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Los pujolones (III)

cojeda Domingo, 17 de Agosto de 2014 Tiempo de lectura:

Después del primer episodio del 4 de marzo de 2005, cuando en el debate en el Parlament de Cataluña sobre los desprendimientos del metro en el barrio del Carmelo, el entonces Presidente de la Generalitat de Cataluña, el socialista Pasqual Maragall, lanzó en la cara de Artur Mas (entonces líder de la oposición) que "hemos llegado al meollo de la cuestión: ustedes tienen un problema y este problema se llama tres por ciento", en una alusión a un supuesto cobro de comisiones en la adjudicación de obras en la época que gobernó CiU en Cataluña entre 1980 y 2003, con Jordi Pujol de Presidente, el tema pareció que se enfrió, como si esa grave acusación hubiera caído en saco roto.
 
No fue hasta el mes de junio de 2009, cuando la fiscalía de Barcelona presentó una querella, por apropiación indebida y falsedad, contra Félix Millet i Tusell y tres responsables y directivos del Palacio de la Música Catalana, en la que, a raíz de las investigaciones, salió de nuevo a relucir de nuevo el cobro de comisiones en Cataluña.
 
El “caso Millet”, también conocido como “caso Palau” o como el saqueo del Palau de la Música, es esencialmente un desfalco realizado por Fèlix Millet i Tusell, presidente del patronato de la Fundació Orfeó Català-Palau de la Música (que es una fundación erigida por el mismo Fèlix Millet en el año 1990), con la implicación de algunos de sus colaboradores (Jordi Montull también fue imputado por la fiscalía). El desfalco fue realizado durante aproximadamente toda la primera década el siglo XXI y, en algunos casos, ha pasado tanto tiempo que algunos delitos ya han prescrito.
  
Aunque el escándalo se hizo público en junio del año 2009, ya en el año 2002 una nota anónima dirigida a la Delegación de Hacienda de Cataluña alertaba, citando sólo a Felix Millet (“el inefable Fèlix Millet”, decía textualmente), que parte del dinero de la Fundació Palau de la Música se desviaban para fines privados.
 
También el Síndic de Comptes (órgano de fiscalización de las cuentas públicas) de la Generalitat de Cataluña encontró anomalías en la gestión del año 2002, informando a la Administración responsable.
 
A partir de la denuncia anónima de 2002, pero archivada y con registro oficial de entrada, no se realizó en aquel momento ninguna investigación, ya que la denuncia no aportaba datos concretos que lo permitiesen, a pesar de lo fácil que era abrir una investigación elemental para evitar que los presuntos delitos prescribieran (como así sucedió). En esos años, el Presidente de Cataluña era Jordi Pujol.
 
A finales de julio de 2009, Millet se vio implicado en una investigación de la fiscalía de Barcelona, en la que se intentó aclarar un presunto desvío de 2.000.000 de euros, durante los años 2003 y 2004, por parte del patronato del Palacio de la Música. El día 27 de julio de 2009, Millet se vio obligado a abandonar su cargo en el patronato, y el 31 de julio cesó de la presidencia del Banco de la Pequeña y Mediana Empresa Bankpime.
 
Siguiendo el consejo de sus abogados, Millet reconoció el desvío de fondos a sus cuentas y patrimonio personal. Fèlix Millet confesó haber realizado un desfalco por importe de 3,3 millones de euros que destinó, entre otros usos, a reformar edificaciones de su propiedad y pagar viajes turísticos a destinos como Maldivas y Dubái. Además, y de forma muy controvertida, dijo que había pagado comisiones y realizado pagos en dinero negro (dinero que no consta en la contabilidad oficial), a artistas que actuaban en el Palacio de la Música. El fiscal consideró que el saqueo de las arcas del Palau de la Música supuestamente cometido por Fèlix Millet y Jordi Montull, el ex director administrativo, puede ascender 10 millones de euros.
 
Las ramificaciones del caso Millet afectaron al partido de Jordi Pujol y Artur Mas, Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), acusada de recibir el pago de comisiones de Ferrovial a través del Palau de la Música a cambio de la concesión de obras públicas, como la Ciudad de la Justicia o la inconclusa línea 9 del metro de Barcelona.
 
La investigación del desvío de fondos del Palau de la Música ha acorralado a Convergència Democràtica de Catalunya (CDC). Un informe de la Agencia Tributaria incluido en el sumario del caso indica que la fundación de CDC, la Trias Fargas, se nutrió al menos en 2003 de aportaciones en dinero negro del Palau, entonces presidido por el imputado Fèlix Millet.
 
Los flujos de dinero que iban del Palau de la Música a la Fundació Trias Fargas, vinculada a Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), fueron constantes. Al menos cerca de 300.000 euros, más la mitad de las aportaciones que la entidad de CDC admite haber recibido de la Fundació Orfeó Català entre 2001 y 2008, no figuran en las cuentas anuales auditadas que la entidad que presidía Fèlix Millet presentó a la Generalitat. El secretario general adjunto de CDC, Felip Puig, llegó a admitir que la Fundación Trias Fargas, vinculada a su partido, recibió 630.554 euros de la fundación del Palau de la Música.
 
El ex Presidente autonómico catalán Jordi Pujol emitió, el día 25 de julio de 2014, un comunicado en el que admitió que su familia posee cuentas en paraísos fiscales y pidió «perdón» por ello.
 
Jordi Pujol i Soley aseguró que los fondos que «su mujer y sus siete hijos» poseen en el exterior proceden de la herencia que les legó su padre, Florenci Pujol, tras fallecer en 1980. Su hermana María Pujol lo niega: «¿De qué herencia me hablas, Jordi?»
 
La afirmación de Jordi Pujol contrasta con las investigaciones policiales. Tal y como publicó El Mundo en noviembre de 2012, la UDEF afirmó que cobraba el 4% de cada obra o servicio que adjudicaba desde la Generalitat y añadió que en una sola cuenta en Suiza el clan esconde 137 millones de euros.
La Policía achacó esa y otras cuantas al cobro sistemático de comisiones ilegales por adjudicación de obras y servicios del Ejecutivo autonómico catalán entre 1980 y 2003.
 
La Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal -que Pujol padre popularizó con el célebre «¿qué coño es eso de la UDEF?»- puntualizaba en el informe publicado por El Mundo en noviembre de 2012 que CiU se quedaba con el 4% de cada obra o servicio que concedía a empresas privadas. De ese peaje, el 2,5% se empleaba para financiar a Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) y el otro 1,5% acababa en los bolsillos de sus dirigentes, básicamente, la familia Pujol.
 
Lo más singular de todo es la explicación que el patriarca del clan ofreció acerca de la multimillonaria fortuna que poseen en el exterior -la UDEF cifró en 137 millones los fondos que poseen sólo en una entidad bancaria suiza-: «Procede de la herencia que mi mujer y mis siete hijos percibieron de mi padre, Florenci Pujol i Brugat, fallecido en septiembre de 1980, cinco meses después de mi llegada a la Generalitat [tomó posesión de la Presidencia autonómica el 8 de mayo de aquel año]».
 
«Mi padre dispuso que unos fondos que tenía en el extranjero, y que no estaban regularizados en el momento de su fallecimiento en 1980, fueran destinados a mis siete hijos y a mi esposa [Marta Ferrusola], pues él consideraba errónea y de incierto futuro mi opción de dedicarme a la política en lugar de seguir en el mundo empresarial», argumentó el ex presidente de la Generalitat en la nota que hizo pública a media tarde de ayer.
 
En su increíble relato, Jordi Pujol i Soley añadió que, aunque «su conciencia le empujaba a rechazar esta herencia», decidió encargar la gestión a una persona de la más «absoluta confianza» suya y de su padre. «Mi error original contaminó a mi mujer y a mis hijos».
 
El enredo prosigue en la siguiente aseveración. El ex jefe de la Generalitat declaró que «nunca» quiso saber «el más mínimo detalle de la gestión» del patrimonio que acumulan en el exterior. Una cuestión a todas luces inveraz, entre otras razones, porque fuentes solventes de la investigación del caso cifran en al menos 600 millones de euros su fortuna oculta en paraísos fiscales. Desde Suiza, país desde el que, tal y como reveló El Mundo en septiembre de 2013, salieron los fondos para adquirir el puerto argentino de Rosario, hasta Andorra, pasando por Panamá, Luxemburgo, Liechtenstein, Jersey, Guernsey, entre otros.
 
El Presidente del pseudo-sindicato de derechas Manos Limpias, Miguel Bernard, que presentó una querella contra Jordi Pujol, su esposa Marte Ferrusola y sus siete hijos, manifiesta que la fortuna ilegal acumulada pudiera rondar los 50.000 millones de euros y que la comisión que podría haber cobrado Pujol por la adjudicación de obras podría ser del 20%. La deuda pública de Cataluña en el primer trimestre de 2014 ascendía a 59.729 millones de euros (el 31% de su Producto Interior Bruto).
 
Ismael Rodríguez es abogado y articulista de TELDEACTUALIDAD.
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