La ruta 'Patrimonio para Todos' deja al aire las vergüenzas de la rehabilitada Casona de los Sall

Telde.- Este miércoles arrancaba en Telde la iniciativa Patrimonio para Todos. Unas rutas guiadas, ideadas por el Consistorio local en colaboración con la Casa-Museo León y Castillo, que pretenden romper barreras y acercar a las personas con discapacidad los encantos y la historia que la ciudad de los Faycanes esconde en sus principales enclaves artísticos. Sin embargo, y pese a ser una visita accesible, el grupo se quedó estupefacto cuando al llegar a la remozada Casa de los Sall comprobaron que sus accesos no se encuentran adaptados a las personas en sillas de ruedas.

 

Esta primera ruta, que discurrió por el empedrado barrio de San Francisco, finalizó no todo lo bien que había previsto la Concejalía de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Telde, organizadora e impulsora de la misma.

 

Los cerca de 70 visitantes que integraban la primera expedición, guiada por el joven historiador Echedey Basso y conformada en su mayoría por miembros de diferentes colectivos y asociaciones regionales de personas con discapacidad, no salían de su asombro. Al llegar a la rehabilitada Casona de los Sall, un inmueble histórico en el que el Gobierno de Canarias invirtió más de 1,4 millones de euros y que el Consistorio local pretende poner en marcha y convertir en uno de los reclamos turísticos del municipio, se encontraron con una gran barrera arquitectónica en forma de escalones que dificultaba en gran medida el acceso de varios de los componentes.

 

Pese a que la Ley lo obliga, el inmueble no se encuentra adaptado en su totalidad y tampoco dispone de una rampa de acceso que facilite las cosas a las personas que padecen alguna discapacidad físicas.

 

No obstante, el grupo se resignó ante esta adversidad y continuó su periplo por las sinuosas calles de San Francisco, enclave declarado Bien de Interés Cultural (BIC).

 

Anteriormente, y tras partir de la plaza de San Juan, los visitantes se adentraron en el barrio por las conocidas como Cuatro Esquinas, acompañados por el concejal Ignacio Serrano y la edila Celeste López, así como por la alcaldesa Mari Carmen Castellano que también quiso sumarse a la actividad.

 

A través de las explicaciones que a base de interesantes datos históricos y anécdotas aportaba el guía de la Casa-Museo León y Castillo, y que eran traducidas de manera simultánea por un intérprete a la lengua de signos, conocieron el pasado y la idiosincracia del antaño conocido como barrio de Santa María de La Antigua. Uno de los tres grandes núcleos en los que se estructuró la ciudad de Telde en sus orígenes, el mismo que servía de morada a artesanos, jornaleros y campesinos.

 

Curiosidades como la toponimia de sus callejones, el porqué del callao de barranco en su pavimento, la morfología y estructuras de sus casas canarias, que guardan grandes semejanzas con las andaluzas; las influencias que ejerció en sus habitantes la orden franciscana que durante años se estableció en el convento anexo a la Iglesia o los muchos secretos que guardan sus rincones, como el del frondoso árbol que da sombra en el Altozano. Un ejemplar plantado por dos niñas, hijas de falangistas, coincidiendo con el tercer aniversario del comienzo de la Guerra Civil española.

 

 

Para entonces, muchos de los participantes esperan que se solventen los contratiempos surgidos durante la jornada de este miércoles. Además de eliminar los escollos arquitectónicos, también piden que los grupos se conformen atendiendo a sus necesidades -dificultades auditivas, físicas u de otra índole.

 

No obstante, el edil Ignacio Serrano, explicaba a TELDEACTUALIDAD, que precisamente se había dispuesto un gran grupo conjunto para promover la integración y matenener el espíritu de la inciativa. Poner al alcance de todos la riqueza cultural e histórica de Telde sin discriminar.