TELDEACTUALIDAD
Telde.- La maestra teldense Ana María Florido, articulista de TELDEACTUALIDAD, ofrece una nueva colaboración literaria que en esta ocasión le lleva a reflexionar sobre la novela El Valle de Santa María, una obra del profesor zamorano Ignacio Morán afincado en Telde desde hace más de 30 años que se presentó la pasada semana en el Círculo Cultural.
Un placer: la lectura
El valle de Santa María
Por Ana María Florido
Ignacio Morán Rubio y yo llegamos juntos a nuestro puesto de trabajo. Hace más de tres décadas. Hemos trabajado codo con codo. Muchos si, muchos no. Pero siempre en pos (en busca) y en pro (a favor de) de la cultura y en contra del inmovilismo en la educación, en la cultura.Y ese hecho lo ha trasladado a su obra “El valle de Santa María”.
Nada más empezar lo refleja en el cura don Fernando:..."Un hogar sin libros, es como un cuerpo que no tuviese alma, suspiraba don Fernando”. Página 42.
No es de extrañar que su primera novela, que no es su primer libro, sea una apuesta por ello como ha resaltado el presidente de la diputación de Valladolid: Jesús Julio Carnero destaca que “el autor denuncia en su novela que el peor enemigo de una sociedad es el inmovilismo y la ignorancia, y apuesta por la difusión de la cultura. Cuestión a la que se ha dedicado históricamente la Diputación de Valladolid y tarea a la que sigue dedicada como demuestran esta Villa del Libro y el Premio que hoy entregamos”.
El Valle de Santa María se adentra en el ruralismo de finales del siglo XVIII y trasmite sentimientos y situaciones de actualidad en el mundo rural de nuestros días. Su primera novela histórica como le he oído decir a Ignacio. “Y a la primera la vencida” gana el premio Villa del libro 2013, convocado en Urueña, provincia de Valladolid.
Ha sido una sorpresa para mí su premio. “El jurado valora la novela, El Valle de Santa María, por la atinada recreación de una época histórica de la Castilla rural del siglo XVIII; por su acertada estructura narrativa; por su vigorosa construcción y desarrollo del personaje protagonista; y por la adecuación del lenguaje a la historia narrada.” Acta del Premio de Novela Villa del Libro 2013; .pero no el trabajo de su novela. El día a día me ha permitido saber la constante labor que realizaba Ignacio Morán sobre ella y la curiosidad, como dice él que soy muy, muy curiosa me ha permitido hacerle preguntas y más preguntas sobre la misma. Aunque al principio se cerraba en banda y afloraba su socarronería castellana, que no canaria y era conciso y parco sobre la misma. Y me aplicaba el dicho canario “A quien mucho quiere saber, poco se le da a entender”
Otra sorpresa la cantidad de refranes y frases hechas que recuerda a la obra cumbre de la lengua española “Don Quijote de La Mancha” como “…que el perro cobarde no ladra ni muerde” página 34; “… al hombre se le ata por la palabra larga y al buey por lo florido de sus cuernos página 47 “… de ira de señor y de alboroto de pueblo, nos libre Dios” página 67. En eso coincidimos Ignacio y yo somos muy refraneros como dice él “ahí está la sabiduría del pueblo”.
Según don Ramón García Domínguez el prologuista del libro ahí no acaba la influencia de la obra magna de la literatura española. “Lo es por lo que cuenta y lo es por los rotundos y enternecedores personajes que la pueblan.” Hay en la novela un protagonista quijotesco, tachado por algunos de “soñador estrafalario”, el médico rural José Cidón. El alma mater de toda la novela.
José Cidón, un doctor que ejerció la sanación protagoniza un relato "vigoroso" construido con un lenguaje "extraordinariamente" rico y "preciso" y vuelca en él la concepción sociopolítica de un hombre ilustrado, sus excentricidades y una sugerente personalidad. Quizás sea la sinceridad de su testimonio, el motivo por el que labriegos y menestrales le dan acogida, le protegen y hasta que encuentre, en la dureza de su medicatura, el amor de una "gran" mujer (El Día de Valladolid. com y palabras de Ignacio Morán en su prólogo “Palabras liminares”.
Al continuar leyendo el libro me encuentro con otra grata sorpresa, palabras usadas en Canarias como “hondilla” que según Ignacio son palabras del castellano antiguo, el español en Canarias. Tengo la suerte de preguntárselo y me lo reafirma y hay más me dice. No puede despojarse de los tantísimos años pasados en estas islas y sobretodo en su querido Telde. Donde tanto ha aportado y sigue aportando. Entre ellas ser la cabeza pensante, fundador y ex- presidente del “Círculo Cultural de Telde”.
Gracias Ignacio o mejor don Ignacio Morán Rubio por tenerte cerca y haber aprendido al despojarte de tanta sabiduría, en el día a día y ahora a través de esta novela.
¡Qué las mañas no pierdas! Y yo que las vea porque sigues imparable.
Bibliografía: “El valle de Santa María Editorial Dykinson; El Día de Valladolid.com.
Ana María Florido es maestra y vecina de Telde.
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