La Revolución de 1868, que dio pie al Sexenio Democrático (1868-1874), no pretendía acabar con la monarquía, su objetivo era desterrar a la dinastía borbónica, el exilio de Isabel II.
El general Prim será el encargado por el Gobierno Provisional (1868-1870) de buscar en toda Europa un nuevo rey, una nueva dinastía para España. Finalmente se decidió que fuera Amadeo de Sabaya, de la real casa italiana, el que fuera designado para cubrir la Jefatura del Estado.
El atentado contra Prim, del 27 de diciembre de 1870, le quitó el máximo valedor del nuevo rey, que llegaría a Cartagena el 30 de diciembre de 1870, llegando el 2 de enero de 1871 a Madrid, donde se encontró con la capilla ardiente del general, jurando a continuación como rey de España.
La inestabilidad política fue constante durante su corto reinado. El intento de asesinato que sufrió el 19 de julio de 1872, le hizo estallar: «Ah, per Bacco, io non capisco niente. Siamo una gabbia di pazzi — No entiendo nada, esto es una jaula de locos».
El conflicto entre el gobierno y el ejército, con la propuesta del último para que Amadeo I gobernara de forma autoritaria, influyó en la decisión del monarca de abdicar al mediodía del 11 de febrero de 1873, proclamándose la I República en España.
Felipe Enrique Martín Santiago es profesor, historiador e investigador.
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