicalidad de Padrón diferente a la tropicalidad plástica de Néstor o la de Pepe Dámaso. El paisaje de tierra adentro, de medianías y el paisaje del mar con hombres y mujeres transmisoras de toda esta cultura tradicional, con características personales y estilo, como las cabezas en rombo, que caracterizan a Padrón como un artista inconfundible.
La otra parte de la exposición nace a través de la obra y estilo de un artista como Manuel Díaz y su técnica que ha llevado a la tridimensionalidad las bidimensionalidades de los cuadros de Antonio Padrón, que desde sus comienzos y en muy poco tiempo ha dado una obra de gran madurez, pasando de artesano a artista de la madera”.
Interviene Héctor Moreno exponiendo durante el recorrido de la visita a la muestra de los óleos de Antonio Padrón los puntos de vista artísticos y expresivos que el artista galdense ha querido significar en cuanto a la transmisión y mensajes de una cultura tradicional, popular, desde el paisaje al paisanaje como bien se ha destacado en cada una de las intervenciones en esta inauguración. Atendiendo a cada obra Héctor explica: “En esta pequeña muestra de ocho cuadros están representadas tradiciones, creencias y costumbres visibles en la obra de Padrón que dejan testimonio de las creencias y formas de vida de unas gentes que conforman el paisanaje. El cuadro Santiguando una niña, la santiguadora con una rama de aulaga en la mano y a través del bostezo extraer el mal de ojo que tiene la niña en el rito de la santiguación.
Mujeres en la Tienda, es un cuadro de las últimas adquisiciones del Museo Antonio Padrón que mantiene el marco original del mismo pintor un grupo de frutas, con el desarrollo y estilo pictórico personal del pintor utilizando las líneas rectas en sus trazos sobre el lienzo. En la obra las alfareras o ceramistas localizadas en el norte de la isla, como bien habló Sebastián López anteriormente. Destacan los colores de la tierra en algunas obras de Padrón, marrones, ocres. Padrón pintaba con óleos mezclados con materiales naturales, tierras, arcillas, picones, recogidos de la Montaña de Guía, de Gáldar, en cierta medida se destacan en los relieves de sus pinturas determinadas por el uso de la espátula, tomando en algunos casos las referencias de la pintura aborigen, las pintaderas de la Cueva Pintada.
Un cuadro muy descriptivo que conforman tres dimensiones humanas, la serie de la Mujer infecunda I, este que se expone aquí es el correspondiente a la mujer infecunda uno. Una mujer que no puede fecundar hijos, postrada, con el cuerpo desnudo, recibe el ritual de la santiguación, con los elementos utilizados para ella, el trigo sobre su vientre símbolo de la semilla y la fecundidad de la tierra. En un segundo plano la madre con un gallo en la mano como símbolo de magia. Hay una ventana con un paisaje con casas tradicionales y campos de cultivo. Se describen elementos como vaso y botella con añil para blanquear la ropa, símbolo de la purificación o el blanqueo del alma. Hay dos figuras casi imperceptibles representadas por dos muñecas de vudú que en distintas tradiciones marcan el ritual del mal de ojo o santiguación. Una doble idea en este mensaje pictórico la magia blanca y magia negra, del bien por y en la fertilidad y la extracción del mal de aquel cuerpo, la dualidad de las costumbres.
En Pelea de gallos dos jóvenes observando esta tradición de la lucha entre las dos aves y se pueden observar los trazos cromáticos de la espátula de Padrón. A Antonio Padrón se le encargó el trabajo de restauración de las pintaderas de la Cueva Pintada de Gáldar, bastante deterioradas por la ubicación en el tiempo, nunca lo llego a hacer porque no tuvo tiempo ya que falleció antes, pero si intentó averiguar cómo lo aborígenes utilizaron esos pigmentos mezclando colores y materiales con distintos tipos de grasa, savia del drago. Esta investigación la llevo a cabo Antonio Padrón pero desgraciadamente nunca tuvo tiempo de restaurar la Cueva Pintada.
Cuadro del Pescador con colores muy vivos, representando las costumbres y tradiciones canarias de mediados del siglo pasado. Antonio Padrón dentro de su carácter introvertido , al quedar huérfano muy joven y ocho hermanos, fue a vivir con su tía, estudia en Arucas y en la Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, regresando a Gáldar donde permaneció definitivamente, allí trabajó mucho aprovechando las luces de todo el día. Su vida artística se puede diferenciar en tres etapas: Una etapa académica, al principio de su vida, una etapa más indigenista, cuando desarrolla un estilo propio, y la etapa del final de su vida cuando en sus obras se pasa a los colores negros, marrones, oscuros, como el cuadro del niño enfermo, de la piedad, de la lluvia, en la etapa final de su vida.
En la obra los Ídolos guanches, destacan las formas estilizadas, líneas rectas, cuellos largos, aparece el ídolo de Tara, colores de la tierra donde se notan los relieves marcados por la espátula del artista y utilización sobre el cuadro de otras herramientas para la distribución cromática de formas y volúmenes con una enorme energía creativa que solo Antonio Padrón podía transmitir en estas obras. Complementa la muestra Cañas, representación de las conocidas cucañas”.
Dos exposiciones para visitar, sin duda, complementarias una de la otra, un artista canario maestro del indigenismo, uno de los artífices de las corrientes de tradición artística, señas de identidad, realidad social y naturaleza insular, como lo fue la gran obra de Antonio Padrón, y la escultura en tallas sobre madera de Manuel Díaz Medina, que se podrán visitar en la sede de la Casa Museo León y Castillo de Telde durante este mes de julio, que la Casa Museo teldense como Centro de Historia Contemporánea pone una vez más el arte en esta muestra a disposición cultural de la ciudadanía teldense y visitantes.
Enhorabuena por la iniciativa cultural desde las Casas Museo dependientes del Cabildo de Gran Canaria, a su dirección y colaboradores por brindarnos la oportunidad de apreciar la obra pictórica de uno de los grandes artistas canarios del pasado siglo XX, la de Antonio Padrón. Dos Casa Museo hermanadas por la importancia de haber sido capitales históricas de los principales núcleos aborígenes prehispánicos de Gran Canaria, Gáldar, ciudad de los Guanartemes y Guayarminas, y Telde, la de los faycanes. Hoy, en el siglo XXI, hermanadas por el arte que en sus salas expositivas podemos apreciar, la Casa Museo León y Castillo de Telde y la Casa Museo Antonio Padrón Centro de Arte Indigenista de Gáldar. Muchas gracias.
Jesús Ruiz Mesa es colaborador cultural de TELDEACTUALIDAD.
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