Paseamos hoy por el barrio de San Gregorio, o Los Llanos si ustedes quieren, concretamente a la zona de Araúz o La Barranquera, donde vamos en busca de la calle Montiano Placeres, encontrando su inicio en la calle Doctor Melián, desde el cual parte con orientación Norte-Sur y, tras recorrer unos 180 metros, aproximadamente, va a finalizar a la calle Luis Báez Mayor.
Al Naciente linda con la calle Bentejui y al Poniente lo hace con la calle Doctor Melián.
Esta nominación aparece por primera vez en documentos censales referidos al 31 de diciembre de 1960 y desde entonces, ha pasado a formar parte del callejero correspondiente al Distrito II, Sección X, del Censo Municipal de Habitantes y Edificios.
Sinopsis de la nominación
Montiano Placeres Torón, nació en la Ciudad de Telde, el día 1 de septiembre de 1885. Fue un reconocido poeta y dramaturgo canario.
Desde la más tierna infancia Montiano se vio arropado por un ambiente de exquisita intelectualidad. Siendo niño se traslada con su familia a Las Palmas de Gran Canaria, y a temprana edad sufre la pérdida de su padre.
Montiano recibiría las primeras letras de su madre que ahondó en el más que sensible espíritu de su hijo, acercándolo a la literatura y muy especialmente a la poesía.
Mientras realizaba sus estudios de bachillerato, con 17 años, publica sus primeros trabajos periodísticos. El 14 de octubre de 1905 estrena en el Teatro Pérez Galdós, en una función benéfica a favor de los niños pobres, su obra “La Muñeca”, comedia infantil de un acto dividida en cinco escenas, la cual fue muy bien acogida por el público.
En 1905 publica su libro de poemas “El remanso de las horas”, con prólogo de Patricio Pérez Moreno. Es también autor de otras obras de teatro como “La Siembra” y “La vida”, continua sorpresa, obras desarrolladas en ambientes sencillos.
Placeres Torón como ciudadano preocupado por la escasa y a veces nula actividad cultural, estudió la mejor forma de atraer hacia las bellas artes a un grupo de jóvenes y para ello creó sus Tertulias Literarias. Eran éstas reuniones de afines en gustos y costumbres intelectuales, en donde era norma básica de convivencia el respeto mutuo entre los participantes.
Se convierte en el líder indiscutible de una pléyade de intelectuales conocidos como “Grupo Aparte”. No obstante, aislado de otros poetas de su generación se encuadra en la línea intimista de la poesía canaria, al igual que sus tíos Julián y Saulo Torón Placeres.
Una vez roto el grupo de amigos y jóvenes animadores culturales de las tertulias, enfermó en plena Guerra Civil y hastiado de la situación que se vivía en todo el país, muere en nuestra Ciudad el día 28 de marzo de 1938.
Toponimia del lugar
La toponimia “San Gregorio”, data desde 1866, año en el que se finalizan las obras de construcción del templo neoclásico actual, que mediante proyecto del arquitecto Diego Nicolás Eduardo, se fue realizando paulatinamente durante casi 90 años. Una vez ultimada la construcción del templo, se adopta como patrono del mismo a San Gregorio Taumaturgo, bajo cuya advocación se pone éste.
El templo de Los Llanos, ocupa el mismo solar que anteriormente ocupara la ermita que mandara construir Alonso Rodríguez de Palencia o Palenzuela, tras finalizar la conquista de la isla en los inicios del siglo XVI. Más tarde en la segunda década del siglo XVII se ha de reconstruir la misma por ofrecer amenaza de ruina, ampliándose la capacidad de la primera, pero ambas orientadas de Norte a Sur. Estas ermitas estuvieron bajo la advocación de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.
Con el cambio de la toponimia de “San Gregorio”, empieza a caer en desuso la de “Los Llanos”, que fue el primer nombre que tomó el barrio de “arriba” o “Los Llanos de Jaraquemada”, por tener allí tierras y un ingenio de moler caña de azúcar Gonzalo de Jaraquemada, quien lo adquirió a Alonso Rodríguez de Palencia o Palenzuela.
Este vial y los colindantes se abrieron a mediados del siglo XX, cuando Los Llanos experimenta un sensible desarrollo urbanístico y los edificios que existen en el entorno datan de aproximadamente medio siglo la más antigua, si bien las hay de muy reciente construcción.
Este sector recibe también la nominación de una antroponimia y una toponimia, como son “Arauz” y “La Barranquera”.
La primera data de finales del siglo XVIII, siendo el nombre del propietario de una gran finca existente al naciente de la calle Doctor Melián, refiriéndose al escribano Don Juan de Arao o Arauz. Al fallecimiento del Sr. Arauz se produce la segregación de la finca entre diversos nuevos propietarios.
Uno de estos propietarios fueron los Hermanos Ortega Moreno, quienes construyen una nave industrial donde se dedican a la fabricación de pisos hidráulicos y elementos de fibrocemento (bidones, tuberías, etc.), en la fachada de la cual se acumulaban las aguas de lluvia procedentes de la zona formando una pequeña mareta o barranquera, surgiendo así la toponimia de “La Barranquera”, la cual llega a desaparecer como nominación a finales del siglo XX, pero que se rescata nuevamente dando el nombre al Parque Público allí existente.
Efemérides
Un día tal como hoy, hace ahora mismo 177 años, es decir el 28 de junio de 1838, tiene lugar la ceremonia de coronación de la reina Victoria en el Reino Unido. Aunque desde el 20 de junio del año pasado venía ejerciendo como monarca. Reinará hasta su propia muerte el 22 de enero de 1901, y será, asimismo, la primera emperatriz de la India desde el 1 de enero de 1877 también hasta su muerte. Su reinado, que será llamado la "Era Victoriana", estará marcado por la expansión del Imperio británico y caracterizado por la Revolución industrial, período de cambios significativos a nivel social, económico y tecnológico que acabarán por consolidar al Reino Unido como la primera potencia de su época.
La época victoriana de la historia del Reino Unido, aunque es una expresión usada comúnmente para referirse al extenso reinado de Victoria I, algunos académicos anticipan el comienzo del período, caracterizado por los profundos cambios habidos en las sensibilidades culturales y en las preocupaciones políticas, a la promulgación del Acta de Reforma de 1832. La reina Victoria, con 64 años en el trono, tuvo el reinado más largo en la historia de los monarcas británicos, y los cambios culturales, políticos, económicos, industriales y científicos que tuvieron lugar durante su reinado fueron extraordinarios. Cuando Victoria ascendió al trono, Inglaterra era esencialmente agraria y rural; a su muerte, el país se encontraba altamente industrializado y la mayoría de su territorio ya estaba conectado por una red ferroviaria que seguía expandiéndose.
Sucedió hace ahora mismo 135 años, es decir el 28 de junio de 1880, que dentro del ciclo de conferencias organizado por el Museo Canario, el conservador del mismo, doctor Víctor Grau Bassas, presentó una ponencia sobre medicina legal, preguntando si los tribunales debían atenerse al dictamen del médico forense o podían modificarlo según su criterio. En el interesante debate que posteriormente intervinieron el doctor Navarro Torrens, Tomás de Zárate Morales y Manuel Quevedo Hinojosa, aportando gran cantidad de nuevos datos. Una extensa conclusión sobre la temática tratada y las diferentes intervenciones fueron publicadas en la revista “Museo Canario”. La revista fue creada en el año 1880, a raíz de la fundación de la Sociedad. A partir de entonces la evolución del órgano editorial de El Museo ha pasado por diversas fases.
La revista vio la luz sin interrupción durante dos años, pero la escasez de medios económicos con que se contaba para su publicación fue la causa que obligó a los responsables de El Museo a suspender su edición en 1882. Segunda etapa tras la superación de las dificultades citadas, la revista reapareció, dando comienzo así a la segunda etapa de publicación, que se prolongó hasta 1905, año en que nuevas dificultades financieras dieron como resultado la supresión de la iniciativa editorial...Tercera etapa iniciada en 1933 la revista fue reanudada bajo la dirección de Agustín Millares Carló. A pesar de la financiación ofrecida por el Cabildo de Gran Canaria, causas de fuerza mayor obligaron nuevamente al cese de la publicación en 1936. La cuarta etapa, dio comienzo en 1944, bajo la dirección de Eduardo Benítez Inglott, prolongándose hasta el momento presente que, con periodicidad anual, es dirigida por Manuel Lobo Cabrera.
Mientras observo esta imagen del barrio de San Francisco, pienso en las personas y los hechos que forman parte del pasado, pienso sobre todo lo que pudo haber sucedido realmente, la versión que nos ha llegado sobre ello y la trascendencia que sobre la historia de nuestro entorno ha podido tener.
Lo incomprensible que puede resultar el hecho de que en ciertas etapas de la existencia, en la que brillan muchas personas cultas que luego pasan a la historia, es cuando se viven situaciones conflictivas en la sociedad. Algo similar pasó en nuestro país en las cuatro primeras décadas del siglo pasado, fue un tiempo “de oro”, de mentes privilegiadas que sentaron cátedra en los pasajes de la vida, unos murieron ignorados, otros se tuvieron que exilar y otros tantos…simplemente desaparecieron.
Ya a nivel internacional, puedes ver como otros personajes llegan incluso a marcar toda una etapa histórica, cual es la “Era Victoriana” y la gran expansión del imperio británico por el planeta, aunque nunca lo hayamos visto con buenos ojos, tal vez porque seguimos sin entender el dominio de los pueblos mediante el ejercicio de la fuerza bélica o la explotación de sus habitantes hasta la esclavitud, ya sea por temor a las armas o por la carencia de cultura independentista.
También viene a mi mente los tantos y tantos entresijos que ha tenido que soportar la edición y continuidad de la revista “El Museo”, necesaria para dar a conocer las investigaciones que desde el mismo se han realizado, así como, la programación de su eventos científico-históricos, sin la cual el fruto de las mismas pudieran quedar en el olvido, por los pasillos del tiempo.
Lo lamentable del caso puede ser que el éxito o el fracaso de todas estas acciones tengan que depender de la consideración o protección de una oficialidad, por lo general totalmente ajena a la importancia de aquellas en la evolución de la sociedad, motivo por el cual no nos podemos imaginar, cuantas empresas culturales habrán caído en el olvido o el anonimato total, sin llegar a calcular la negativa repercusión que hayan tenido sobre el desarrollo social, precisamente por su inexistencia.
Podría una vez más, romper una lanza en favor de la figura literaria de Montiano Placeres Torón, en su rico quehacer sobre las obras de teatro y que posiblemente hubieses sido el candidato ideal para dar nombre a la entonces “Casa de la Cultura” hoy “Teatro Juan Ramón Jiménez”, quien por nuestro municipio ha hecho bien poco o nada simplemente para ser merecedor de tal distinción, pero esos son los caprichos políticos de aquel entonces, mentes arcaicas del pasado que ven lo de fuera mejor que lo nuestro.
Todo lo positivo que podemos encontrar en esta crónica de hoy, dado que nos pertenece en exclusividad, lo guardamos en nuestra gena y nos la echamos a la espalda, encaminamos nuestros pasos en busca de otra nueva calle y nos dirigimos con rumbo al Naciente, nos vamos al barrio de La Pardilla, donde visitaremos la calle Morse, a fin de conocer algo más del lugar de su ubicación y sobre la persona de este inventor norteamericano, pero eso será en la próxima ocasión, si Dios quiere, allí nos vemos. Mientras tanto cuídense.
Sansofé.

































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