Hoy continuamos nuestro paseo por el barrio de Jinámar, donde vamos en busca de la calle Mercedes Hernández Hernández, encontrando su inicio en la calle Ramón de la Cruz, desde la cual con orientación Sur-Norte y, tras recorrer unos 130 metros, aproximadamente, va a finalizar a la calle García de la Huerta.
Por su lado del Naciente linda con la calle Madrid y por el Poniente lo hace con la calle Andorra.
Esta nominación fue aprobada por el Ayuntamiento Pleno en sesión celebrada el 30 de diciembre de 2005, pasando desde entonces a formar parte del Callejero correspondiente al distrito 3º, sección 1ª del Censo Municipal de Habitantes y Edificios.
En esta zona las nominaciones existentes no guardan una línea de analogía predeterminada, ya que, se encuentran mayoritariamente nombre de escritores o de provincias españolas. Ello se debe a que las mismas fueron adoptadas con anterioridad a la fecha de aprobación del Reglamento para la nominación de calles, plazas y lugares de dominio público.
Se observa en el lugar la tipificación de la arquitectura anárquica predominante en muchos barrios situados en laderas, en todo el suelo insular, la cual reconduce de forma sinuosa el trazado y alineación de los viales.
No obstante, recientemente se aprecia la existencia de nuevas construcciones de tipología arquitectónica más moderna, producto de la evolución clásica del urbanismo y aprovechamiento del suelo, cual es el caso del vial que nos ocupa, cuya apertura se produce hace tan solo una decena de años atrás, con viales como éste, en perfecto orden y alineación.
Sinopsis de la nominación
Mercedes Hernández Hernández, nació en Telde el 18 de abril de 1932. Criada en el seno de una humilde y trabajadora familia, nace y vive toda su vida en el barrio de Jinámar, donde desarrolla una gran labor de carácter altruista a favor de sus vecinos. Estuvo siempre ligada a la Parroquia de Nuestra Señora de la Concepción, donde daba catequesis y realizaba la limpieza de la misma.
Promovió por espacio de más de diez años Campañas de Manos Unidas y recaudó puerta por puerta donativos para San Juan de Dios Se integró desde el inicio en la Asociación de Amigos para la Defensa de Jinámar, en pro de la mejora de la calidad de vida en el barrio.
Era la persona a la que recurrían los vecinos para ponerse inyecciones a cualquier hora del día, en una época en la que no existían profesionales sanitarios que pudieran atender las necesidades de la población. Falleció el día 1 de julio de 2003, a la edad de 71 años.
Mercedes Hernández Hernández, fue una persona muy querida y respetada en todo el barrio por sus vecinos. Tal vez, fuera de esas personas que pasan por la vida dando el ejemplo de lo que se viene en llamar..."amor al prójimo".
Toponimia del lugar
Jinámar es una toponimia que refiere la existencia de una guadarfía o pequeño poblado troglodita, perteneciente al cantón de Telde, en la época prehispánica, del cual nos llegan las primeras noticias en crónicas de un desembarco de las tropas de Juan Rejón, en la zona de la Playa de Jinámar, desde donde realizaron una incursión tierra adentro hasta llegar a un poblado de alfareros denominado La Ollería, allí al parecer realizaron una matanza de mujeres, niños y ancianos. Toda una efeméride de las tropas invasoras afrancesadas bajo la bandera del Reino de Castilla. Desde entonces el lugar se conoce como La Matanza, que es un sector de dicho barrio que linda con el barrio de Lomo Blanco, algo al Poniente de donde nos encontramos hoy.
Hasta los inicios del siglo XX, Jinámar estaba constituida por una serie de edificaciones en el margen Poniente del camino que venía de Las Palmas de Gran Canaria. En los lomitos de San José y San Antonio, no existía si no dos o tres casas-cuevas y rediles para el ganado. Frente, en el margen del Naciente del aludido camino y hasta llegar al mar, se encontraba la hermosa y gran finca de los Condes de la Vega Grande y Guadalupe, donde hoy se ubica la Urbanización del Valle de Jinámar.
Desde que se construye la Carretera General que conducía desde Las Palmas GC al Sur de la isla, el transporte de los pasajeros se hace con más frecuencia y este sector adquiere una gran importancia, se realizan más edificaciones, casas de comida y de postas, ya que, su ubicación es el punto medio antes de llegar a Telde , haciéndose necesario realizar paradas en el camino, dado que durante el siglo XVIII y hasta finales del siglo XIX, las carreteras eran de tierra, en muy malas condiciones y el transporte era por tracción animal, siendo generalmente una o varias jornadas la duración de los viajes entre municipios.
Posteriormente, en los inicios del siglo XX, se asfaltan y acondicionan aquellos vetustos caminos y se califican de Carreteras Comarcales, aparece el automóvil y el transito es mucho más fluido y asiduo. Vuelve a tener una gran importancia el barrio de Jinámar, como esa primera parada que se hace obligatoria desde que se saliera de la capital, ya que, había de dejar descansar el motor del vehículo, reponerlo de agua y los pasajeros estirar lo pies, tomarse un bocadillo y pegarse un lingotazo en aquellas Casas de Postas.
En la década de los 50 se inicia la construcción de la Carretera General al Sur (antecedente de la hoy GC-1) y Jinámar pierde el protagonismo de varios siglos al desviarse mucho tráfico por la nueva carretera, por ser más corta la distancia y reunir mejores condiciones de trazado el nuevo vial. La población queda, como todo el barrio, relegada a lo cotidiano y a lo vecinal, hasta que dos décadas más tarde se inicia la construcción de las viviendas sociales del Valle de Jinámar, en lo que fuera la mejor tierra de cultivo del municipio “la Finca de la Condesa” y de forma incompresible se cambia la fertilidad del terreno y la frondosidad de todo el valle, por el asfalto y el hormigón.
Este hecho, hemos comprobado, que ha cambiado notablemente la forma de ser y el carácter del vecino del barrio de Jinámar, quien recibe un choque social tan dispar como incontrolado, al verse conviviendo con una nueva población que quintuplica el censo antes existente. Antes se conocían todos, ahora son pocos los que se conocen y muchos los que se reservan al diálogo.
Del primigenio poblado troglodita de La Ollería, como es de esperar, no nos ha llegado nada a nuestros días, ya se encargaron las sucesivas generaciones gubernamentales de hacerlo desaparecer por el motivo de siempre. Evitar la transmisión cultural y el arraigo a los orígenes, amén de la explotación del suelo para fines insospechados.
La diferencia y la comprensión ante la destrucción de nuestro Patrimonio Arqueológico Prehispánico, se puede encontrar en el sometimiento de un pueblo por la fuerza de las armas, como así fue la conquista de las islas, impidiéndose la conservación de ideologías culturales que se pudieron plasmar en señas de identidad de las poblaciones ocupadas, por temor a la insurrección ideológica aunque sólo lleguen a discrepar en las conductas seguidas, cosa a la que constitucionalmente tenemos derecho, a pesar de todo aquello que se establezca o se dicte desde España, pero la connivencia de propios y extraños en esta devastación ha sido notablemente efectiva a aquellos intereses, generación tras generación, aunque todos vengan pregonando que nos van a salvar la vida.
En cualquier caso, parece ser que al final del túnel, se divisa una tenue luz y recientemente hemos podido comprobar que se reemprenden, de forma al parecer más seria, los trabajos de restauración del yacimiento junto a La Restinga (Jinámar), donde al parecer se pone mimo e interés y que esperamos que en breve pueda ser un lugar idóneo para visitar. Pongo el alma en el profundo deseo de que esta, no sea una acción aislada y para acallar voces de repulsa, ante la inoperancia y el abandono de quienes nos gobiernan.
Efemérides
Sucedió que un día tal como hoy, hace ahora mismo 164 años, es decir el 16 de abril de 1850, fallece en Londres (Reino Unido) la escultora francesa de figuras de cera Marie Thussaud, que en 1832, en la capital británica, abrió al público un Gabinete de figuras de cera que causó la admiración de los clientes. Marie Tussaud, cuyo nombre de soltera fue Marie Grosholtz, fue una escultora de cera nacida en el 1 de diciembre de 1761 en Estrasburgo. Es conocida especialmente por su trabajo para realizar efigies de personalidades destacadas, también muertas por la guillotina durante la Revolución francesa y por fundar el primer museo de figuras de cera que lleva su nombre en la ciudad británica de Londres. Su madre trabajó como ama de llaves para el doctor Philippe Curtius, médico experto en modelismo en cera, arte que le enseñó a la joven Marie quien lo llamaba "tío".
Hace hoy precisamente 98 años, de aquel 16 de abril de 1917, día en el que estando el país inmerso en el caos debido a la I Guerra Mundial y a la abdicación del Zar Nicolás II, Vladimir Ilich Lenin llega a Petrogrado (Rusia) desde su exilio en Suiza para tomar el control de la revolución. Aunque primero exiliado en Siberia y después huido a Europa debido a sus actividades políticas y revolucionarias, Lenin conseguirá reforzar el Partido Bolchevique mediante sus escritos y su fluida oratoria. Siete meses después de su regreso, y bajo la dirección de Lenin, los bolcheviques se harán con el poder. Lenin supervisará la creación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y dirigirá el país hasta su muerte en en Gorka el 21 enero de 1924, tras haber sido tratado contra la sífilis el año anterior. Vladímir Ilich Lenin, nació en Simbirsk (Rusia) el 10 de abril de 1870. Fue un político, revolucionario, teórico político y comunista ruso.
Observando el paisaje, notas como la diversidad de imágenes parecen querer hablar de los diferentes momentos evolutivos del mismo, la coloración de la tierra y los distintos materiales que la componen, producto de las erupciones volcánicas iniciales. Luego aprecias la formación de los terrenos de cultivo, la vegetación que ocupa los mismos y las edificaciones, que como puestas a capricho, dan las pinceladas que adornan esta hermosa tierra.
Algo parecido suele suceder con el ser humano, en los cuales destacan diferentes aspectos de sus vidas, unos entregados a los más necesitados cual fue el caso de Mercedes Hernández Hernández, otros tratando de inmortalizar retazos de la historia como es el fin del museo de cera de Madame Tussaud o la ideología de Vladimir Lenin, que unos catalogaron de extremista y otros por el contrario se abrazaron a ella, pero que en cualquier caso terminó siendo durante un largo período de vida, toda una doctrina que guió los designios de una nación.
Es por ello, por esa diversidad precisamente, por lo que no podemos descalificar o desechar las variantes que la misma nos puede ofertar, dado que por lo general las acciones del ser humano son consecuentes las una de las otras, aunque no recuerdes las primeras y solo tengas presente las finales, pero aquellas fueron los senderos que te guiaron al lugar donde estás ahora precisamente. Nada te lo trae un destino inconcreto, el destino nos lo forjamos nosotros mismos, con nuestros aciertos y nuestros fallos durante ese camino al que solemos llamar vida.
El secreto puede estar precisamente en aprender de nuestros errores, para no volverlos a cometer y guiarnos un poco, por el quehacer de aquellos que siendo honestos, dedican gran parte de su existencia al servicio de sus semejantes.
Hoy tengo la suerte de contar con la amistad y el compañerismo en el trabajo, de su hija que también se llama Mercedes Hernández y que también es tan buena persona como lo fue su madre.
Tomamos nuestra gena y guardamos en ella todo lo positivo que nos pueda dejar esta crónica de hoy, nos la echamos a la espalda y, emprendemos otro nuevo paseo, en esta ocasión nos iremos con rumbo al Sureste, concretamente a la Urbanización de Piletillas, en el barrio de Cuatro Puertas, donde visitaremos la calle Mercurio, a fin de conocer algo más del lugar de su ubicación y sobre este planeta de nuestro sistema solar, pero bueno… eso será en la próxima ocasión, si Dios quiere, allí nos vemos. Mientras tanto cuídense.
Sansofé.
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