TELDEACTUALIDAD
Telde.- La maestra teldense Ana María Florido, articulista de TELDEACTUALIDAD, ofrece en esta ocasión una nueva colaboración literaria que analiza la novela Tiempo de silencio, del escritor Luis Martín- Santos. En el libro se narra la historia de Pedro, un médico investigador del cáncer que se ve envuelto en un aborto clandestino en el Madrid de la posguerra. Se trata de una obra recomendada por la docente ya que la crítica que hace de la sociedad en su momento refleja la crisis existencial actual.
Un placer: la lectura
Tiempo de silencio
Por Ana María Florido
Hace mucho tiempo que leí esta novela, comprada porque me gustó su título. Cuando acabé de leerla me quedé impactada. Me pareció profunda por su temática y atrevida para su tiempo. Por eso aunque terminada a finales de 1960, la novela fue publicada en 1962 con veinte páginas censuradas, cuatro capítulos y un fragmento de ambiente prostibulario. La misma editorial realizó otra edición en 1965, ya muerto el autor, que recuperaba fragmentos censurados. Es de las novelas que recomendaría porque la crítica que hace de la sociedad en su momento, bien podría reflejar la crisis existencial del momento actual.
Tiempo de silencio es una novela de Luis Martín-Santos (1924-1964) publicada por primera vez en Barcelona en 1962 por la editorial Seix-Barral. Anteriormente, en 1961, se presentó a la primera edición del Premio Pio Baroja con el título de "Tiempo frustrado" y bajo el pseudónimo de Luís Sepúlveda sin obtener el galardón. Es la única novela completa de Martín-Santos a causa de su prematura muerte en un accidente de tráfico a los 40 años de edad. Esta novela ha servido para situar al autor en un lugar muy destacado en la Historia de la Literatura en español y está considerada como elemento clave en la evolución de la literatura española del siglo XX. Su fecha de publicación, 1962, se considera como un año de inflexión que abre un proceso de cambio en las letras españolas.
En la sórdida y desalentada peripecia de Tiempo de silencio (1962), una obra que transformó para siempre, elevándolas y abriéndolas al mundo, las aspiraciones de la novela española, se pueden admirar tanto el contenido intelectual como la técnica narrativa y estilo, inspirados en muy heterogéneos modelos clásicos y contemporáneos. Al igual que en el Ulises de Joyce, la descripción de una ciudad contiene también la visión cultural del país: la acción narrativa sirve de soporte a soliloquios, digresiones y descripciones que presentan un panorama de la historia española desde la Edad Media.
En la primera edición crítica y anotada de la obra, Alfonso Rey estudia a fondo todos estos elementos y ofrece un texto depurado, que analiza y tiene en cuenta los problemas de censura que rodearon a su publicación. La indispensable y muy completa anotación, acompañada de un útil glosario, permite aclarar los referentes culturales, guiños, neologismos lingüísticos, juegos conceptuales y alusiones políticas con que el talento de Luis Martín-Santos enriqueció su novela.
Resumen de la novela: En el Madrid de la posguerra, Pedro, un médico investigador del cáncer, se ve envuelto en un aborto clandestino, en unas chabolas a las que había ido para conseguir unos ratones. Se intenta enterrar el cadáver sin que nadie se entere, pero un juez ordena la exhumación. Al enterarse, Pedro se esconde en un burdel. La policía pronto lo encuentra. Tras sufrir la maquinaria de la ley, finalmente logra demostrar su inocencia. Pero su novia, impuesta por las dueñas de la pensión, es asesinada por un chabolista vengativo, y Pedro vuelve derrotado a su pueblo a buscar un trabajo lo más discreto posible.
Temas
Principal: La vacuidad de la vida y de toda la existencia.
Secundarios:
Crítica a toda la sociedad: La sociedad es inútil y vacía, sólo se preocupa de los toros (actualmente se podría decir lo mismo con respecto al fútbol) y de otras diversiones. La sociedad es estúpida, ignorante, funcionarial, atrasada, inculta, casi analfabeta, grosera, torpe, bárbara, necia, tosca,... En resumen, totalmente fuera de Europa. Peores que los negros o que los indios.
Crítica a diferentes sectores de la sociedad. Por ejemplo:
Intelectuales son extremadamente pedantes y se creen que son los seres más inteligentes del mundo, cuando en realidad sus conocimientos prácticos son inútiles, y solo viven de su fama.
“Señoras (pausa), señores (pausa), esto (pausa), que yo tengo en mi mano (pausa), es una manzana. (Gran pausa) Ustedes la está viendo. Pero (pausa), la ven (pausa), desde ahí (pausa), desde donde están ustedes (pausa). Yo (pausa), veo la misma manzana (pausa), pero desde aquí (pausa), desde donde estoy yo (pausa). La manzana que ven ustedes (pausa), es distinta (pausa), muy distinta (pausa), de la manzana que yo veo (pausa). Sin embargo (pausa), es la misma manzana (sensación)”
Clase alta: Lleva una vida intelectual pero irrelevante. Su vida se centra en los cotilleos, en las murmuraciones y en las insinuaciones. Simulan ser una clase superior, cuando en realidad todo es mentira.
“Todo aquel mundo donde las palabras alcanzan una significación que él no pose (pero podría llegar a poseer)y donde los gestos alcanzan su belleza en una gama que para el permanece invisible (pero que podría llegar algún día a ver, curado de su daltonismo inconfesable) constituye un reducto de seres de otra especie que hacia él se muestran benévolos y complacientes y que le ayudarían a ir subiendo los peldaños de una escalera muy larga pero no insalvable. ¡Si! Es sólo un acto, un acto de voluntad.”
Personajes:
Pedro: antihéroe de una epopeya urbana a través de un Madrid de posguerra en la que el protagonista nos guía desde los cafés literarios de la época y las recepciones de la burguesía acomodada hasta las chabolas más pobres. El protagonista, más por omisión o pasividad que por acción, se ve arrastrado, no sin culpa, al fracaso de su carrera y de su vida y a la frustración existencial. Frente al héroe clásico, Pedro no afronta las dificultades, sino que se ve arroyado por ellas. Lejos de despertar admiración en el lector, despierta lástima. Es una víctima, pero una víctima culpable.
Tiempo de silencio es una novela de un solo protagonista y de su peripecia vital, en ella le dan la réplica un puñado de personajes secundarios:
Matías: amigo de Pedro de familia burguesa, despreocupado y juerguista.
Amador: ayudante de Pedro en el laboratorio que pone al médico en contacto con el lumpen.
El Muecas: personaje de las chabolas que, a través de Amador, consigue criar las ratas que necesita Pedro para su investigación.
Florita: hija de El Muecas en cuya muerte por el aborto practicado por éste, se ve involucrado Pedro.
Dorita: hija de la dueña de la pensión en la que vive Pedro por la que éste se siente tibiamente atraído.
La mujer en Tiempo de silencio
Los personajes femeninos juegan un papel importante en la novela. Martín-Santos presenta mujeres ejerciendo varios roles: madre, esposa, mujer casadera o prostituta. E, igualmente, estos personajes reciben un tratamiento irónico. Uno de los recursos a los que recurre el autor para describir a las mujeres es presentarlas de forma fragmentaria, describiendo solo partes de su cuerpo. Se ha señalado que este recurso a la sinécdoque pretende mostrar el papel limitado de la mujer durante el franquismo Es frecuente en la novela que se recurra a arquetipos de la feminidad o la mujer como la sirena, la hurí o la madre tierra para caracterizar a los personajes femeninos.
Es un libro considerablemente interesante. La historia es muy simple, y sin embargo la caracterización de los personajes es gigantesca. El retrato de los diferentes estratos de la sociedad es muy interesante. Las críticas contra la clase baja, media y alta son realmente demoledoras. Esta novela inauguró la corriente renovadora de los 60, por su alcance existencial y social.
Lo interesante de Tiempo de silencio no es su trama, que entronca con otras novelas de corte realista especialmente con Baroja y su trilogía La lucha por la vida, sino la forma de narrar. Martín-Santos se alejó de un estilo propio de la época, sencillo y árido, para armar un libro de resonancias clásicas, con un lenguaje cultivado y complejo, de prolijas descripciones, excursos culteranistas y diálogos empapados de clasicismo. Huelga decir que es una novela difícil en tanto al lenguaje se refiere, si bien la historia que se cuenta es tan sencilla (en su desarrollo narrativo, no en otros planos) como directa.
Bibliografía: Tiempo de silencio Luis Martín-Santos Biblioteca Breve; Blog El rincón del vago. Wikipedia.
Ana María Florido es maestra y vecina de Telde.
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