Para y por toda la humanidad ¡Feliz Año Nuevo!

Al llegar al último segundo, del último minuto, de la última hora, de este 31 último día del festivo diciembre de 2014, que se nos escapa del calendario para siempre, al cerrar la última página del cuaderno de bitácora de este viaje anual que ya es memoria e historia de nuestra odisea común, una reflexión para los que aún tenemos la suerte de viajar en cualquier vagón de este cósmico tren que, en la infinitud del Universo, en un rincón de una de las espirales de nuestra inmensa galaxia, y sujetos a nuestro espacio solar, transitamos de múltiples maneras y sensaciones, llenos de éxitos, alegrías, retos conseguidos, otras, a veces perdidos, sin esperanzas, sin una luz que alumbre el resto del camino, sin el aliento de una voz amiga, que desde lo más profundo del corazón diga, ánimo, adelante, alza la vista al cielo y camina hacia esa luz estelar que nos guía.

 

Para los que el destino nos ha brindado la oportunidad de compartir este trozo de tierra, estos mares, estas islas, estas fronteras a las que aún continúan arribando humanos con un grito de ayuda. Para los que se han bajado ya en otras estaciones y desde su ausencia portamos su equipaje de ilusiones, buenos deseos, legado de lecciones y experiencias aprendidas, otras menos, otras por aprender.

 

De vivencias familiares, desde el rincón del hogar hasta los espacios abiertos del entorno vital y el el sueño profundo, hasta el despertar cotidiano a la vida. Desde la más dolorosa despedida, hasta el recuerdo de la ternura de un abrazo, de un beso, de una caricia, o del que ¡Dios te bendiga! en el eco de la voz que aún escuchamos en el limitado espacio de nuestro corazón.

Para los que, sin duda, aún seguimos la senda con la mirada puesta en un mejor futuro para todos. Para los que adolecen, sufren y el destino les ha vuelto la espalda. Para los que sufren la angustia, soledad, incomprensión, intolerancia, insolidaridad, pobreza, miseria, injusticia, hambre, sed, enfermedad, dolor en el cuerpo y en el alma, el deseo de que las bienaventuranzas y promesas de la Palabra del Hombre llamado Jesús de Nazaret, se hagan patente lo antes posible sobre la faz de la Tierra y aniden en el corazón de la Humanidad entera.

 

Para los que alejados de sus familias, de sus países, de sus hogares, de los surcos que con trabajo, ilusión, sacrifico, han ido cultivando para recoger los frutos y el tiempo no les ha permitido permanecer a la vera del camino para disfrutarlos, un mensaje de aliento, de esperanza y deseos de retorno. Para los que hemos tenido la inmensa suerte de asomarnos al paisaje, a la naturaleza que nos rodea y nos queda un poco más de tiempo, salud y voluntad para justificar el testimonio de nuestro paso, nuestra estancia participando de esa madre naturaleza.

 

Para los que viajamos por el espacio cibernético que nos da la ocasión de permanecer comunicados, de entrar en la red y llevar el latido de la creatividad, del pensamiento, de la información, de la comunicación, del ingenio que lentamente mana de la propia evolución, la esperanza de que esta tecnología avanzada sea para acercar más a la Humanidad, para recrearse en las buenas virtudes que han hecho posible esta posibilidad técnica de mejores perspectivas de futuro en un mundo que dicen globalizado.

Para los que…..en definitiva, hemos llegado y superado esta estación, en el mejor deseo de un nuevo año, de un nuevo tiempo, y todos los que vengan, en el recuerdo de los ausentes, que se bajaron en anteriores estaciones, en el abrazo de los que asomados a las ventanas de ese tren en nuestro particular viaje, codo con codo, aún gracias, podemos seguir contemplando en miles de formas, maneras, y paisajes, el tiempo transcurrir ante nuestras miradas expectantes, al pasar la última página de este ya viejo diciembre del 2014 que juntos pudimos recorrer.

¡ Feliz 2015 y todos los de nuestras vidas !

 

Muchas gracias por todo y muy buena suerte