Un ganadero de Telde denuncia que el Seprona se niega a investigar una oleada de ataques de perros

Telde.- Dieciocho animales muertos y otros tantos heridos de gravedad. Este es el saldo que la oleada de ataques de una jauría de perros contra una explotación ganadera localizada en el sector de Bocabarranco ha dejado en últimos 20 días, unos daños que su dueño cifra en más de 4.000 euros y que, asegura, el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil se ha negado a investigar hasta la fecha.

 

Desesperado y sin saber qué hacer. Así se encuentra un ganadero de Telde que durante tres fines de semana consecutivos viene sufriendo de madrugada una serie de ataques contra su explotación por parte de una manada de canes de razas peligrosas, los cuales ya han acabado con la vida de 14 cabras, 4 ovejas y un valioso carnero de más de 70 kilos y que, además, han dejado maltrechos a otros 18 animales, algunos de ellos necesitando hasta 40 puntos de sutura.

 

Unos hechos que ya ha puesto en conocimiento tanto de la Policía Local de Telde como de la Guardia Civil. Los agentes del cuerpo municipal han acudido en varias ocasiones a levantar acta de lo sucedido, pero sus competencias en la materia no les permiten ir más allá de la elaboración de esos informes, por lo que la investigación la tendría que asumir el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Benemérita.

 

Pese a que ya ha requerido en numerosas ocasiones la presencia de efectivos del Instituto Armado adscritos al puesto de San Mateo, asegura que estos no han hecho más que darle largas, aludiendo a la falta de personal y a los pocos recursos de los que disponen.

 

El afectado, que no sale de su incredulidad ante los sucedido, se cuestiona cómo para determinados dispositivos u actos festivos como las celebraciones de la Virgen del Pino sí que se movilizan a un gran número de agentes del Seprona, mientras que “para resolver el problema de un ganadero que paga seguros, paga impuestos y paga de todo no”, que se pasa trabajando “día y noche” y casi no tiene vida, no.

 

Por el momento, el dueño de esta explotación ganadera, ubicada en la zona de Bocabarranco, en el margen este de la autopista GC-1, ha abatido a uno de los perros causantes de los ataques, y sostiene que dado el aspecto de estos, bien cuidados y sin señas que puedan llevar a pensar que se trata de perros de la calle, tienen dueño.

 

Además, asevera que pueden poner el peligro a cualquier persona que se acerque por la zona o incluso a los usuarios del servicio de transporte público que frecuentan una marquesina cercana.