FRANCISCO LÓPEZ
El pasado mes de diciembre el Congreso de los Diputados dio luz verde a una herramienta fundamental para nosotros los contribuyentes es la llamada ley de transparencia, ésta ya en su preámbulo viene a dar unas pinceladas de las obligaciones de los distintos gobiernos y administraciones a partir del 2014:
“La transparencia, el acceso a la información pública y las normas de buen gobierno deben ser los ejes fundamentales de toda acción política. Sólo cuando la acción de los responsables públicos se somete a escrutinio, cuando los ciudadanos pueden conocer cómo se toman las decisiones que les afectan, cómo se manejan los fondos públicos o bajo qué criterios actúan nuestras instituciones podremos hablar del inicio de un proceso en el que los poderes públicos comienzan a responder a una sociedad que es crítica, exigente y que demanda participación de los poderes públicos”.
Estas son las primeras palabras que presenta la mencionada ley, en ellas podemos ver la clara y manifiesta intención del Gobierno del Estado por hacer cada vez más cristalina la acción de las distintas administraciones.
Un capitulo que es de suma importancia para el contribuyente es donde invierte y gasta la administración hasta el último céntimo que éste paga con sus impuestos, es en este apartado donde la Administración tiene que ser extremadamente diáfana; la administración tiene que romper el tabú del oscurantismo sobre las acciones que conlleva el gasto del dinero del contribuyente.
Es en este punto es donde el Ayuntamiento de Telde ha ido dando pasos de gigante, a lo largo del pasado 2013 y en lo andado de 2014 ha hecho públicos los datos sobre los gastos contraídos por la administración local en los procedimientos de contratación pública, así como recientemente los gastos en defensa jurídica que ha realizado. En ambos casos se ha puesto negro sobre blanco una realidad que el contribuyente demandaba y tenía la obligación de conocer, ahora los ciudadanos pueden juzgar mejor y con más criterio la capacidad de sus responsables públicos y decidir en consecuencia. La Administración no sólo tiene que ser escrupulosa en lo relativo al dinero del contribuyente, también lo tiene que ser en todos los actos que realiza, por este motivo y con la finalidad de que el contribuyente sepa en todo momento que actos y decisiones toma. Permitiendo una mejor fiscalización de la actividad pública se contribuye a la necesaria regeneración democrática, se promueve la eficiencia y eficacia.
No debería ser anormal la noticia de que la Administración publique actas, convocatorias de los órganos colegiados, convenios urbanísticos, presupuestos generales, planes generales y un largo etc., este hecho debería estar normalizado y todos los responsables públicos tendrían que tenerlo interiorizado, y no lo que algunos hacen todavía que es preferir moverse en un indeseable claro oscuro.
Hay un dato que por encima de todos los anteriores mencionados debe saber el contribuyente y es cuanto debemos, cuanto tiempo tardamos en pagar nuestras obligaciones y si estamos corrigiendo la desviación que existen. Es en este apartado donde el Ayuntamiento de Telde tiene aún su talón de Aquiles.
A nuestra llegada al Gobierno Municipal el proveedor tardaba en cobrar por el servicio prestado en torno a 1089 días, esto es casi tres años, este hecho hacía que algunos proveedores que se atrevían a vender a crédito al Ayuntamiento inflaban las facturas para poder hacer frente a los gastos financieros derivados de la tardanza en el pago, a fecha de 2014 no hemos mejorado todo lo que sería deseable pero estamos en un horizonte de algo más de 180 días que todavía considero insuficiente, pero se ha recortado de forma considerable.
Este cambio ya ha provocado dos efectos importantes: por un lado el proveedor cobra antes, por lo tanto soporta un menor esfuerzo, y por otro el Ayuntamiento no paga facturas con excesiva carga. La senda de trabajo del área de Hacienda actualmente esta en cumplir con su obligación legal de pagar a 30 días, primando el principio de eficacia y eficiencia en el gasto y el control del mismo.
La filosofía que estamos aplicando en Telde para dar a conocer al contribuyente todo lo que se cuece en el Ayuntamiento tiene un triple alcance, por un lado incrementa y refuerza la transparencia en la actividad pública, por otro lado garantiza el acceso a la información, ya que de manera periódica se actualizan los datos publicados, y por otro lado se establecen nuevas obligaciones de buen gobierno que debemos cumplir los responsables públicos.
Como dijo Enrique Tierno Galván, político conocido por todos, “Los bolsillos de los gobernantes deben ser de cristal”, frase que considero habría que hacer extensible a la administración en su conjunto, y creo también que no sólo deben ser de cristal los bolsillos de los gobernantes sino que además deben ser de cristal las acciones y decisiones de toda la Administración.
Francisco López Sánchez es concejal de Gobierno y portavoz del PP en el Ayuntamiento de Telde.
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