TELDEACTUALIDAD
Telde.- Parece que el mal fario persigue a la ya añeja y añorada pretensión del Ayuntamiento de Telde de hacerse con la propiedad del antiguo ingenio azucarero de Los Picachos.
Cuando estaba todo listo y cerrado para formalizar el acuerdo para la compra aparecieron 3 nuevos herederos y se paró el proceso.
La publicación del cierre del acuerdo por el Canarias 7, el pasado siete de abril, alertó a otros tres propietarios de la parcela de Los Llanos donde se conserva a duras penas este vestigio industrial del siglo XVI y al menos uno no tardó en comunicar por escrito al Ayuntamiento que la institución no podía aprobar ningún convenio por cuanto la persona que iba a firmar en representación de la familia no contaba con su permiso.
El anterior edil de Patrimonio, Pablo Rodríguez, llegó incluso a anunciar su intención de llevar el acuerdo al pleno ordinario del mes de abril, pero lo cierto es que ese paso nunca llegó a darse porque el aviso dado por los otros dueños del suelo obligó a paralizar los trámites.
Esa es la información que también tiene el nuevo responsable del departamento, Juan Francisco Artiles, que, en todo caso, subraya que el rescate de estos vestigios será uno de los retos que se marcará para el mandato que acaba de comenzar.
Su intención pasa por estudiar de primera mano el estado en el que se halla el expediente y luego sentarse a negociar con la otra parte, a la que, a priori, desde Urbanismo se le intentará hacer ver la conveniencia y la oportunidad de que se pongan de acuerdo entre ellos y que designen a un único representante como interlocutor en las negociaciones.
Ahora todo apunta a que el contador para alcanzar un acuerdo vuelve a ponerse a cero y se dilata aún más la tantas veces anunciada intención del Ayuntamiento de proteger este ingenio, una aspiración que, aunque ahora resulte sarcástico, cobró tintes de urgencia hace la friolera de 21 años.
Y es que fue por allá por 1994 cuando se vino abajo una de las dos pilastras que sujetaban el canal por el que debía discurrir el agua que luego activaba el mecanismo para moler la caña y producir azúcar, fuente de la economía de Canarias en los albores de la Conquista.
Un solar y dinero
El acuerdo estaba cerrado. Solo faltaba aprobarlo en Pleno y que lo firmaran ambas partes. La operación tenía un coste de 763.059 euros.
Telde se quedaba con este vestigio histórico a cambio de darle a la familia un solar en Picachos de 452,79 metros y 231.840 euros en metálico.
Un activista en defensa de los restos del ingenio, ahora concejal
21 años. Ese es el tiempo que un grupo de activistas convocado por Turcón lleva siendo fiel a su cita de cada 14 de febrero, Día de los Enamorados, para plantarse detrás de una pancarta junto al solar donde se erigen Los Picachos y recordar al Ayuntamiento que debe hacer lo posible por impedir su desaparición. Fue ese día de 1994 cuando se derrumbó una de las pilastras.
Y entre los promotores del grupo no falta nunca un conocido ecologista que hoy, casualidades del destino, es concejal en el nuevo Gobierno que preside Carmen Hernández. Es Álvaro Monzón, que ya ha manifestado en público y en privado que no se olvida de este compromiso y que, según apostilla, intentará hacerlo realidad desde dentro.
Texto: Gaumet Florido (Canarias 7)
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