Ojos de Garza, una playa familiar

TELDEACTUALIDAD

Telde.-Una playa tranquila y muy familiar, así es Ojos de Garza. Al estar resguardada por las casas del pueblo adquiere un aire peculiar que la hace especial. La cala teldense, de arena fina y dorada, posee 450 metros de largo, no tiene vigilancia, ni baños ni balneario y es la más cercana al aeropuerto.

Canarias 7 en su serie sobre las vacaciones en familia ofrece un reportaje sobre esta playa elaborado por la periodista Francisco José Fajardo, que TELDEACTUALIDAD reproduce a continuación por su interés.

De la bajamar nace un paraíso

Por José Francisco José Fajardo (Canarias 7).

Cuando sube la marea, Ojos de Garza se convierte en una playa familiar, donde todos sus usuarios se agolpan en la pequeña avenida y disfrutan de una costa de callaos y zonas de arena. Pero cuando el bajamar hace acto de presencia, esta cala teldense ofrece un paraíso de 450 metros de arena amarilla, limpia y pura para el disfrute de sus amantes.

Alexis Ortega y Rosa Mari Cáceres aprovecharon este fin de semana para cumplir con una tradición que se repite cada siete días: bajar hasta Telde y disfrutar de una tarde de sol, mar y palas en Ojos de Garza. La madre de ella tiene una casa en la misma costa y por eso lleva toda la vida veraneando en esta cala: «Es maravillosa y solo con verla te das cuenta de su encanto», señala sonriente. Con la marea vacía, «es una playa ideal, sobre todo si tienes niños ya que puedes estar tranquilamente con ellos, pero cuando sube, ya es un poco más incómoda, sobre todo para la gente que no la conoce y no sabe bien donde se pueden poner», explica.

Ella suspira para que nunca derriben las casas que flanquean esta bahía idílica que linda con el aeropuerto: «Hay muchas reuniones y se hacen acciones constantemente para que no derriben nuestras casas y espero y deseo que jamás se llegue a llevar a cabo», suspira. «Es que si las tiran es para hacer otra cosa e incluso me atrevería a decir que, sin la protección de las casas, la playa no sería la misma y se echaría a perder», añade Alexis. Él es de Gáldar pero no duda en coger el coche para bajar hasta Telde: «Es que merece la pena porque siempre hay buen tiempo y es un sitio fantástico. Nosotros venimos con los niños y jugamos a las palas, al fútbol... a todo lo que se pueda porque cuando la marea baja es un espectáculo».

Rosa Mari recuerda cuando era una chiquilla y venía a Ojos de Garza, una época en la que no había ni luz ni agua: «Es que apenas algunas familias teníamos casas aquí y no había ni avenida ni carretera... Era una aventura y tenía un encanto especial», recordaba con nostalgia.

Pero a pesar de la evolución lógica de esta costa, Rosa Mari y Alexis no dudan a la hora de pasar horas y horas de disfrute en esta cala: «Si sé que la marea está llena, vengo más tarde porque es importante controlar esto para disfrutar al máximo de Ojos de Garza». Además, el hecho de que la playa aparezca y desaparezca debido a los vaivenes de las mareas, provoca que la arena de la playa esté siempre limpia: «Es muy limpia y no tiene corrientes peligrosas, por lo que Eliot y Mercedes, los más pequeño, se lo pasan bomba cogiendo olas y jugando a lo que sea», decía sonriente.

Pero esta pareja no disfrutaba sola. Grupos de vecinos hacían tenderetes en las terrazas de sus casas, otros aprovechaban para tomarse una cervecita fresca en los bares o, simplemente, el resto de usuarios se tumbaban al sol que siempre cubre esta costa teldense, un rincón amarillo casi virgen que aparece y desaparece.

En Telde. La bahía de Ojos de Garza es la playa más cercana al aeropuerto de Gran Canaria, ubicada en la zona cercana de Gando. La playa está flanqueada por las casas del pueblo y un pequeño paseo, y cuenta con una longitud de 450 metros y un ancho medio de 45, que crece y disminuye según las mareas. En esta playa hay varios locales para comer y tomar algo dentro de un paraje idílico de la costa teldense.