Jennifer Ramírez sí es profeta en su tierra

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Telde.- Llegó, cantó y entusiasmó con su portentosa voz y belleza física. Jennifer Ramírez, la mezzosoprano natural de Telde, le dio la vuelta al refrán de que nadie es profeta en su tierra y esta noche demostró con creces su valía para el bel canto en el primer concierto que da en Telde después de triunfar en la Península y en Italia. Lo hizo a lo grande en una iglesia de San Francisco abarrotada de público conjuntamente con el tenor local Juan Manuel López y la pianista Sara Verona. 

Tras la presentación del acto, a cargo de Antonio María González Padrón, director la Casa-Museo León y Castillo, ente organizador del recital, la música en mayúscula tomó la palabra en el antiguo templo conventual.

Ramírez, emocionada al ver su cumplido su sueño de cantar por primera vez en público ante sus conciudadanos después de haber desarrollado su carrera en Valencia y mostrado su arte en Italia, rompió con una bella composición de Rossini en la que ya dejó claro su gran talento musical. Luego fue alternando las interpretaciones ante el público con Juan Manuel López cantando obras de Bizet, G. Jiménez, Mozart y Chapi, acompañada al piano de Sara Verona, mientras el tenor, también teldense, optaba por obras conocidas de Torroba, Ernesto de Curtis, J. Guerrero y Pablo Luna. López ofició de padrino de Ramírez en este concierto de carácter íntimo y familiar.

Un solo de piano de la profesora Verona dio paso al final del concierto en el que Ramírez y López cantaron a dúo la obra El cuadro de Mari Pepa y Felipe de la zarzuela La Revoltosa, de R. Chapí, una interpretación que fue muy aplaudida por el número público, entre el que se encontraban las concejalas Celeste López, hija del tenor, y Guadalupe Santana. Culminaron su actuación con la canción Enamórate de mí, del fallecido compositor grancanario Sindo Saavedra.

El concierto pusó el colofón al programa de actos perfilado por la Casa-Museo León y Castillo para conmemorar el 173 aniversario del nacimiento del patricio teldense Fernando de León y  Castillo, que arrancó por la mañana en la plaza de San Juan con una ofrenda floral ante el busto del politico nacido en Telde el 30 de noviembre de 1842. León y Castillo fue difusor de las ideas liberales y un gran valedor de Gran Canaria, la isla que le eligió diputado y que le vio representar las más altas dignidades en la política nacional e internacional, bien como senador vitalicio, Gobernador Civil de Granada y Valencia, ministro de Ultramar, vicepresidente del Congreso de los Diputados y embajador de España en París durante tres décadas.