Se llama Santiago León, vive en Telde, tiene 50 años, lleva seis en paro, ha trabajado como auxiliar de seguridad y peón de la construcción y, ante la situación que soporta actualmente, este jueves ha decidido iniciar una huelga de hambre en la plaza de San Juan para tratar de conseguir un puesto de trabajo. En la protesta, que visibiliza a través de una pancarta, se encuentra acompañado por su esposa Isabel Rodríguez. Padres de dos hijos, de 7 y 5 años, afirman que no tienen ingresos económicos ni recursos con los que afrontar los gastos básicos de la vida cotidiana. Habitan una vivienda con un alquiler social que la empresa pública Visocan les ha habilitado en El Cortijo de Belén (Jinámar), pero el problema es que "no me llaman para ningún convenio", señala el cartón que sostiene entre sus manos.
Las deudas los atenazan. Aguas de Telde reclama el pago de varios recibo y lo mismo hace Gas Fenosa. Se han visto en la tesitura de vender buena parte de sus enseres y ya andan a la desesperada. Santiago reclama su derecho al trabajo. Tras recibir la visita del cronista oficial de la ciudad, Antonio María González Padrón, y del concejal Juan Francisco Martel, este jueves fueron recibidos a mediodía por la alcaldesa Carmen Hernández, quien se comprometió a atender las reclamaciones lanzadas por Aguas de Telde y a interceder ante la empresa de gas. Igualmente, la regidora los derivó a Servicios Sociales, donde recibirán ayudas. Santiago, con todo, no ceja en su protesta. Hoy andaba con una tienda de campaña entre manos, dispuesto a pasar la noche sobre el frío suelo de la plaza de San Juan.
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