Simulacro de accidente aéreo en Gando

Telde.- El Aeropuerto de Gran Canaria, siguiendo el programa establecido en su Plan de Autoprotección, ha realizado hoy un simulacro de accidente de aeronave cuyo objetivo es el de evaluar la capacidad de reacción, el grado de coordinación y el tiempo de respuesta de los colectivos e instituciones implicadas en la atención de una emergencia aeronáutica.

 

El ejercicio ha consistido en simular la colisión en el aire de un avión comercial de la compañía Alfa contra una avioneta tipo Piper en la maniobra de aproximación al Aeropuerto de Gran Canaria.

 

El simulacro comienza cuando una aeronave ATR-72 con 12 pasajeros y 4 tripulantes colisiona en el aire con la avioneta, con un pasajero y un piloto. Tras la colisión, la aeronave toma tierra por la pista 03L, pero desvía su trayectoria saliéndose de pista e impactando contra el terreno, lo que provoca una rotura del fuselaje, derrame de combustible e incendio de la misma. Mientras que la avioneta tipo Piper también sufre rotura de fuselaje y cae al mar en la Bahía de Gando.

 

La Torre de Control del Aeropuerto de Gran Canaria activa la emergencia informando al Centro de Control de Canarias (ACC), al Centro de Operaciones Aeroportuarias (CECOA), al Servicio de Salvamento y Extinción de Incendios del Aeropuerto (SSEI), a la Base Aérea y al Centro de Coordinador de Emergencia (RCC). Se constituye el Puesto de Mando Principal (PMP) y de esta manera se inician las actividades contempladas en el Plan de Autoprotección.

 

El SSEI se desplaza a la zona de emergencia, constituyendo el Puesto de Mando Avanzado (PMA) y comenzando las labores de rescate y evacuación de los heridos que se encuentran en tierra, previa extinción del fuego originado.

 

Al lugar del supuesto accidente se van incorporando los diversos equipos activados, de manera que tanto la dirección del PMA como la del PMP son asumidas por los mandos correspondientes. En el punto de concentración de medios se agrupan los vehículos desplazados que acceden ordenadamente a las zonas del accidente para realizar sus cometidos: ambulancias, hospitales de campaña, vehículos de comunicaciones, grupos de rescate terrestre, medios aéreos y marítimos de SAR y SASEMAR.

 

Desde el Puerto de La Luz acuden también los medios marinos activados (embarcaciones de Salvamento Marítimo), todo ello con el apoyo de los medios aéreos de GES y del SAR.

 

Una vez realizado el rescate de los supervivientes, el levantamiento de cadáveres por parte del juez y realizadas las labores de recogida del material desplegado, se da por concluido el simulacro, sin que el desarrollo del mismo afecte en ningún momento a la operativa diaria del Aeropuerto de Gran Canaria.

 

Con este ejercicio, el Aeropuerto cumple con la normativa de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) respecto a la planificación de las emergencias en los aeropuertos, según la cual se deben realizar periódicamente simulacros de accidentes de aviones de pasajeros en sus instalaciones.

 

El simulacro ha contado con la participación de la Delegación del Gobierno, Dirección General de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias, el Centro Coordinador de Emergencias (RCC), CECOES  112, Salvamento Marítimo, Servicio de Urgencias Canario (SUC), Base Aérea de Gando, Servicio Aéreo de Rescate (SAR), Protección Civil, Cruz Roja, Guardia Civil, Cuerpo Nacional de Policía, Policía Local de Telde e Ingenio, Atántica Handling, Binter Canarias, Navegación Aérea, además de todo el personal aeroportuario implicado en una emergencia de este tipo.

 

El Servicio de Urgencias Canario (SUC) y el 1-1-2 Canarias, servicios gestionados por la empresa pública Gestión de Servicios para la Salud y Seguridad en Canarias (GSC), dependiente de las Consejerías de Sanidad y de Economía, Hacienda y Seguridad del Gobierno de Canarias, participaron hoy en el simulacro de accidente aéreo que tuvo lugar en el Aeropuerto de Gran Canaria y en que se vieron implicados un avión comercial, un ATR-72, y una avioneta tipo Piper.

 

En este ejercicio la asistencia sanitaria de las supuestas víctimas estuvo a cargo del SUC que desempeñó el papel de mando sanitario y que contó con la colaboración de personal y recursos de Cruz Roja.

 

El Servicio de Urgencias Canario desplazó hasta el Aeropuerto a cuatro médicos (un director de la atención sanitaria desde el Puesto de Mando Avanzado, un responsable del triage de los heridos y dos médicos asistenciales); cuatro técnicos sanitarios, que se encargaron de la movilización de los recursos y de apoyar el trabajo del personal sanitario y un enfermero que intervino también en la atención sanitaria directa. Todos ellos asistieron a un total de doce personas de las cuales cinco fallecieron, cuatro resultaron heridos graves, dos menos grave y uno leve.

 

En cuanto a los recursos desplazados, fue movilizada la Unidad Móvil para Catástrofes (UMCAT) además de un vehículo de coordinación, un vehículo de logística y dos ambulancias de soporte vital básico cedidas para la participación en el simulacro por las empresas AMC e ISCAN.

 

De esta manera, el SUC, que participa continuamente en este tipo de ejercicios, pudo poner en práctica los protocolos establecidos ante incidentes con múltiples víctimas y puso a prueba la respuesta de su personal, tanto en la movilización de los recursos como en la atención de un gran número de víctimas que requieren de una atención especializada y rápida en el lugar del incidente antes de establecer cuál será el centro sanitario al que serán trasladados y cuál debe ser el tipo de recurso más adecuado para llevarlo a cabo.

 

Por su parte, el 1-1-2 Canarias, tras recibir la alerta en la que se indicaba que se había registrado un accidente aéreo con múltiples víctimas, se encargó de la activación de los recursos de emergencia externos al recinto aeroportuario. Asimismo, desplazó al lugar del incidente al vehículo de coordinación, junto a un técnico de coordinación operativa y un gestor de recursos que ejercieron de enlace con la sala operativa del 1-1-2 en Las Palmas suministrando información esencial de cara a la gestión de la emergencia y reforzando las comunicaciones en el lugar del incidente.