Paseamos hoy por el barrio de El Calero, donde vamos en busca de la calle María Jesús Cruz Hernández, encontrando su inicio en la calle Pitágoras, desde la cual parte y tras pasar junto a la puerto del Centro Médico del Calero, realiza un giro hacia la izquierda y regresa al vial de su origen, después de realizar un recorrido de unos 190 metros, aproximadamente. Linda por el lado del Poniente con la calle Bentagachey por el Naciente lo hace con la calle López Botas.
Esta nominación fue aprobada por el Ayuntamiento Pleno en sesión celebrada el día 25 de junio del año 2002 y, desde entonces pasa a formar parte del Callejero del distrito 6º, sección 8ª del Censo Municipal de Habitantes y Edificios.
Es ésta una zona de las más recientes que se ha construido en el sector, proyectándose como expansión hacia el lado del Sur, que le une al barrio de Montañeta del Calero.
Sinopsis de la nominación:
María Jesús Cruz Hernández, nació en la Ciudad de Telde el 7 de mayo de 1940, en el seno de una humilde familia del barrio de El Calero.
María Jesús fue una mujer muy emprendedora, afable y cordial, muy alegre y humanitaria. Fue la primer mujer taxista que trabajo en este sector en la ciudad de Telde, aunque también lo hizo como conductora del único servicio de ambulancia que entonces existía, en los inicios de la década de 1970, servicio del cual era titular su esposo Don Francisco Santana Santana, aunque la iniciativa fuera de ella.
Madre de cuatro hijos, aunque ello no le supuso tener que abandonar de su labor profesional, la cual realizó durante algo más de veinte años, ganándose la consideración de todos cuantos le trataron tanto dentro como fuera del municipio.
María Jesús realizó en muchas ocasiones servicios de asistencia con la ambulancia, los cuales luego no cobró, al comprobar la precaria situación económica de la familia del enfermo o el accidentado, derrochando grandes dotes de humanidad y caridad, gozando de gran prestigio por estos comportamientos.
Causó sensación en aquellos tiempos que una mujer trabajara en el servicio de taxis o de ambulancias y por ello fue entrevistada en varias ocasiones por los periódicos de entonces, recibiendo constantemente críticas de otros profesionales del género masculino.
Tras una larga enfermedad, María Jesús fallece en su ciudad natal el día 10 de diciembre de 1979.
Esta nominación fue aprobada por el Ayuntamiento Pleno en atención a una masiva petición popular de los vecinos del sector de El Calero y La Viña, en reconocimiento a su gran valía social y humanitaria.
La Corporación editó un libreto de mujeres famosas a las cuales se les ha dedicado la nominación de un vial en nuestra ciudad y María Jesús Cruz Hernández, ocupa el lugar que honestamente y meritoriamente le corresponde entre esas celebridades.
Toponimia del lugar:
El lugar de ubicación de este vial está a caballo entre los sectores o barrios de Montañeta del Calero y El Calero, dado que en ella se produce precisamente el límite de las secciones censales.
La toponimia “Montañeta del Calero”, nos habla precisamente de la orografía que conforma el terreno en sí, una montañeta situada en el barrio de El Calero.
El Calero, es una toponimia muy antigua que se refiere a un lugar donde existe gran cantidad de piedras de cal y donde existió un horno para la obtención de este material que se empleó durante los siglos XVII al XIX en la construcción de edificios.
En nuestro municipio existieron otros tantos hornos de cal, los cuales eran de propiedad oficial, aunque se entregaban en explotación a concesionarios particulares. El descubrimiento del cemento y el posterior mortero que se forma con éste y la arena, desplaza la utilización de la cal para los fines que se usara hasta las primeras décadas del siglo XX.
El cemento consigue desplazar casi en su totalidad el uso de la cal en las obras civiles, dado que por sus propiedades y diferentes preparados, su uso puede ser diverso. El cemento al mezclarse con la arena, ofrece un mortero propio para el enlucido de los paramentos (encalado de paredes) o al ser mezclado con áridos más granulados, puede constituir el hormigón armado o ciclópeo, empleado en la cimentación de edificios, construcción de pilares, formación de soleras o losetas, dentro de la estructura base de una edificación.
La Montañeta del Calero, era el nombre del lugar que ocupaba dos grandes fincas en las que el cultivo de tomateros, hortalizas, papas y cereales eran habituales. No obstante, al igual que sucediera con otros lugares del municipio y del propio Archipiélago Canario, los mercados europeos para el agro canario se pierden y con ellos caen también los censos agrícolas.
Las tierras se dejan de plantar y se urbanizan, dando pie a una nueva economía que se fundamenta en la construcción y en el sector de servicios, que va evolucionando en detrimento de la agrícola que queda relegada al mercado interior y no de exportación.
Hasta algo más de finales la década de 1960, en la entrada al barrio existía una importante fábrica de baldosines hidráulicos, propiedad de Don Manuel Brito Quintana, desde la cual se sirvió material para las obras en la isla durante casi dos décadas. Era un icono de la zona que también sucumbió ante la importación de las industrias peninsulares, con precios más accesibles.
Este barrio que se formó poco a poco, como producto de diversos proyectos de parcelación, continuos el uno del otro y sin previsión global alguna, se mantuvo hasta mediados de la década de 1970, con una total falta de servicios urbanísticos básicos. Calles sin asfaltar, sin aceras, inmuebles sin enlucir y sin pintar, que denunciaban la falta de medios económicos de la clase social humilde que los habitaba.
Tras el Gobierno de Transición se celebran las primeras elecciones democráticas y los colectivos vecinales se agrupan en la llamada Asamblea Canaria que gana las elecciones al gobierno municipal. A partir de ahí, se inicia un proceso de dotación de servicios de este y otros tantos barrios, que se habían originado en los inicios del siglo XX, mediante asentamientos a ambos lados de los márgenes de la que hoy es la Autovía GC-1 o en las inmediaciones de las grandes fincas, surgiendo así los diferentes barrios que hoy conforman nuestro municipio.
Nuestros barrios disponen en su mayoría de todos los servicios urbanísticos y cuentan con otros tantos colectivos y sociales, que se acercan en gran medida al lugar idóneo para vivir, no sólo por la climatología de nuestro municipio, si no por la ubicación del mismo. Debiéramos tomar conciencia de ello y estimular a las nuevas generaciones para que cuiden el legado que dejamos en sus manos, legado que en breve tiempo será su propia morada, algo de lo que sentirse orgullosos.
Yo por el momento, así nos sentimos, ya que, vivimos en el sector, a tres manzanas del vial que hoy visitamos y tengo clara conciencia de la cercanía de casi todos los servicios propios para una cómoda vida, la cual termina consolidándose con una buena calidad de vida por el trato cordial, respetuoso y ameno de los vecinos del sector. Seguramente habrán quienes no nos entienda o no nos quieran entender, pero… creo tener la enorme suerte de vivir aquí.
Efemérides:
Sucedió que un día tal como hoy, hace ahora mismo 146 años, es decir el 29 de enero de 1869, se celebran en el país elecciones generales, restableciéndose la proporción de un diputado por cada cuarenta mil habitantes censados con derecho a voto. A la isla de Gran Canaria, por su censo, le correspondieron dos diputados, siendo proclamados Antonio López Botas con 12.313 votos y Antonio Matos Moreno que logró 8.129 votos. No obstante, el país es víctima de una gran convulsión, debido a los graves acontecimientos que se producen en la península en el mes de abril de ese mismo año, con motivo de la muerte de Narváez, estos acontecimientos culminaron con la batalla de Alcolea.
También sucedió un día tal como hoy, hace ahora mismo 33 años, es decir el 29 de enero de 1981, nace en Minneapolis (Estados Unidos), Jonny Lang, el “niño prodigio” del blues. Con una voz sorprendente para sus pocos años, un no menos sorprendente dominio de la guitarra, su desgarrada forma de interpretar y sus dotes para la composición, no es de extrañar que “Lie to me”, su primer disco en una gran compañía, grabado a los 17 años, ocupase durante casi dos años los primeros puestos de las listas de ventas de blues en los Estados Unidos. Jonny, con su cara aniñada y un rostro más cercano a la dulzura femenina de lo que cabría esperar de su voz, grabó su primer disco, “Smokin’”, a los catorce años, bajo el sobrenombre de “Kid (niño) Jonny Lang”, y ya como líder de la “Big Bang” la banda con la que había comenzado a tocar a los doce.
Observando este amanecer de hoy y pensando en las diferentes temáticas tratadas en esta crónica, se nos ocurre pensar en los siguientes extremos:
De una parte la obsesión que históricamente ha existido en la humanidad respecto a la predominación de una sociedad entera e injustamente machista, gran parte de las consideraciones históricas hacia los personajes lo son hacia el género masculino y sistemáticamente se ha ninguneado al género femenino, cuando está claro y es evidente la máxima de que “detrás de cada gran hombre existe una gran mujer”.
Son muchas mujeres las que han pasado a la historia ensombrecidas por la figura de algún hombre, hasta el punto de que se les tenía privado el derecho al voto, al acceso a los estudios universitarios y otras tantas aberraciones que debieran avergonzar al género masculino, lejos muy lejos de enorgullecerle, como absurdamente ha ocurrido.
No es que pretenda romper ninguna lanza en favor de las mujeres, pero habría de pensarse que por cada mujer que ha pasado a la historia por méritos propios y ha ganado un lugar destacado en la humanidad, son muchos miles de hombres que han vivido y han muerto sin pena ni gloria alguna.
Tal vez todo lo contrario del aspecto con el que se quiere empecinadamente tratar las estadísticas de los personajes influyentes en la evolución de la humanidad.
Consideración aparte merece el trato de que, son las mujeres precisamente la fuente y el origen de la vida y no encasillarlas en un género determinado, cuando en realidad el lugar que tienen que ocupar por derecho propio, es el de “seres humanos”, como complementos esenciales de la vida o la continuidad de ésta en el planeta.
Damos por concluido nuestro paseo de hoy, guardamos en nuestra gena todo lo hermoso y positivo que hayamos podido tratar en esta crónica y, emprendemos una nueva caminata con rumbo hacia el Norte, nos vamos al barrio de San Isidro, donde visitaremos la calle Marianela, al objeto de saber algo más de esta nominación, así como del lugar de ubicación del vial, pero bueno… eso será en la próxima ocasión, si Dios quiere, allí nos vemos. Mientras tanto cuídense.
Sansofé.
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