TELDEACTUALIDAD
Telde.- La Noria de Jinámar y el Museo del Agua que albergaba en su interior no han escapado al clima de ensañamiento con el patrimonio público en Telde y han sido destrozados por los vándalos. Casi dos millones de euros a la basura.
La ausencia de vigilancia y la falta de uso han tirado por la borda un proyecto que iba a revitalizar Jinámar y que varios gobiernos de Telde querían convertir en un referente turístico municipal, similar a lo que supone la Cueva Pintada para Gáldar, según publica Canarias7. Pero en Telde hace tiempo que casi nada sale bien y la Noria, un ingenio hidráulico de mediados del siglo XIX único en España, no fue al final una excepción. Hoy es un revoltijo de paneles rotos, cristales hechos añicos e ilusiones perdidas.
Tanto NC como el PSOE llegaron a denunciar este año que se habían producido robos en la Noria de Jinámar, pero nadie, salvo los que la mantenían cerrada a cal y canto, tenía constancia cierta del alcance de los daños. En 2012 la visitaron la alcaldesa, Mari Carmen Castellano, y después la comisión de Patrimonio Histórico, y estaba todo en su sitio. Pero ahora las fotos reflejan con desolación que parte de los casi dos millones de euros que se gastó el Gobierno de Canarias para su rehabilitación y musealización han caído en saco roto.
Las obras acabaron en 2009 y desde entonces han sido reiterados los anuncios de su apertura, pero los sucesivos gobiernos han ido retrasándola a la espera de que el Cabildo dotase al museo de un acceso viario en condiciones. Había hasta proyecto, pero nunca apareció el dinero, unos 331.000 euros. Aparte del destrozo, se echan en falta varios televisores de plasma y paneles interactivos, pero, según el Ayuntamiento, fueron sacados a tiempo de la Noria.
Este histórico malacate, visible desde la GC-1 a su paso por Jinámar, tiene valor por sí mismo y por lo que representó. Lo trajo desde Francia un noble isleño, Agustín del Castillo y Bethencourt (1805-1870), Conde de la Vega Grande, para su finca de Jinámar. Eso fue en 1850 y ha sobrevivido décadas, incluso a la desaparición de la finca, hasta que el Gobierno canario, y su empresa pública Gesplan, se fijan en él para aprovecharlo como futuro Museo del Agua. Primero rehabilitaron la propia Noria, entre 2005 y 2008, y después pagaron su musealización. Todo quedó listo en 2009. Solo faltaba el acceso, pero nunca llegó.
Arqueocanarias estructuró el museo en 8 salas muy didácticas e interactivas que habrían hecho las delicias de miles de escolares de la Isla. Pero de museo del agua ha pasado a museo de la desidia. La Noria suma su triste destino al de otro patrimonio ultrajado de Jinámar, la Casa de la Condesa.
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.6