TELDEACTUALIDAD
Telde.- Las playas canarias están para descansar, leer y jugar y para el disfrute, sobre todo de los más pequeños. Desde recoger conchas, pasando por bucear contemplando los peces hasta levantar por los aires a una manta raya. Esta playa teldense tiene todo para que los niños se diviertan.
Valeria tiene su propio show en la playa de Salinetas, ella recoge las conchas más bonitas y las coloca estratégicamente para que formen un círculo que es «el escenario; tengo que bailar sin salirme del cuadrado de conchas». Su madre, Ana García, sonríe mientras su hija relata estos juegos tan originales. Ella es de la Península pero lleva muchos años en Canarias, trabaja de profesora de Secundaria en un IES de Telde. Junto con Airam, su otro pequeño, y Emiliano Melgarejo, su marido, disfrutan del diazo que hizo ayer en Salinetas, una playa muy familiar, perfecta para ellos y sus amigos, según se detalla en un reportaje de Ibón S.Rosales en Canarias7.
Emiliano es de Lanzarote pero está afincado en Gran Canaria, trabaja en medios de comunicación como cámara -actualmente en Kimedia-. A su lado, otros cuatro niños hijos de Carmen, amiga de la familia, se lo pasan en grande con los peces y las olas. «Me gusta ir a jugar a las rocas y ver los peces con el tubo y las gafas», dice Airam. «A mí me gusta esta playa porque se puede surfear mucho y conozco a muchos amigos», dice Fernando. Este pequeño cuenta orgulloso cómo tocó una manta raya que desovaba en la playa de Salinetas y que saltó por los aires para asombro de todos.
La familia Melgarejo García ya viene de disfrutar más de 20 días por la Península, por la costa cantábrica; estuvieron en Santander, entre otros sitios. Los niños visitaron a los abuelos maternos en Salamanca y en unos días, irán a Arrecife: toca ver a la familia paterna.
Carmen Lens, amiga de la pareja, también disfruta con sus hijos del día de playa. Ella y su marido son de Madrid pero llevan viviendo en Gran Canaria dos años. Él es comandante del Ejército del Aire y ahora está destinado en la Isla por tiempo indefinido, viven en Tafira pero los niños han ido naciendo en lugares diferentes: «Uno en Sevilla, el otro en Madrid...», siempre en marcha dependiendo de la demanda laboral del padre de familia. Ahora en septiembre tienen boda en Madrid, el hermano de Carmen se casa, y cada uno de sus hijos tiene un cometido importante en la ceremonia, «uno lleva los anillos, otro tendrá un cartel para la novia...».
Toca el momento foto y los niños van corriendo al agua para salir guapitos, sin arena, Valeria toma su tiempo en acicalarse y sale la última del agua con una sonrisa enorme: día feliz de playa.
Fuente: Texto de Ibón S. Rosales (C7)
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