La emigración de la arena de la playa de Hoya del Pozo

En mucha ocasiones nos preguntamos, si realmente hay interés por trabajar por un municipio, y es el caso que expongo en esta ocasión, además de ser reincidente, porque ya van como tres veranos los que se dan las mismas circunstancias.

 

Hace tiempo la playa de Hoya del Pozo, en el municipio de Telde, era una cala de callao pequeña y,  en cierta medida, habían condiciones, digamos no muy aptas para el baño, y a alguien desde el Consistorio se le ocurrió la magnífica idea de transformarla a lo que casi es hoy en día una estupenda playa de arena para el disfrute ya no solo de los teldense sino para todo aquel foráneo del municipio.

 

Pues bien, hasta aquí todo perfecto, pero muchos conocemos las condiciones climatológicas del lugar y las corrientes marinas. Estos dos factores con el paso del tiempo han hecho que vaya desapareciendo la arena del la playa y su fondo vuelva el empedrado que tenía en tiempos pasados, con lo que el acceso al agua se hace muy dificultoso en ocasiones .

 

¿Y para dónde ha emigrado esa arena? Pues muy sencillo. A la cala vecina de Playa del Hombre en donde a simple vista se ve la gran duna creada con el paso de estos años en la parte más cercana a la avenida. ¿La solución? Hacer un cambio de posición de arena de una playa a otra, sin necesidad de un gran presupuesto, ni concurso público y casi con autonomía propia del mismo Ayuntamiento, dando así la calidad que tenía la playa y haciendo desapareciendo la mencionada duna en donde se acumula una cantidad de metros cúbicos de arenas innecesarios en una playa y muy necesarios en la otra.

 

He aquí donde yo me pregunto dónde está todo ese séquito de técnicos municipales, asesores y el propio concejal o concejala que proceda al área que están, en teoría ”claro”, a disposición del ciudadano, y es que esto, no es un simple berrinche de un habitante del municipio que le da de hoy para mañana, puesto que esta situación lleva mucho tiempo y nadie que trabaja bajo el amparo del dinero de todos los contribuyentes parece que tenga el más mínimo síntoma de ponerle remedio y es donde me lleva a pensar que no abundan esas ganas de hacer, quizás, todo lo que se puede por un municipio en decadencia y por culpa de todos, no solo de los que están porque lo que está claro es que poder se pueden hacer muchas cosas …¿hay voluntad?.