TELDEACTUALIDAD
Telde.- El barrio de La Majadilla tributó el pasado fin de semana un homenaje al maestro de escuela Salvador Godoy Sosa (Boro) con motivo de su jubilación. El acto tuvo lugar en las instalaciones de El Cortijo de San Ignacio, donde acudió un nutrido grupo de personas.
El docente deja una profunda huella en la comunidad vecinal por sus profundos valores como persona y enseñante, muy ligado a un proyecto de escuela canaria. Por ese motivo las diferentes promociones de sus alumnos le despiden con una carta de reconocimiento. La misiva fue redactada por un exestudiante en nombre de todos.
Carta de despedida
Estimado Salvador:
Nos enseñaste cómo debimos aprender y no qué aprender, a pensar y no tan solo qué debimos pensar. Así desarrollamos nuestra inteligencia y no simplemente nuestra memoria. Señalaste nuestras cualidades y reconociste nuestras habilidades. La confianza que depositaste en nosotros nos animó a esforzarnos y nos hizo sentir valiosos. Nunca nos insultaste ni hiciste gestos despectivos; jamás nos menospreciaste y mucho menos te viste sin ánimo para corregir nuestras faltas y debilidades…
Tuviste en cuenta nuestro esfuerzo y progresos…no sólo el resultado. Cuando nos corregiste lo hiciste sin maltratarnos, sin atacar a nuestra persona, sin deteriorar nuestra autoestima. Nos trataste con cariño, cortesía y respeto. De esta forma te admiramos y por lo tanto desarrollamos un profundo respeto por ti.
Procuraste hacer las clases amenas e interesantes, en las que pudiéramos participar. Contribuías en nuestra educación tanto dentro, como fuera del aula; aunque solo fuera con tu presencia. ¡Ay, aquellos belenes vivientes y obras de teatro! ¡Qué buenos recuerdos!... No tenías preferencias, siempre nos alababas a todos, haciendo que nuestras relaciones no se deterioraran, favoreciendo la unión entre compañeros. Siempre recordaste que ningún alumno era igual que el otro, valorando siempre las cualidades de cada uno.
No aceptaste nuestras excusas por el incumplimiento de las tareas, cuando debimos asumir las consecuencias de nuestras faltas, aprendimos a responsabilizarnos de nuestros deberes. Al sentirnos capaz e importantes para ti, creció nuestro concepto sobre uno mismo. Siempre consideraste que antes de ser un buen estudiante, teníamos que ser buenas personas.
Por todas estas cosas, y muchos años de dedicación.
Tus alumnos te decimos: Gracias.
Poema al maestro
Educar es lo mismo
que poner un motor a una barca
hay que medir, pesar, equilibrar...
... y poner todo en marcha.
Pero para eso,
uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino, un poco de pirata...
un poco de poeta...
y un kilo y medio de paciencia concentrada.
Pero es consolador soñar mientras uno trabaja,
que esa barca, ese niño,
irá muy lejos por el agua.
Soñar que ese navío
llevará nuestra carga de palabras
hacia pueblos distantes, hacia islas lejanas.
Soñar que cuando un día
esté durmiendo nuestra propia barca,
en barcos nuevos seguirá nuestra bandera enarbolada
Gabriel Celaya
A Salvador, con la certeza de que “su bandera” permanecerá siempre en nosotros.
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.48