Mocán, un árbol endémico que crece en Lomo Bristol

Nuestro paseo de hoy lo hacemos por el barrio de Lomo de Bristol, donde vamos en busca de la calle Mocán. Su inicio lo encontramos en la calle Palafox, desde donde parte con orientación Sur-Norte y, tras recorrer unos 130 metros, aproximadamente, va a finalizar actualmente a un fondo de saco o lugar sin salida, que en un futuro se proyectará para confluir con la calle Dos de Mayo, en plena carretera al Lomo de Magullo.

Por su lado del Naciente linda paralelamente con la calle Araucaria, mientras que al Poniente lo hace con la calle Laurisilva.

Esta nominación fue acordada por el Ayuntamiento Pleno en sesión celebrada el día 15 de diciembre de 1993, formando desde entonces, parte del Callejero del distrito 4º, sección 1ª, del Censo Municipal de Habitantes y Edificios.

Lomo de Bristol, es una entidad de población, al igual que Las Ruanas, Valle de los Nueve y Malpaís, que conforman la sección antes mencionada que se denomina íntegramente Valle de los Nueve y que a su vez, pertenece como sección 1ª, al distrito 4º que se denomina Lomo de Magullo.

Recientemente se ha cambiado la denominación de Malpaís por la de Valle de los Nueve Alto, quedando como Valle de los Nueve Bajo las entidades antes mencionadas de Las Ruanas y Valle de los Nueve.

Una incongruencia nos pareció y nos sigue pareciendo el razonamiento vertido en la fundamentación de dicho cambio y, ahora mismo prefiero no entrar a valorarlo, por faltarnos humor para desvirtuar el mismo, pero que en cualquier caso van contra la identidad de los asentamientos primigenios y contra la distribución de las entidades de población, dentro de las secciones y los distritos municipales, las cuales fueron creados en función del censo de los habitantes empadronados en cada sector y que venían a conformar las listas electorales de las mesas al efecto, desde hace más de cinco décadas.

Cuando se desecha lo establecido durante tantos años, que estaba fundamentado en el devenir histórico del municipio, generalmente de forma paralela se reniega a la transmisión cultural y al legado de nuestros antecesores.

Sinopsis de la nominación:

El mocán, viene en el tamazight insular: muÉ£an o moqqan, que es una palabra masculina que significa ‘racimo’, es un género botánico de plantas de la familia de las Pentaphylacaceae. Es monotípico, pues sólo cuenta con una especie,  Visnea mocanera o Mocán.  Se trata de un endemismo de Canarias y Madeira. Está amenazada de extinción por pérdida de hábitat.

De la familia del árbol del Té (Theaceae), es un árbol siempre verde, de entre 4 y 8 metros, pudiendo alcanzar hasta 15 metros de altura. Tiene el tronco robusto y gresáceo. Sus hojas son lanceoladas con bordes aserrados.

Florece de diciembre a marzo. Sus pequeñas flores bisexuales de 1 cm. de diámetro son pentámeras, con pétalos de color blanco cremoso y muy fragantes, que aparecen en racimos colgantes y de forma acampanada.

Su fruto es una baya globosa y ovalada del tamaño de un garbanzo, de hasta 2 cm. de diámetro. Son cápsulas carnosas de color rojo brillante cuando están “verdes” volviéndose púrpuras casi negras con la madurez.

Es un endemismo de Canarias y Madeira. Se desarrollan entre los 300 y 1000 metros de altitud, generalmente en bosques termófilos húmedos y de laurisilva.

En algunas zonas de Canarias se conoce también con los nombres de mocanera y mocanero. En Madeira se le conoce como mocano.

Visnea, fue dedicado al comerciante N. Visne, de Lisboa interesado por la botánica. Y mocanera, de su nombre popular en Canarias.

El Mocán, o Mocano cómo se le conoce en Madeira, es ya bastante raro y está en riesgo de extinción en esta isla. Las sub-poblaciones de Islas Canarias parecen más estables; aunque también en este archipiélago ha visto considerablemente diezmado su hábitat durante el pasado, a mano de los colonos europeos.

Actualmente las legislaciones regionales de estas islas cubren mediante áreas protegidas las zonas de hábitat de esta especie.

El Mocán es un endemismo de origen Macaronésico de Arquipélago da Madeira e Islas Canarias – África Occidental – Atlántico Norte: Concretamente procede de las islas Madeira, La Palma, El Hierro, La Gomera, Tenerife y Gran Canaria. Situadas a 660, 473, 381, 336, 342 y 195 kilómetros respectivamente de la costa del continente Africano.

Toponimia-antroponimia del barrio:

Lomo de Bristol es una toponimia-antroponimia que nos habla de la conformación del suelo, un lomo y, del apellido de uno de los colonos que adquieren  las tierras de este lomo que se encuentra entre los barrancos del Tundidor y La Rocha. 

Este propietario debió adquirirlas a uno de los beneficiarios que resultara del reparto de tierras y aguas realizado por Pedro de Vera tras acabar la conquista de la isla a finales del siglo XV.

Al parecer este personaje se llamó Luis Bristol, quien vive en nuestro municipio en la segunda mitad del siglo XVI, testando en el año 1595, ante escribano de nuestra Ciudad.

Tras el reparto inicial de finales de la conquista, los terrenos menos propicios para el cultivo por su conformación geológica o por su orografía, quedaron relegados a la explotación ganadera, ya que, el resto era destinado al cultivo de la caña de azúcar, posteriormente fueron vendiéndose a nuevos colonos venidos de España quienes los rocharon y los hicieron asimismo cultivables para cereales y otros cultivos de secano.

A los descendientes de aborígenes, canarios libertos y cristianizados no les estaba permitido adquirir tierras, además de serles completamente imposible económicamente. Hubieron de pasar al menos tres siglos más para que con motivo del auge del cultivo del tomate y tras la rocha de nuevas tierras, quedaron unos sobrantes a los que si pudieron tener acceso la gente que había nacido en Canarias, aunque ya sus orígenes no tenían lazos sanguíneos de ningún tipo con los aborígenes prehispánicos, había empezado las generaciones del mestizaje a las que orgullosamente pertenezco, pese a las peripecias de esa denigrante pigmentocracia que esgrimieron siempre los conquistadores.

En cualquier caso, estas circunstancias no se producen hasta mitad del siglo XIX, fecha en la empiezan a surgir nuevos propietarios de tierras de cultivo, que aunque menos favorecidas en los repartos iniciales de agua, forman comunidades y heredades, que se encargan de la distribución de las aguas de riego y crear las Leyes del Agua, para regular equitativamente las mismas.

Más tarde se produciría otra gran etapa de enajenación en la propiedad de la tierra, esta viene con la década de 1960 y la nueva fuente económica del turismo, como contrapartida compensatoria a la pérdida del mercado europeo para los productos agrícolas canarios.

A partir de ahí la propiedad va pasando paulatinamente a manos de propietarios extranjeros, generalmente nórdicos que encuentran en la climatología de nuestras islas su particular paraíso natural y en nuestra menguada economía su paraíso fiscal. Como dijo alguien… “Con tres perras nos han comprado gran parte de la isla, o al menos los mejores sitios”.

Otro cupo importante de terrenos quedan en manos de vecinos del municipio, que si bien inicialmente fueron dedicados al cultivo de hortalizas, cereales y frutales, de secano en su mayoría, más tarde se dejan de cultivar y se unen desgraciadamente al caballo de la transformación urbanística de los mismos, en pos de la economía fundamentada en la construcción y el turismo, ambas con muy poco futuro y sin sostenibilidad alguna, como hemos comprobado recientemente en el desarrollo de esta espectacular crisis económica.

Efemérides:

Se cumplen hoy precisamente 133 años, es decir que el 4 de junio de 1882, el obispo José Proceso Pozuelo y Herrero, pone la primera piedra para la construcción de monasterio del Císter en Teror, en nuestra isla de Gran Canaria, obra que se finalizaría después de seis años de intensos trabajos. El acto estuvo presidido por Nuestra Señora del Pino y a él asistieron el párroco de Teror , Don Judas A. Dávila Hidalgo, el Ayuntamiento terorense en pleno y gran cantidad de vecinos de la villa mariana.

La construcción de Monasterio Cisterciense de Teror tiene sus más remotos orígenes en la época de la desamortización eclesiástica, en la segunda mitad del  siglo XIX, cuando las monjas bernardas establecidas en Las Palmas de GC fueron obligadas a abandonar el convento de San Ildefonso y trasladadas a Tenerife, hasta que ayudadas por el Obispo Pozuelo regresaron a Gran Canaria en 1880 y se establecieron en el Palacio Episcopal de Teror. El convento situado en la zona conocida como "Cercado de los Castaños".

Un día tal como hoy, hace ahora mismo 26 años, es decir el 4 de junio de 1989, se produce la matanza de estudiantes en la plaza de Tian´anmenn al ordenar el gobierno chino que el Ejército del Pueblo recupere, a toda costa, la plaza que ha estado tomada durante siete semanas por estudiantes idealistas que reclaman reformas democráticas. Cuando el ejército llega a la plaza, casi un millón de personas llenan la inmensa explanada bloqueando su entrada, lo que eleva la tensión y hace que el ejército inicie la represión a sangre y fuego con los tanques aplastando todo lo que se interpone en su camino. Al anochecer de ese aciago día los muertos se contarán por centenares y los arrestados por miles.

Las protestas de la Plaza de Tian´anmenn, consistieron en una serie de manifestaciones lideradas por estudiantes en la República Popular China, que ocurrieron entre el 15 de abril y el 4 de junio de 1989. La protesta recibe el nombre del lugar en que el Ejército Popular de Liberación suprimió la movilización: la plaza de Tian'anmen, en Pekín.  Los manifestantes provenían de diferentes grupos, desde intelectuales que creían que el gobierno del Partido Comunista era demasiado represivo y corrupto, a trabajadores de la ciudad que creían que las reformas económicas en China habían ido demasiado lejos y que la inflación y el desempleo estaban amenazando sus formas de vida.  En uno de los últimos días de estas protestas fue tomada la foto ganadora del World Press Photo de 1989, en la cual se muestra a un joven opositor enfrentando a una columna de tanques, apodado “El hombre del tanque”.

Mirando la panorámica rural que nos ofrece esta foto de hoy, nos alegra el lama comprobar como en casi todos los municipios del Archipiélago, desde hace unos 15 o 20 años para acá, se ha fomentado en gran medida la plantación de mocanes en las zonas de dominio público, dando un aíre especial a la zona donde se encuentran.

Además de la resistencia a la sequía y los pocos cuidados que necesita, es una planta extraña entre las que engalanan las zonas verdes, resistiendo muy bien los embates del viento y dando un toque muy peculiar al entorno. Es una lucha tomada a conciencia para evitar la extinción de este hermoso género. No todo es mal en las corporaciones municipales o insulares.

Ir a Teror a visitar a Nuestra Señora la Virgen del Pino, como solemos hacer  cada dos o tres meses, es tener que comprar las truchas de dulce cabello o de batata, que exquisitamente suelen confeccionar las religiosas del monasterio del Císter, impregnadas de una gran calidad que hacen las delicias de todos los visitantes a la villa mariana.

Recordamos con estupor la barbarie llevada a cabo por las autoridades chinas, que  tras las protestas y las llamadas del Gobierno pidiendo su disolución, al ser infructuosas, la decisión tomada fue suprimir las protestas por la fuerza, en lugar de acceder a sus reivindicaciones.

El 20 de mayo, el Gobierno declaró la ley marcial y en la noche del 3 de junio, envió los tanques y la infantería del ejército a la plaza de Tian'anmen para disolver la protesta. Las estimaciones de las muertes civiles se establecieron en 2.600. El número de heridos se estima entre 7.000 y 10.000.   Presenciar aquello en los informativos de la televisión, por un cámara oculto, situó nuestra mente respecto a las autoridades chinas, en el estupor y el escándalo, fue una falta total y absoluta de cordura y una exhibición del poder dictatorial.

Vemos como la temática pasa por diferentes consideraciones en esta crónica, primero la hermosura natural del mocán y la ideal decisión de su preservación, la regia construcción del monasterio de Císter en Teror que impone ante los ojos del visitante y por último la sinrazón de la represión por la fuerza y la muerte de tantas personas por la decisión del chalado de turno, al que no se pidió nunca responsabilidades civiles ni judiciales.

Dejamos aquí nuestro paseo de hoy, guardamos en nuestra gena todo lo positivo que hayamos podido tratar o aprender hoy y, les emplazamos para otra ocasión en la cual con rumbo Naciente,  nos llevará a visitar la calle Molino de Fuego, ubicada en el barrio de San Gregorio, a fin de saber algo sobre esta industria molinera y sobre el lugar donde está situado el vial, allí nos vemos, si Dios quiere. Cuídense mientras tanto.

Sansofé.