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El viento desplazó la humareda negra hacia el Sur (Foto TA) El viento desplazó la humareda negra hacia el Sur (Foto TA)

El viento alisio, gran aliado en el incendio de La Garita

La fuerza eólica del Noreste contribuyó a que la humareda negra se alejara del centro médico y no entrara en las plantas donde estaban los internos

cojeda Viernes, 24 de Julio de 2015 Tiempo de lectura:

TELDEACTUALIDAD

Telde.-  Los vientos alisios, que soplan con intensidad en la zona y más en este mes de julio, se erigieron este jueves en el gran aliado de los internos atendidos en La Garita, evitando que el suceso pudiera alcanzar males mayores.

 

La fuerza eólica del Noreste contribuyó a que la densa y asfixiante humareda negra que originó el incendio surgido en el jardín delantero del centro médico, que da fachada al Sur,  se alejara rápidamente del inmueble de varias alturas y no llegara a penetrar en las plantas donde estaban los 240 internos, que fueron evacuados como medida de precaucación.

 

De hecho, a los pocos minutos de producirse el siniestro, las cenizas de la gran humareda alcanzaban la urbanización residencial de Los Melones, en La Garita, a cientos de metros de distancia del lugar del suceso. Vecinos de la zona remitieron a TELDEACTUALIDAD imágenes de la ceniza que pudieron recoger en sus casas.

 

 

En las labores de extinción del incendio intervinieron cuatro unidades del Consorcio de Emergencia de Gran Canaria, más vehículos de mando, según publica Canarias7. Fueron tres los parques que se trasladaron. Por un lado el de La Garita, a pocos kilómetros de la residencia, pero también fueron desde Arinaga y San Mateo.

 

Hasta los bomberos que tenían días libres se sumaron para ayudar a controlar el fuego. Llegaron a acudir más de 15 efectivos. El despliegue fue muy destacado y pudo darse por controlado el incendio en poco tiempo, sin embargo, la extinción les llevó muchas más horas. El material de fibra o plástico es muy complicado de apagar de forma definitiva. Pese a todo, no hubo peligro, ni siquiera por el hecho de que un tanque de oxígeno se encontraba a pocos metros de las llamas.

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